Los 88 peldaños de la gente feliz
Peldaño 82: «Trabaja para aceptar lo pasado, actúa para evitar lo futuro»
En este capítulo de 'Los 88 peldaños de la gente feliz' te explico por qué las críticas a veces pueden ser un regalo
Del roble aprendí a hacer una única cosa cuando la vida te dé tanto solo, como lluvia, como viento, como nieve: seguir creciendo.
Cada vez que un instructor te corrige algo que haces mal, tú recibes una crítica a tu forma de actuar. La crítica no te gusta, pero gracias a ella mejoras y creces. Tras pasar por este proceso varias veces, descubres un principio de una enorme importancia: tu nivel de crecimiento (aquello que te gusta más) es perfectamente proporcional a tu grado de aceptación de críticas (aquello que te gusta menos). Por tanto, cada vez que se acerca tu instructor tienes dos opciones. Una es atenazarte porque sabes que estás a punto de recibir una crítica. La otra es alegrarte porque sabes que estás a punto de recibir un crecimiento. Con el ejemplo del instructor, la mayor parte de nosotros podemos hacer lo segundo. Sin embargo cuando este ejemplo lo trasladamos a la vida real, eso cambia.
Imagínate que la vida te da un revés. La mayoría nos centramos en la parte que no nos gusta, esto es, el revés, y muy pocos en la parte que sí nos gusta y que se deriva de ello, esto es, el crecimiento. Y lo curioso es que no existe un solo revés que no pueda enseñarnos algo, por lo que podría decirse que cada revés siempre viene acompañado de un regalo oculto: su enseñanza. De hecho, cuanto más nos duela el revés, más grande será el aprendizaje y por tanto el regalo. ¿Por qué? Porque cuanto más rechacemos aquello que sucede, más necesitados estaremos de aprender y adquirir la capacidad de aceptación. ¿Y qué sucede cuando entrenamos la aceptación para convertirla en un enorme músculo? Reducimos el sufrimiento. Los que aceptan más, sufren menos; y los que aceptan menos, sufren más.
El tiempo que tardas en dejar de sufrir es exactamente igual al tiempo que tardas en aprender a aceptar.
Por tanto todos deberíamos trabajar nuestra capacidad de aceptación. ¿Cómo? Usando, cada vez que llegue un revés, estas dos palabras mágicas:
«Bienvenido, Maestro»
Y repitiéndolas en nuestra mente incesantemente a modo de mantra. Al principio detestaremos las palabras de nuestra mente más que el revés de nuestra vida, pero con el tiempo se irán asentando en nuestro interior y tendrán un efecto apaciguador. Ese revés ha llegado a nuestra vida para algo, y ese algo no es otro que ser nuestro maestro en esa área que no nos gusta, a fin de trabajar nuestra capacidad de aceptación. Es un regalo oculto, ya que, gracias a él, vas a crecer. Mucho. ¿Por qué es tan importante trabajar la capacidad de aceptación en el presente?
Porque ése es un crecimiento que te protege de los reveses del futuro. ¿Te acaba de suceder algo a lo que tú llamas «terrible» y hacia lo que sientes mucho rechazo y poca aceptación? Entonces estás muy necesitado de ese maestro y ese regalo, y por tanto te acompañará durante mucho tiempo. ¿Y qué pasa si lo aceptas rápido? Se irá rápido.
— Anxo, entonces, ¿si alguien quiere hacerme daño, simplemente lo acepto y dejo que me lo haga?
Solo duele aquello que no se acepta
Por supuesto que no. Aceptación no es sinónimo de pasividad. Aceptación implica hacer un enorme esfuerzo a nivel interior. Pasividad implica no hacer nada a nivel exterior. Y por supuesto, lo correcto es lo primero. Tú trabajas en aceptar la situación, pero no en fomentarla. Si alguien te quiere hacer daño, desde luego que debes protegerte. La aceptación sólo se aplica a aquello sobre lo que no puedas hacer nada; pero protegerte es algo por lo que puedes hacer mucho.
Imagínate que tu bebé juega con un encendedor y acaba prendiéndole fuego a tu casa. Tú tendrás que trabajar la aceptación hacia la pérdida de tu casa, ya que es algo que ya no puedes controlar, pero por supuesto que no debes fomentar que el bebé acceda de nuevo al encendedor, sino que debes retirarlo de su alcance. Aceptas lo que no puedes controlar, pero actúas con lo que sí.
Si has olvidado la fórmula que te di en el Peldaño 16, aquí va una segunda oportunidad para que esta vez le saques una foto:
#88PeldañosGenteFeliz
«Trabaja para aceptar lo pasado, actúa para evitar lo futuro».
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