Los 88 peldaños de la gente feliz
Peldaño 32: Cómo controlar el ego: «No se trata de no caer, se trata de caer menos»
En este capítulo de «Los 88 peldaños de la gente feliz te invito a controlar tu ego

«Estás en la cola del banco, dentro de una sucursal, y de repente entra un ladrón a atracar el banco. Se lleva el dinero y se marcha corriendo por una plaza llena de gente. Tú y varias personas que habéis visto lo que acaba de suceder, salís a la plaza, lo apuntáis con el dedo y gritáis: ¡LADRÓN!
¿Lo han apresado? No. ¿Ha devuelto el dinero? No. ¿Ha pedido perdón? No. Y a pesar de ello, el mero hecho de desenmascararlo ya lo ha neutralizado. Nadie ha actuado sobre él, y sin embargo, ya no tiene adónde escapar.
Sin que te hayas dado cuenta, con esa historia acabo de darte la herramienta número uno para controlar el ego. Consiste en una única frase, pero de un poder inmenso: el poder de neutralizar el ego, simplemente desenmascarándolo: «he detectado que mi ego tiene hambre...».
Cada vez que uses esa frase con respecto a tu ego estarás desenmascarándolo. Y al igual que sucedía con el ladrón, aunque no hagas absolutamente nada más, ya no tendrá escapatoria. El mero hecho de desenmascararlo lo neutraliza.
Si todos llevamos dentro una parte de luz (la esencia) y una parte de oscuridad (el ego), ¿cuál crees que te representa a ti como ser? Obviamente la esencia . Pues si esto es así (y lo es), entonces te interesa identificarte con la primera y hablar en tercera persona de la segunda, ya que ella no eres tú. Es «ella», la parte egoica, la parte oscura. Hablar del ego en tercera persona te permite desenmascararlo.
Tu jefe te hace una crítica que tú consideras injusta y te entran ganas de darle una contestación terrible y dejar tu trabajo.
«He detectado que mi ego tiene hambre de orgullo ».
Tu amiga se ha comprado un abrigo de pieles cuando el otro día dijo que no tenía dinero para las clases de violín de su hija. Tú te mueres por llegar a casa a contárselo a tu marido porque eso te parece «terrible».
«He detectado que mi ego tiene hambre de cotilleos y juicios ».
Tu hijo dijo que vendría a recogerte a las 12.00 y son las 12.30. Estás a punto de ponerte furioso.
«He detectado que mi ego tiene hambre de impaciencia e ira ».
— Anxo, ¿estás seguro? ¿Con eso es suficiente?
Sí. Estoy seguro. El mero hecho de detectarlo hace que una parte ya la hayas trascendido. Pero hay tres cosas que debes tener en cuenta. La primera es que con esa frase muchas veces podrás detectar al ego antes de que actúe, y entonces la frase te ayudará a protegerte; pero otras muchas veces ya será demasiado tarde, porque el ego ya habrá actuado . Cuando sea éste el caso, la frase es útil igualmente, ya que te permitirá detectar que lo que acaba de suceder no ha salido de ti, sino de tu ego. Esto también te ayuda a desenmascararlo, incluso a posteriori, y sobre todo te permitirá aceptarte y perdonarte . La segunda es que, igual que un alumno de primaria no está a la altura de resolver un problema para universitarios, habrá muchos retos del ego que serán demasiado grandes para tu Belt de evolución interior actual. No pasa nada.
Tan sólo comprende que tu objetivo no es alcanzar la perfección , sino acercarte un paso. Quizá tu ego te pida entrar en estado de victimismo porque alguien te ha hecho una ofensa «horrible» y prefieras no salir de casa en una semana. Tú no puedes superar esa ofensa, por lo que te quedas en «modo víctima» igualmente, sólo que en lugar de quedarte en casa siete días, te quedas tan sólo uno. Celebra eso como una subida de Belt, un avance evolutivo.
Y la tercera es entender que el ego no se muere con desenmascararlo una vez, sino que hay que desenmascararlo muchas veces.
Entender esto te permitirá comprender que cada vez que usas tu frase mágica no consigues conquistar el ciento por ciento de esa cara del ego, pero estás un paso más cerca del día en que sí lo consigas.
#88PeldañosGenteFeliz
No se trata de no caer nunca. Se trata de caer menos .
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