Los 88 peldaños de la gente feliz

Peldaño 31: «Hay algo infinitamente más poderoso que dar consejos y es dar ejemplo»

En este capítulo de «Los 88 peldaños de la gente feliz» te invito a domesticar tu lengua

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Anxo Pérez

Anxo Pérez

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Al igual que el peldaño anterior , éste también tiene que ver con el uso de tu lengua. A diferencia de él, éste no es tanto para beneficio directo tuyo, sino de otros, si bien, cuando del resultado directo se benefician otros, del resultado indirecto te beneficias tú.

Antes de emitir cualquier tipo de frase por tu boca, pásala por este filtro: ¿ construye o destruye ? Tras pronunciarla, ¿el mundo será un poquito mejor o un poquito peor? Si puedes imaginarte peleando con todas tus fuerzas contra un gran tigre, entonces puedes imaginarte cómo de difícil puede ser a veces pelearte contra tu propia lengua. Éstas son las cuatro fórmulas para ganar la batalla y domesticar tu lengua.

Fórmula 1: cómo domesticar una lengua que se queja

Quizá no te habías parado a pensar en ello, pero toda situación que la vida te da es como una moneda con dos caras, la que te gusta más y la que te gusta menos. Y si te pusieras a limar la cara que te gusta menos con la intención de eliminarla, llegarías a la conclusión de que es imposible eliminar una sin eliminar la otra .

Siempre hay dos. La fórmula consiste en lo siguiente. Cada vez que quieras quejarte de la cara A, fuerza a tu lengua a encontrar y agradecer la cara B . Si lo haces cada vez, entonces habrás convertido cada deseo de queja en un recordatorio para expresar una frase de agradecimiento. Lo bueno de la relación queja es que es equivalente a la relación sombra-luz. Igual que dondeagradecimiento hay luz no puede haber sombra, donde hay un corazón lleno de agradecimientos no puede haber una lengua llena de quejas.

Cambia «dar quejas» por «dar gracias»

Fórmula 2: cómo domesticar una lengua regala-consejos

Deja de dar consejos porque a ti te apetece darlos y empieza a darlos porque el otro desea recibirlos. Para ello, formúlate estas tres preguntas. ¿Es un consejo solicitado o sin solicitar? ¿Me siento completamente indiferente o tengo un gran deseo de que él lo acepte ? Si él lo acepta, quien se queda más feliz, ¿es él o soy yo? Si en alguna de las tres preguntas has respondido «lo segundo», entonces domestica tu lengua y cállatelo. Aunque lo disfraces de consejo, no es tal (ver el peldaño 45).

Fórmula 3: domesticar la lengua adicta al cotilleo

«Anxo, no es un cotilleo. Es un simple comentario». Normalmente es más lo primero que lo segundo, pero no tienes de qué preocuparte. Yo te daré la solución para diferenciarlos. Para saber cuál de las dos cosas es, simplemente entiende que existe una línea divisoria que separa lo sano de lo insano , y que la determina la siguiente pregunta: ¿hay morbo? Si no lo hay, entonces tienes luz verde, ya que será anecdótico y por tanto, algo sano. Si lo hay, no pronuncies el comentario, ya que se tratará de un cotilleo, y todos los cotilleos son destructivos . Si dudas, guarda silencio, ya que la palabra no pronunciada siempre puede pronunciarse, mientras que la palabra dicha ya nunca podrá desdecirse .

Habla siempre bien de los que estén ausentes y ganarás la confianza de los que estén presentes.

Fórmula 4: Cómo domesticar una lengua mata-sueños

Cuando alguien venga a contarte un proyecto, un negocio o una iniciativa que quiera llevar a cabo, cambia un comentario que desilusione por uno que edifique. Pregúntate: «Si digo esto, ¿su nivel de ilusión aumentará o disminuirá?». Si es lo segundo, muerde tu lengua literalmente, si hace falta, pero pase lo que pase, no digas algo que en lugar de que eleve, aplaste, o que en lugar de dar vida a los sueños, los mate. Si consideras que debes advertirle de algo , hazlo, pero sólo después de elogiar su iniciativa. Aplaude primero, critica después. Pocas cosas en la vida tienen el poder tan grande de las palabras, tanto para hundir como para impulsar. Hazme un enorme favor y recuerda para siempre este bello principio:

Cuando pisas un pequeño gusano estás matando una bella mariposa.

#88PeldañosGenteFeliz

@anxo

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