Los 88 peldaños de la gente feliz
Peldaño 25: «Todo dolor llega para provocar un crecimiento»
En este capítulo de «Los 88 peldaños de la gente feliz» te explico que cuando ves cada acontecimiento como un maestro, tomas cada revés como un regalo
ATENCIÓN: PELIGRO. Este Peldaño es para gente cuyo Belt del Éxito Interior sea de 7 para arriba. Si estimas que tu Belt es inferior al 6, puede que al leerlo no lo entiendas y te perturbe, pudiendo incluso llegar a que sientas rechazo. Si ese es el caso, esto es lo que va a suceder. Volverás a leerlo dentro de un año, o dos, o diez, cuando la vida te haya regalado experiencias que tú has traducido en crecimiento y que hayan elevado tu altura interior, y sorprendentemente, todo lo que aquí está escrito habrá cobrado sentido. Lo interesante es que el texto será... exactamente el mismo que estás leyendo hoy. Por tanto el texto no habrá cambiado. El que habrás cambiado habrás sido tú.
El mundo piensa de esta manera. Te ocurre algo que tú consideras bueno y por supuesto deberías... dar gracias . Te ocurre algo que tú consideras malo y por supuesto deberías... echar pestes. Pues este Peldaño defiende justo lo contrario. Dar gracias no sólo por lo que te gusta más, sino también por lo que te gusta menos. Son... las otras gracias.
- Anxo, ¿me estás diciendo que si me sucede algo duro, encima tengo que agradecerlo?
Sí, pero recuerda que sólo puedes estar a la altura de tu Belt interior. Si de momento no estás en un Belt alto, quizá puedas esperar de ti llegar a aprender a agradecer cosas no demasiado duras, como un resfriado, pero no tan retadoras como un accidente de tráfico, si bien el día que sí puedas llegará, siempre y cuando continúes evolucionando.
- Anxo, ¿qué sentido tiene dar las gracias por algo que es desagradable?
El sentido está en que cada acontecimiento que tú denominas como desagradable («desagradable» con el conocimiento limitado que tienes hoy) trae consigo una lección que es mayor que el propio acontecimiento. Hay dos formas de vivir la vida. Una es clasificando cada acontecimiento como bueno o malo, siendo lo bueno lo que produce felicidad y lo malo lo que produce sufrimiento . La otra es vivir aceptando que todo te produce agradecimiento. La paradoja está en que lo primero desemboca en sufrimiento, y lo segundo en felicidad. Cuando vives juzgando todo como positivo o negativo, vives anhelando (insanamente) que se produzca lo bueno y temiendo (insanamente) la llegada de lo malo. Cuando vives desde el agradecimiento, dejas a un lado el juicio y entras en estado de aceptación, llegando a comprender algo imposible de entender para las masas, pero de un valor incalculable: todo dolor llegap ra provocar un crecimiento.
Absolutamente TODOS los retos que nos da la vida traen consigo una píldora de aprendizaje. Según cómo de grande sea el reto, esa píldora puede pesar un gramo o bien una tonelada . Si lo combates con todas tus fuerzas desde el rechazo, se convertirá en una tonelada de peso que te aplasta. Si lo aceptas desde la gratitud, se convertirá en una tonelada de crecimiento que te impulsa.
Luciana, una abogada adicta al trabajo, sufre un accidente de moto. Se pasa toda su estancia en el hospital maldiciendo su accidente. Gracias a él aprende a frenar el ritmo suicida de trabajo que llevaba. Un año después se da cuenta de que eso le salvó la vida, y descubre... las otras gracias. Ignacio, un empresario adinerado con la necesidad de que nada escape a su control, sufre una enfermedad que lo deja postrado en una cama durante meses. Al principio se rebela contra lo que le sucede, igual que un niño enrabietado. Cuanto más se rebela, más sufre la tonelada de peso de su píldora. Poco a poco empieza a reconocer que la enfermedad ha sido su mejor instructora, al enseñarle lo necesitado que estaba de humildad, de paciencia, de aprender a soltar el control, de acercarse a sus seres queridos y de dar más tiempo a aquello que tiene mayor importancia. Por fin llega a agradecerlo, dando así... las otras gracias.
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