Coronavirus

Patricia López Recio: «La mente nos prepara para pelear con un león, no con un gatito»

La mente tiene muchas características y una de ellas es que siempre nos va a poner en lo peor para que estemos preparados en caso de que ocurra

Por qué a veces nos ponemos en lo peor Adobe Stock
Melissa González

Melissa González

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A todos nos pasa que en ciertas circunstancias o situaciones, nuestra mente es incapaz de pensar en positivo . Y nos esforzamos, porque nos esforzamos hasta la saciedad en cambiar los malos pensamientos por unos mejores, de intentar «ver la luz» al final del túnel, pero nos resulta imposible... ¿Por qué ocurre esto? Según dice la psicóloga Patricia López Recio, especialista en terapia de conducta para adultos, experta en terapia de aceptación y compromiso y de conducta en población infanto juvenil, es la presión de lo que está sucediendo lo que nos impide mirar el lado bueno.

«No es que no se sea capaz de mirar el lado bueno de las cosas, es que cuando tenemos un estado de animo bajo , tendemos a ser negativos, ser más apáticos y no tener esperanza», dice la psicóloga de Psicontigo , con consultas en Madrid y también la posibilidad de hacer las terapias a través de Skype. Tal y como dice Patricia López Recio, el hecho de tener esa actitud cursa con gran dificultad para poder encontrar las cosas positivas, pero las hay. «Siempre hay cosas positivas a lo largo del día. Lo que hay que hacer es focalizar la atención en otro tipo de cosas. En consulta trabajamos mucho lo de decir cosas buenas que han ocurrido en las últimas 24 horas . Por ejemplo: Fui a comprar y el pan que me han dado en la panadería era blanquito que es como me gusta, me ha sonreído el autobusero y cualquier otra cosa. No se trata de buscar grandes cosas, sino de refocalizar la atención», dice.

Este trabajo, que parece fácil, en realidad necesita de un tiempo considerable y unas terapias pertinentes para reconducir esos pensamientos. «Hay que trabajar en buscar las cosas positivas. Por el estado de ánimo bajo que tengo, voy a tender a ver la parte negativa y se trata de hacer acción para buscar la parte buena o esas pequeñas situaciones positivas que han podido pasar a lo largo del día. Hay que trabajar en encontrarlas porque no te van a salir de primeras», explica la experta Patricia López Recio.

Aprende a manejar tus pensamientos

Todo el mundo es negativo, sin embargo, la diferencia está en qué haces con la negatividad. ¿La expresas y recreas? ¿La transformas? La psicóloga dice que todo el mundo tiende a ser negativo , tal que la mente se pone en lo peor porque es su función la de protegernos, pero que «la diferencia entre unos y otros está en cómo manejamos esos pensamientos. El quid de la cuestión no es si se tienen o no malos pensamientos, sino en cómo los manejamos».

«La mente lo que quiere es que estemos preparados para lo que pueda surgir , de forma que saquemos todos los recursos internos. Si nos dice un 'no va a pasar nada' y finalmente es un león a lo que nos enfrentamos, ese león nos come. En cambio, si esa mente nos dice 'oye, cuidado, que puede ser un león', estamos preparados para pelear un león, no a un gatito pequeño. Eso funciona así en todas las mentes, y quien diga lo contrario miente», asegura la experta, que, además, adelanta que su forma de trabajar tiene mucho que ver con aprender a qué se hace con este tipo de pensamientos. «No es tanto el cómo quitarlos, sino dar un tipo diferente de respuesta. Se trata de un trabajo terapéutico y el objetivo que tenemos en Psicontigo es dar nuevas herramientas para aprender a gestionar mejor los pensamientos, emociones y situaciones que te generan malestar».

Mucho ojo con convertirte en alguien «quejica»

¿Tienes a alguien cercano que se queja constantemente de lo malo que le sucede? ¿O eres tú ese tipo de persona que están hablando a todas horas de sus malestares? Tal y como afirma la experta Patricia López Recio, esto puede ser un desgaste para los que nos rodean... «Alguien que se queja continumente, hace que al final la gente se aparte porque a todos nos gusta estar en situaciones que gratifiquen y no escuchar constantemente quejas y malestares. Si esto se da con frecuencia, sí que tiene coste. La queja tiene una función que es liberación, pero una vez ha cumplido la función y es continua, deja de ser funcional y pasa a ser una obsesión ».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación