Psicología

Arnau Vendrell: «El perdón está reservado a las almas más valientes»

En su libro «Vivir adentro» el «psicólogo de la conversión», Arnau Vendrell, da las claves para mejorar nuestras relaciones con los demás sin olvidarse de uno mismo

¿Cuántas cosas no haces por miedo al qué dirán? Adobe Stock
Melissa González

Melissa González

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¿Sabías que solo en España hay más de 11 millones de búsquedas anuales en Google sobre « cómo ser feliz »? La OMS estima que actualmente hay alrededor de 320 millones de personas que sufren depresión dado que el frenesí de la sociedad actual y la necesidad de urgencia nos han hecho perder contacto con nosotros mismos, hasta tal punto que no sabemos cómo ayudarnos, aliviar nuestro dolor o estar «bien».

Se puede vivir una larga vida y que no valga la pena, al igual que se puede ser una persona de mucho éxito y no reconocerse en ese éxito. Las presiones sociales, la prisa y la abundante superficialidad hacen que hayamos perdido el contacto con lo que realmente es importante: tú mismo. Se ha delegado nuestra propia felicidad a los pensamientos, a otras personas, en general a lo externo y nos hemos desempoderado. ¿Cuántas cosas no haces por miedo al qué dirán? ¿Y si fueras capaz de quitar ese dolor de un plumazo? ¿Cómo te sentirías sin ese pensamiento? ¿Cuántas veces sientes que disfrutar tu día es difícil? «Solo cuando realmente somos capaces de mirar hacia nuestro interior con amor, enterrando el hacha de guerra con nuestra mente y perseguir la dicha como última meta, podremos sentir lo que Mae West dijo cuando expresó: 'Solo se vive una vez, pero si se vive bien, una vez es suficiente'», dice Arnau Vendrell, autor de « Vivir adentro », un libro que te provee con las herramientas para que tú mismo puedas desarrollarte emocional y mentalmente.

Arnau Vendrell, autor de «Vivir adentro».

Arnau Vendrell, emprendedor y experto en la psicología de la conversión , recopila todas sus vivencias, reflexiones y aprendizajes sobre cómo ayudarse a uno mismo, dejar de tener miedo y mejorar nuestra relación con los demás . Sobre esto último quiere diferenciar varios puntos que nos hacen mejores con el resto: la escucha empática, saber decir «no» y la interdependencia , entre otros.

Dice en «Vivir adentro» que «la escucha empática es la base de las relaciones humanas». ¿Cómo mejoramos la forma de escuchar a los demás?

Básicamente con un interés genuino por la otra persona. ¿No has visto nunca a una persona que te pregunta algo, pero lo que está esperando es a decir su respuesta? Pues básicamente lo opuesto. Solo cuando dejamos de intentar someter a la otra persona con nuestras ideas, pensamientos y prejuicios, podemos abrirnos a escuchar y aprender. ¿Qué hay más poderoso que admitir que la otra persona tiene razón? En palabras de María Teresa de Calcuta, «Si juzgas a la gente no tienes tiempo para amarla».

¿Por qué cuando decimos 'sí' no hace falta añadir nada más y, sin embargo, hay que justificar un 'no'?

'Sí' es una respuesta que lleva implícito un alineamiento con la otra parte, por lo que la justificación es innecesaria. La otra persona ha conseguido su objetivo. Por el contrario, el 'no' es una confrontación y debemos entender en qué punto nos justificamos para dar claridad a la respuesta o por miedo al qué dirá. Estamos muy poco acostumbrados a este tipo de situaciones y a veces por no quedar mal en el momento, terminamos viviendo momentos 'peores' simplemente por no ser claros, por no ser coherentes con nosotros mismos. Decir 'no' es un acto de grandeza.

¿Y considera perdonar un acto de debilidad?

Perdonar es el acto de fuerza más grande que existe en la humanidad. Leo Roskin decía: 'El cruel es el débil, la amabilidad sólo puede esperarse del fuerte'. Imaginemos a alguien como Viktor Frankl, que lo torturaron durante años en campos de concentración, y que finalmente perdonó a sus captores. ¿No te parece algo difícil de imaginar? Exactamente por eso, por la grandeza del acto. No se si no perdonar es una manifestación del ego, pero sin duda el perdón está reservado a las almas más valientes.

Dedica un apartado en su libro a formar «buenos anfitriones». ¿Sabría diferenciar al que hace las cosas por beneficio propio del que se impulsa en hacer el bien a los demás?

Personalmente, considero que lo relevante no es valorar los motivos del anfitrión, sino los míos, pues soy el único que puede cambiar eso. Yo me preguntaría, ¿estoy actuando por hacer las cosas bien o para contentar a los demás? ¿Soy capaz de no-juzgar a una persona que hace las cosas para contentar? ¿Cómo podría yo hacer mejor esta situación?

En las páginas de su libro habla de la independencia y la interdependencia, ¿cómo las definiría?

La interdependencia es un estado posterior a la independencia. Es decir, ser interdependiente implica ser independiente (pero no al revés). Por ejemplo, que sea capaz de aportar ideas genuinas en el desarrollo de un proyecto, no implica que sepa colaborar en su correcto desempeño. O un ejemplo más mundano: que pueda vivir sólo, no implica que pueda hacerlo en pareja como dos personas libres que se quieren y se eligen. Estas podrían ser algunas de las preguntas que hay habría que responderse uno mismo: «¿En qué ámbitos soy dependiente? ¿E independiente? ¿Y cuáles interdependiente? ¿Vivo en solitario o busco hacer planes con los demás? ¿Me gusta más regalar a otra persona o regalarme a mí mismo?

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