Nutrición
Zumo de tomate: por qué cambia de sabor si lo tomas en un avión
Pese a que es se recomienda comer la pieza entera, el zumo de tomate recoge varios beneficios y alguna que otra curiosidad sobre si lo bebes cuando estás en un avión
Cada vez que paso por una terracita o miro las fotos de las personas a las que sigo en redes sociales, encuentro a alguien tomando zumo de tomate . A mí el tomate me encanta, pero lo de beberlo de momento no es algo que entre en mis planes, pese a que se trata de una de las bebidas de moda y que, además, recoge beneficios, según los expertos en nutrición. Eso sí, si pretendes iniciarte en la toma de este jugo hay varias cosas a tener en cuenta, como sus ingredientes y cómo hacer una correcta preparación en caso de que no quieras tomar ninguno de los que ofrecen en el supermercado.
Para empezar, como bien sabes, los dietistas-nutricionistas nunca aconsejarán un zumo frente a una pieza entera... Así lo recuerda la experta en nutrición Ana Colomer: «Al igual que ocurre con todos los zumos, debemos « tener precaución en su consumo » ya que el azúcar que contienen, aunque sea natural, es azúcar libre (como el de los sobrecitos del café ); cuando hacemos un zumo las moléculas de fructosa (el azúcar bueno que contienen de forma natural las frutas y verduras) se convierte mediante un proceso químico en azúcar libre (azúcar insano)».
La dietista- nutricionista Beatriz Cerdán ( @lavidacomonutricionista ) expone la misma idea, asegurando que aunque el zumo de tomate es interesante en algunas situaciones, siempre es más recomendable tomarlo en formato entero al «aportar mayor saciedad».
Beneficios
Por su parte, la dietista-nutricionista Patricia Ortega explica que el zumo de tomate puede ser una alternativa de consumo habitual barata, rápida y deliciosa más allá del clásico gazpacho o salmorejo (otras sopas donde se utiliza este ingrediente): «Es ideal para cualquier momento del día siempre y cuando te guste y los ingredientes que lo contengan los toleres bien». Y recuerda: mejor escoge preparar esta bebida cuando «el tomate esté de temporada» porque es más sostenible y durante su recolección se encuentra en su estado más óptimo.
El tomate es un fruto con muchas propiedades a nivel nutricional. Al tomarlo en bebida, y al no ser alcohólica ni gaseosa, puede ser una alternativa estupenda y fresquita para hidratarnos, tanto en casa como fuera de casa (sin olvidar que, recuerda la nutricionista Patricia Ortega ( @patriortega_nutricion ), nuestra principal fuente de hidratación se aconseja que sea el agua). Indica además la experta que el zumo de tomate es rico en licopeno, un antioxidante que puede ayudar a nuestras células contra los radicales libres: «El tomate es rico en vitamina A (una vitamina que interviene en una buena salud ocular entre otras funciones) y, vitaminas C y E; vitaminas que ayudan a prevenir la degeneración de los tejidos, el envejecimiento celular prematuro y colaboran con buen funcionamiento del sistema inmunitario», comenta.
Ana Colomer ( @anacolomernutricion ), por su parte, añade que este vegetal es un alimento con «bajo poder energético» (tiene pocas kilocalorías al contener mucha agua) y nos ayuda en las digestiones, además de que «puede ser una fuente de fibra de buena calidad».
Del zumo, al contener el tomate como principal ingrediente, también podemos destacar su contenido en minerales como el magnesio , fósforo y principalmente el potasio .
Eso sí, no olvides que, en palabras de Beatriz Colomer, no hay ningún alimento mágico que por el hecho de consumirlo ya nos hace inmunes a cualquier situación o patología. «En general, tenemos que buscar unos buenos hábitos de alimentación pero, sobre todo, asegurar la fuente de verdura de nuestra dieta ya que es lo que más solemos desplazar y por tanto el tomate podría entrar perfectamente dentro de este círculo de alimentos saludables e interesantes a nivel nutricional», advierte la nutricionista.
Contraindicaciones
Aunque se trate de un vegetal cargado de agua y beneficios, no tiene por qué sentar bien a todo el mundo. Por ejemplo, y según las expertas en nutrición, el tomate y, por tanto, el zumo puede estar « desaconsejando en algunas patologías digestivas » como gastritis, úlceras estomacales, personas con reflujo y Helicobacter Pylori debido a su acidez.
También habría que moderar el consumo o la cantidad en algunas personas con intolerancia a la fructosa y que, por algún motivo, estén llevando una alimentación baja en FODMAPs, ya que el tomate es rico en este azúcar (naturalmente presente).
Además, podría haber otros casos donde el tomate se tuviera que desaconsejar por algún motivo de forma más temporal o definitiva, pero habría que valorarlo, como siempre, en la consulta y de forma individualizada.
Curiosidad del zumo de tomate
¿Sabías que el tomate tiene un sabor diferente en nuestro paladar en función de dónde lo tomemos? No nos referimos a un restaurante o a otro, sino a que el zumo de tomate nos sabe mucho más cuando viajamos en avión porque según los estudios la percepción de nuestros sentidos «varía notablemente debido a la humedad y la altura». Por este motivo, explica Beatriz Cerdán, en un avión los zumos de tomate tienen un sabor más intenso e incluso «un poco más ácido». ¿Vas a pedirlo la próxima vez que subas a un avión?
Preparaciones del zumo de tomate
Si te animas a preparar tu propio zumo de tomate, solo tienes que navegar por Internet para encontrar diferentes versiones de una misma receta. Podemos encontrar desde las muy sencillas en las que únicamente se utiliza agua y tomate hasta llegar a recetas más complejas.
Zumo de tomate en el supermercado
Patricia Ortega aconseja revisar su lista de ingredientes y ver que su primer ingrediente es el tomate y que el resto son los mismos que si lo hiciéramos en casa. «Además, yo recomendaría revisar la tabla de valoración nutricional para comprobar que, si lleva sal añadida, su contenido no sea demasiado elevado», recomienda.
Recuerda que además de en zumo, el tomate es ideal para comerlo en otras preparaciones donde podremos masticarlo y disfrutar más de su sabor. Algunas de las preparaciones más sabrosas con tomate son:
Crema de tomate asado : pon un kilo de tomates, bien lavados y abiertos por la mitad, en una bandeja en el horno con una pizca de sal y albahaca seca durante aproximadamente 30 minutos a 180ºC.
En una olla pocha un poco la cebolla y los ajos con un chorrito de aove hasta que se doren. Una vez estén los tomates listos los añades a la olla y lo cocinas todo junto durante unos 5 minutos. Por último, añade unas hojas de albahaca fresca y lo tritura todo hasta que quede una crema con una textura fina.
Ensalada de tomate rosa : es donde más disfrutamos del tomate y la opción clásica y más conocida. En esta ocasión utiliza tomates rosas , que según la dietista-nutricionista Belén Siscar «son perfectos para abrir y comer simplemente con un poco de aceite y sal o en ensaladas » y añade los siguientes ingredientes: aceitunas , piparra encurtida, perlas de clara, cebollitas en módena y kale frito. La receta perfecta la podrás encontrar en Inclán Brutal Bar, en Madrid.
Salsa de tomate casera : según la receta del chef de Bel Mondo, añade 3-4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una sartén grande, calienta durante tres minutos y añade los tomates frescos. Machaca algunos tomates frescos (250 gramos de tomatitos cherry , por ejemplo) con el dorso de una cuchara para que suelten su jugo y con una batidora colocada directamente en la lata, tritura los tomates enlatados y añádelos a la sartén. Condimenta con sal y pimienta. Después cocina a fuego lento durante una hora, revolviendo poco a poco. Para obtener una consistencia menos líquida, continúa cocinando durante 1 hora más. Cuando esté cocido, ajusta el condimento si es necesario.
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