Nutrición
«Es mentira que el desayuno sea la comida más importante del día»
¿Es el desayuno la comida más importante del día? ¿Debe incluir fruta, un lácteo y cereales? ¿Sin esta comida baja mi rendimiento? La nutricionista María Merino desmonta algunas de las leyendas asentadas en nuestro día a día sobre el desayuno
Es muy común escuchar o leer la siguiente afirmación: «El desayuno es la comida más importante del día», pero eso es algo con lo que la nutricionista María Merino no está de acuerdo. ¿Es, de verdad, la comida más importante del día? ¿Debe incluir fruta, lácteo y un cereal? ¿Sin desayuno baja mi rendimiento ? La respuesta a estas preguntas tan asentadas en nuestro día a día tienen fácil solución: cada uno tenemos que adaptar el desayuno a nuestras necesidades. «Echo por tierra todos esos tópicos acerca del desayuno porque no son más que mitos. Es la primera ingesta del día, de eso no hay duda y su etimología lo dice: des-ayuno, que significa romper el ayuno, y debido a esto se ha extendido la creencia de que es la comida más importante del día cuando no lo es. Todas las ingestas son igual de importantes », comenta la nutricionista.
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Al parecer, se trata de un «mito»: «El desayuno no es la comida más importante porque va en función del apetito que tenga cada persona a la hora que se levante», comenta María Merino, autora de « Desayuno con garbanzos ». Eso explicaría por qué muchas personas acuden únicamente a un zumo natural o café con leche; otros prefieren llenar un plato con tostada de aguacate o bollería industrial e incluso los que se saltan esta comida; va en función del apetito de cada uno.
Desayuna lo que te apetezca
La nutricionista y dietista defiende que si hay alimentos saludables por su naturaleza, lo van a seguir siendo independientemente de la hora a la que los tomemos. Y tampoco importan las ingestas que se hagan al día: dos, tres, cuatro o cinco. «La industria alimentaria se ha encargado de hacernos creer que el desayuno es la comida más importante del día por su interés económico , pero la realidad es que puedes o no desayunar dependiendo de la hora a la que te levantes o del hambre que se tenga. Una persona que se despierta para ir a trabajar a las 4 a.m., no va a querer desayunar hasta pasadas unas horas , por ejemplo», dice.
En cuanto a qué alimentos se deben incluir en un desayuno es algo que se deja a la elección de cada uno, siempre que sea saludable y no exceda en grasas ni azúcares: «Puedes desayunar lo que quieras, ¡hasta unos garbanzos cocidos ! Y cuando digo lo que quieras, es lo que quieras: frutas , tostadas, bocadillos , lácteos... También las sobras de la noche anterior», explica María Merino. «La nutrición es una ciencia y, como tal, avanza», asegura. «Parece que, a veces, preferimos permanecer en la ignorancia frente al esfuerzo por tener que cambiar la alimentación».
Elaborar un buen desayuno
Aunque las comidas y las cenas nos dan todos los nutrientes básicos, como grasas o proteína, y el desayuno es una ingesta más dentro del día, sí hay que elaborarlo de manera saludable, tal como dice la nutricionista: «No hay un imprescindible, pero no debe faltar comida como materia prima. ¿Que quieres desayunar fruta, lácteo o pan integral ? Perfecto. En cambio, un donuts, galleta o una salsa prefabricada no deber ser una opción porque eso es insano».
«El tratamiento que hago con mis pacientes en función de su apetito y preferencias es que consuman al menos una pieza de fruta, pero no como recomendación sino porque les apetece y al aportar agua y vitaminas, da saciedad y azúcar saludables », aconseja la dietista y nutricionista. Además, la experta en nutrición aconseja que en caso de que se quiera desayunar, se tome una base de cereal y algún tipo de proteína . Tomar muesli o avena son alimentos muy saciantes que nos evitarán querer picotear a deshoras, y tomar frutos secos, crema de cacahuete o yogur con fruta es siempre una buena opción.
Sustitutivos en el desayuno
Dice el refrán que «a falta de pan buenas son tortas», y María Merino cumple a rajatabla lo de sustituir un alimento por otro, ya sea en la comida, cena o en el desayuno.
La nutricionista explica en su libro «Desayuno con garbanzos» que el chocolate blanco con leche o cualquier chocolate insano debemos sustituirlo por chocolate negro con un mínimo del 70% de cacao e ir progresando hasta llegar al 85% , como poco. Asimismo, el cacao soluble debería sustituirse por cacao puro desgrasado, del que ya sabemos que existen en el supermercado algunas opciones saludables.
Para sustituir el sabor de las galletas , la labor es mucho más complicada, pero no imposible: «Las galletas son insanas. Cualquier galleta, ya sea eco, las 'bio' o las sin azúcar, no son saludables. Por eso yo aconsejo que elaboremos las galletas nosotros mismos con avena o plátano , por ejemplo», cuenta la nutricionista.
En cuanto a las bebidas azucaradas, energéticas o zumos , habría que hacerlas saborizadas y caseras, añadiendo frutas, hierbas o especias al agua con hielo y dejando reposar la mezcla. «Una que tomamos mucho en casa es limón con menta y hierbabuena», concluye María Merino.
