Alimentación

El curioso origen de los anarcardos, cuáles son sus beneficios y cómo integrarlos en la dieta

Las principales propiedades son la disminución del riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares, la mejora de los niveles de colesterol y el refuerzo del sistema inmune

Por qué tienes que tomar anacardos. Adobe Stock
Melissa González

Melissa González

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Almendras, avellanas, castañas , nueces ... ¿Qué fruto seco es tu favorito? Los anacardos , al igual que el resto, se han ganado por méritos propios un hueco dentro de la alimentación de una dieta saludable. Originarios de Brasil, su nombre científico es Anacardium occidentale pero también es conocido como marañón, cojote o merey. «Su nombre se debe a la forma de corazón invertido que les caracteriza; «ana» significa hacia arriba y «cardium», corazón», explica Marta Moreno, dietista y nutricionista de Núkula .

El fruto del anacardo tiene dos partes comestibles: la primera es un fruto falso fresco que sujeta al fruto verdadero (seco). «Este fruto falso es de color amarillento, consistencia pulposa y sabor agridulce. Sin embargo, cuando hablamos de anacardo, nos referimos al fruto seco que se encuentra envuelto por una cáscara y que debe extraerse para su consumo», cuenta la experta, que añade que la cáscara se extrae mediante cocción al vapor , «para así neutralizar compuestos irritantes que contiene la cáscara».

Un fruto seco muy saludable

Al ser un fruto seco tiene una gran cantidad de grasa saludable, pero además su contenido en proteína tampoco es despreciable (17,5g/100g). «Su perfil lipídico es muy interesante gracias a la presencia de á cidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados como el ácido oleico. Estos ácidos grasos son saludables principalmente por su elevado poder antioxidante», comenta la nutricionista de Núkula . Además, los anacardos son ricos en vitamina A, folatos, vitamina E, calcio , magnesio, potasio y fósforo por lo que hablamos de un multivitamínico en potencia, de ahí su gran valor nutricional.

Las principales propiedades con las que se relacionan los anacardos son la disminución del riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares, mejora los niveles de colesterol y refuerza el sistema inmune. «También, debido a su composición en calcio y magnesio, mantiene un buen estado óseo. Todo esto se debe a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes», dice. Recientemente un estudio realizado en población asiática demostró que la suplementación con extracto de anacardo aumentaba los niveles de colesterol HDL (del bueno) y disminuía la presión sanguínea.

Cuántos consumir

Respecto a cómo y cuánto consumir anacardos, desde Núkula recomiendan elegir frutos secos al natural sin sal , incluso tostados: «Los fritos con sal, garrapiñados o recubiertos de chocolate deben ser evitados o, en todo caso, de consumo esporádico».

«La cantidad dependerá de la persona y de su condición fisiológica, pero se recomienda tomar un puñado de frutos secos al día lo que equivale más o menos a 30 gramos o 18-20 anacardos .

1

Sobrasada vegana de anacardos @cook_with_ana

Sobrasada vegana de anacardos

- Una bolsa de anacardos al natural de 150 gramos

- Media bolsa de tomates secos

- 1 cucharada de pimentón picante de la Vera

- Una cucharada de pimentón dulce

- 2 dientes de ajo

- Una pizca de pimienta

- Un buen chorro de AOVE

- Un pelín de agua

Ponemos en el vaso de la batidora los tomates secos y el agua , y los dejamos hidratar un poco, añadimos todo lo demás, y simplemente trituramos todo. El resultado es riquísimo.

2

Crema de anacardos, dátiles y cacao. @realfooding

Crema de anacardos, dátiles y cacao

- 120 gramos de anacardos al natural

- 9 dátiles en rama

- 1 taza de leche entera sin lactosa

- 3 cucharadas de cacao 100% desengrasado en polvo

- 1 cucharada de aceite de coco virgen extra, prensado en frío

Poner los dátiles en remojo (en agua o en la cantidad de leche que le vayamos a echar. Si lo ponéis en leche, quitadle antes los huesos). Con unas horas basta, pero si está la noche antes, mejor.

Triturar los anacardos en el molinillo de café. Después pásalo por la trituradora y haz pausas para no quemarla hasta que se convierta en pasta aceitosa (que sale de forma natural del propio fruto seco).

Ponemos la cucharada de aceite de coco en una cazuela para que se derrita (es cuestión de segundos). Añadir los dátiles (importante que le quitemos los huesos), la leche, el cacao y el aceite. Trituramos todo hasta llegar a la consistencia deseada.

3

Pesto de guisantes con anacardos. @alimentavita

Pesto de guisantes con anacardos

- 200 gramos de guisantes cocidos

- 100 gramos de agua

- 70 gramos de aceite de oliva virgen extra

- 50 gramos de anacardos crudos

- 40 gramos de hojas de albahaca fresca

- 20 gramos de queso parmesano o levadura nutricional

- 1 ajo grande

- Zumo de limón

- Sal y pimienta negra

- Si se parte de guisantes crudos (frescos o congelados) cocer en agua abundante y colar reservando 100 g de agua.

- Guardar algo menos de un puñado de guisantes para incorporarlos enteros al final y el resto batirlos enérgicamente con el agua hasta conseguir una salsa muy fina. Si se desea se puede colar para evitar grumos aunque se perdería parte de la fibra. Reservar.

- A parte triturar la albahaca, los anacardos , el ajo, el parmesano, el aceite y un chorrito de limón para que no se oxide y mantenga el color.

- Mezclar la salsa de guisantes, lo triturado y los guisantes enteros apartados. Sazonar al gusto con sal y pimienta.

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