Llega la Vuelta a España a los Pirineos y lo hace con una clasificación general que da la impresión de estar muy abierta, hay cuatro corredores en 46 segundos, y que, sin embargo, se puede decir que permanece bastante cerrada.
Nibali lleva hasta el momento una carrera relativamente cómoda, en la que le han ido llegado muchas situaciones favorables sin buscarlas, gracias al triunfo en la contrarreloj por equipos, el primer día, que le dejó en una situación de privilegio. Es un ciclismo clásico.
La fuerza del grupo que tiene a su alrededor, su regularidad en las subidas, las largas y las más explosivas, su dominio en la contrarreloj, le permiten llegar a los Pirineos más pendiente de él mismo que de sus rivales, que son los que deben de intentar mover la prueba.
Los escaladores que podrían resultarle más peligrosos, Purito y Pozzovivo, los tiene a más de dos minutos. Sólo Horner ha demostrado subir más que él, en Hazallanas. Lo más interesante para los aficionados es que todos le tienen que atacar.