Joaquim Rodríguez llegará este sábado a su casa, en Andorra, al puerto de La Gallina, una zona en la que vive desde hace dos años, en una subida de ‘verdad’, en la que los escaladores van a tener un terreno ideal.
Se presentará en Andorra junto al resto de participantes en la prueba, después del tercer triunfo del alemán John Degenkolb (Argos) en la séptima etapa, con final en el circuito de Motorland, en un día de mucho calor que dejó a los ciclistas muy castigados.
El corredor del equipo Argos no tiene rivales en llegadas amplias, limpias y el circuito de Alcañiz sólo permitió que un excelente pistard como Elia Viviani se lamentase de la oportunidad de ganar que había dejado escapar.
Al calor, con más de cuarenta grados en muchos momentos de la jornada, se unirán los 7,2 kilómetros que tiene esa ascensión, que está situada a 1.550 metros, con una pendiente media del 8% y una pendiente máxima del 15%.
«Es un final de carrera que conozco muy bien, en el que entreno habitualmente y donde hago los tests para saber como estoy de forma en determinados momentos de la temporada. Llevo viviendo dos años en esa zona y cinco entrenando en ella. Si se sube rápido, alguno lo pasará mal», explicó el líder, que se limitó a estar y no pasó mayores problemas durante la etapa.
«Se ha volado, se ha ido muy rápido y en un circuito te ves muy perdido. ¿El calor? No me va mal, pero esto no es calor, esto es el desierto». Sabe que le queda mucha carrera por delante: «Mucha, no, muchísima. El test de la contrarreloj, que va a ser dura y larga, va a resultar importante».
Ha mejorado algo en esa disciplina, lo que, según él, no era difícil teniendo en cuenta como iba antes.
Contador irá a más
Otro corredor al que se debe de ver delante es Alberto Contador, al que le da igual el calor que el frío: «Voy bien con los dos, pero sin que sean extremos».
Esta contento con lo que se lleva de carrera, salvo con la etapa de Jaca, en la que los calambres me hicieron perder tiempo con el que no contaba.
Sigue confiando en ir a más a medida que vaya discurriendo la Vuelta. «En la última parte de la prueba confío en ir mejorando», dijo el pinteño. Conoce el puerto de La Gallina, aunque va a ser la primera subida de cierta entidad desde que comenzó la Vuelta. «Se pueden empezar a ver cosas», aseguró.
Tampoco le sorprende el rendimiento de Chris Froome: «Lleva un año y medio a un nivel muy alto, está respaldado por un equipo muy potente y habrá que probarle para ver como está».
Rigoberto Urán, que se vio implicado en una caída que hubo a nueve kilómetros de la meta, perdió 1:09, lo que le hace perder el cuarto puesto en la general.
«La Vuelta comienza la semana que viene y los cuatro que estamos delante, ‘Purito’, Froome, Valverde y yo somos los que mejor lo tenemos para luchar por el podio».
aseguró de nuevo Contador. No le preocupa que pueda llover en Galicia o en Andorra: «Hay gente que se bloquea con el agua, yo no. ¿Si voy a atacar? No me queda otra que hacerlo, al menos intentarlo».
