Antonio Piedra celebra su triunfo en Lago. / REUTERS
Los Lagos de Covadonga se muestran majestuosos mientras en su cumbre se van poniendo en juego muchas cosas. El maillot rojo siguió en las mismas espaldas en las que estaba, las de ‘Purito’ Rodríguez, un líder que tiene vitola de ganador. Cada vez más.
En la cima ganaba el corredor de Caja Rural Antonio Piedra, un sevillano de 26 años, que remataba el trabajo de todo su equipo durante toda la etapa.
Cada persona se quedará con una imagen de esos kilómetros finales, llamativos, que dejan sin resuello a los ciclistas. La que más sorprendía era la de ver a Contador bailando encima de su bicicleta, mientras que ‘Purito’ no se levantaba de su sillín. Le iba recortando metros con parsimonia. Contador hacía hueco, seis, siete segundos, y ahí se cercenaban sus esperanzas. No avanzaba más, no era capaz de darle continuidad a esos ataques. ‘Purito’ no le dejaba hacerlo.
No despegaba a un líder que se agarraba con fuerza a su bicicleta. La sombra de rojo y blanco que le perseguía no se despegaba de él.
Va a terminar soñando con un corredor muy entero, que sigue maniobrando con inteligencia. Solo con ver carrera no sirve en los momentos de la verdad. Ver, la ven muchos. Hay que tener piernas. Joaquim, de momento, ha aguantado en una posición en la que nadie pensaba que podía estar a estas alturas de la prueba. tampoco es sólo cuestión de resistir.
Importa, sobre todo, como lo has hecho. La impresión es que ha controlado a Contador con una suficiencia que hacía tiempo que no habíamos visto en este tipo de enfrentamientos, en los mano a mano que han hecho historia en el ciclismo. Se ha convertido, el líder, en un ciclista indestructible, al que se ve capaz de poder aguantar todo lo que le ataque Contador. Solo tiene que controlar a un corredor.
Valverde fue el más beneficiado al fallar Chris Froome y ceder 35 segundos. El equipo de Contador se movió de una forma extraña, lanzando hombres por delante, Navarro, Jesús Hernández, el polaco Majka, que es una máquina de trabajar, en el inicio de la subida. Se presumía, con esa táctica, que iba a moverse, pero no lo hizo cuando sus compañeros le esperaban por delante.
Saltó más tarde, solo, a cara descubierta. Volvíamos a revivir lo que hemos vivido durante toda la Vuelta. Contador, ‘Purito’ y Valverde están en un nivel -en el que este domingo estuvo Froome-, y los demás se movieron en otro.
La carrera sigue muy igualada. La han desequilibrado, principalmente, las bonificaciones y los 55 segundos que perdió Valverde camino de Valdezcaray.
Contador no tuvo un buen día: «Desde el principio de la etapa no me he encontrado bien, pero he insistido en atacar. Ni sé las veces que le he intentado. He dicho a mi equipo que no hicieran la carrera dura porque no estaba a gusto. Luego he visto que la gente no iba bien y me animado a atacar».
Se le notaba fatigado por los esfuerzos realizados. Reconocía que «nunca he visto a ‘Purito’ tan fuerte. Igual a mí me falta rodaje. Es como empezar un curso cuando se lleva la mitad del año». Esa explicación ayuda entender lo que pasa en la carretera. No sólo el maillot rojo aguanta. También lo hace Valverde. Un escalador puro no puede dominar a ciclistas más explosivos.
Ni el cansancio, ni los ataques de Contador le hacen perder el humor al líder: «¿Qué si he contado las veces me ha atacado? 32 o 33, yo que sé. Su cambio de ritmo ha sido impresionante. En uno de ellos he estado a punto de quedarme. He tenido suerte porque ha habido un pequeño descanso y le he podio seguir sufriendo muchísimo».
Quien hizo la carrera de atrás hacia delante fue Froome, que da toda la impresión de ir perdiendo fuelle según pasan los días.
El ganador de la etapa fue un ciclista modesto, Antonio Piedra, perteneciente a un equipo con historia en el mundo del ciclismo, Caja Rural, que en 1989 ganó cuatro etapas en la Vuelta a España, tres con Mateo Hermans y una crono por equipos, en una formación en la que estaba Marino Lejarreta.
Veintitrés años después, los colores verde y blanco volvían a lucir en la carrera. Antonio Piedra, un sevillano de 26 años, que había corrido desde que debutó en profesionales con el equipo Andalucía, hasta que recaló esta temporada en Caja Rural, era el más fuerte de una escapada que llegó a tener catorce minutos de ventaja. Nadie se preocupó de esa fuga.
A Katusha le beneficiaba porque las bonificaciones no irían a parar a Contador en caso de que ‘Purito’ tuviese algún problema y Contador no tuvo un buen día. Menos mal.