1. Playa de Las Teresitas (Tenerife)
Ubicada en el pueblo de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife, la playa de Las Teresitas es una de las mejores de cuantas podemos disfrutar en Tenerife, por ejemplo por la tarde, después de una excursión al Teide o al valle de la Orotava.
Además de su arena, traída tonelada a tonelada desde el mismo desierto del Sáhara, es especialmente característico su rompeolas situado en pleno mar, una construcción destinada a proteger a la playa del fuerte oleaje.
De aguas calmadas y ambiente relajado y tranquilo, la playa de Las Teresitas tiene una longitud de 1.300 metros y una anchura de 80 metros. Los días de viento, la arena muy fina del desierto puede ser molesta y pegarse en exceso a la piel. La masificación no es una de sus características, salvo algunos días de verano, así que cumple como un buen destino para acudir en familia, junto a la ciudad.
2. Playa de La Concha (San Sebastián)
La de la Concha es una de las playas más admiradas de nuestro país. Situada en la Bahía de La Concha, tiene 1.350 metros de largo y uno de sus aspectos más característicos -además de su belleza evidente- es la poca profundidad de sus aguas.
Este entorno, sello de identidad de la ciudad de San Sebastián, ofrece la posibilidad de disfrutar de unas vistas únicas al tiempo que tomamos el sol en su bahía, en forma de concha y con la isla de Santa Clara en el centro, flanqueada por los montes Urgull e Igeldo.
A pesar de su belleza, la playa de La Concha no es precisamente un entorno calmado y silencioso, pues en temporada alta son muchos quienes deciden combinar el turismo por la magnífica ciudad de San Sebastián, incluido el tapeo, con un chapuzón en su playa, algo que sin duda también te recomendamos. Todo está cerca. No hace falta coche, una de las grandes ventajas de elegir una playa tan urbana como esta.
3. Riazor (La Coruña)
Muy próxima al estadio de fútbol del Deportivo de La Coruña, esta playa es una de las más conocidas de cuantas ofrece Galicia (y son muchas) así como una de sus mejores costas urbanas.
La playa de Riazor es, además, particular por sus impresionantes vistas además de por su ambiente tranquilo, muy lejos de la masificación, un entorno amable en el que puede disfrutarse del baño y del paseo marítimo.
4. Playa de La Fontanilla (Marbella)
La de la Fontanilla es una de las playas urbanas más solicitadas de España, como ocurre con muchas de cuantas se encuentran en comunidad andaluza.
Con 1.100 metros de largo y otros 30 de ancho, este enclave alcanza una elevadísima cuota de ocupación en temporada alta ya que, entre otras características, se configura como una playa en la que los turistas encuentran todos los servicios y comodidades posibles.
5. La Malvarrosa (Valencia)
La Malvarrosa es uno de los grandes motivos de orgullo de cualquier valenciano que se precie, y la verdad es que no es para menos. Esta joya marítima adosada a la ciudad presenta, debido a su popularidad, una elevada cuota de ocupación durante la temporada estival. Entre otras razones, pocas cosas hay mejor que un arroz en la playa de La Malvarrosa. El paseo marítimo está lleno de restaurantes y cafeterías.
Antiguamente era casi exclusivamente territorio de pescadores. Con el paso del tiempo, se fue convirtiendo en un lugar de descanso de la burguesía valenciana y de personajes ilustres como Blasco Ibáñez o Joaquín Sorolla. Con el recuerdo fresco de lo visto hasta ahora, será el lugar perfecto para tomarnos un respiro y sentarnos a comer una paella en La Pepica (Paseo Neptuno, 2) que, con más de cien años de historia, goza de una merecida fama entre los restaurantes valencianos.
6. La Barceloneta
Situada en el corazón de Barcelona, esta es la playa más antigua y conocida de la Ciudad Condal y la más frecuentada. Está ubicada en el barrio que lleva su mismo nombre, consta de 1.100 metros de largo y 89 de ancho, y está perfectamente integrada en el entorno urbano. Forma parte de la ruta de cualquier turista, como una autopista que nos lleva de una zona de la ciuda a otra. Por el paseo marítimo abunda la actividad deportiva en patines, bicicleta o corriendo, y, en el arenal, incluso hay una zona nudista, además varias pistas de voley playa, áreas de juegos infantiles, mesa de ping-pong, una zona de gimnasia y un servicio de "biblio-playa". La animación multicultural está asegurada.
7. Playa de La Victoria (Cádiz)
Se trata de una de las muchas zonas imprescindibles de Cádiz, no por las incontables opiniones que lo corroboran, sino por el hecho de que ya son varios los años que La Victoria lleva recibiendo la distintiva bandera azul. Esta playa tiene una longitud apreciable (3.000 metros), así como una anchura de 200 metros, lo que la convierte en una de las más grandes de nuestro país.
La Victoria limita al norte con la playa de Santa María del Mar y, al sur, con Cortadura, conocida por su característico cordón dunar y considerada por ser la única playa 'virgen' del término municipal de Cádiz.
En temporada estival su grado de ocupación es bastante alto, sobre todo en agosto cuando, además, tiene lugar la tradicional barbacoa que los gaditanos celebran en sus arenas para conmemorar el futbolístico Torreo Carranza, un evento indispensable si acudes con amigos.
8. El Sardinero (Santander)
En Santander, la zona de El Sardinero cuenta con dos playas de idéntico nombre, conocidas como la primera y la segunda playa de El Sardinero. Se trata de dos enclaves seguidos el uno del otro y cuyas arenas se unen cuando baja la marea, dando lugar a una única playa. Juntas, forman una extensión de 1.300 metros de largo y 80 de ancho.
Ambas playas se caracterizan por las aguas frías del mar Cantábrico así como por un oleaje moderado. El paseo marítimo es, además, uno de los grandes valores de El Sardinero, pues está repleto de tiendas, hoteles, restaurantes y demás zonas de ocio, de lo que hay que destacar su señorial Casino.
9. Playa de Las Canteras (Gran Canaria)
Es la playa urbana de Las Palmas de Gran Canaria y una de las más importantes y concurridas de la ciudad. Está protegida del oleaje por una barrera natural de arrecife, a la que se le denomina 'La Barra', y donde puede incluso llegarse a nado desde la costa. Esta playa tiene una longitud de 3.100 metros y 50 metros de ancho.
Aunque hace años era conocida como la playa del Arrecife debido precisamente la composición de 'La Barra', poco después comenzó a ser explotada como cantera para extraer rocas, de ahí su nombre actual.
10. El Samil (Vigo)
En Vigo, la playa de El Samil es un enclave único para descansar y ver atardecer. La razón, el sol se esconde poco a poco en esta costa en la que las preciadas Islas Cíes se perfilan al fondo creando un atardecer único.
Su longitud es de 1.700 metros de largo y su paseo marítimo está repleto de zonas de ocio para pequeños y adultos, tales como piscinas, zonas deportivas y terrazas.