![Las mejores piscinas naturales para combatir el calor](/RC/201306/05/viajes/Media/pozas--647x300.jpg)
![Las mejores piscinas naturales para combatir el calor](/img/shim.gif)
![Las mejores piscinas naturales para combatir el calor](/img/shim.gif)
![Las mejores piscinas naturales para combatir el calor](/img/shim.gif)
POZAS NATURALES
DE RASCAFRÍAA BOLONIA
- 1. Las Presillas (Rascafría)
- 2. La Isla (Navafría)
- 3. La Panera (Segovia).
- 4.La Dehesa (Cercedilla)
- 5.Navafría (Segovia)
- 6Puebla de la Sierra (Somosierra)
- 7La Pavera (Aranjuez)
- 8Cuevas del Orce (Granada)
- 9Maitena (Guéjar Sierra - Granada)
- 10.La Gorga (Ordesa - Huesca)
- 11.Los Pilones (Extremadura)
- 12.Piscinas de Bolonia (Cádiz)
- 13. El Caletón (Garachico, Tenerife)
- 14. El Risquillo (Guisando, Ávila)
El ocaso del general invierno, el aumento de las horas de sol, el ascenso de las temperaturas, los nuevos olores de los jardines... Son pistas que no dejan lugar a duda: la primavera llega para invitar a salir. Y no es una estación más. Con abril a la vuelta de la esquina, el buen tiempo emerge de su escondite austral y anuncia un calendario con meses, que teniendo los mismos días, se antojan más largos y bulliciosos.
Una de las mejores formas de dar la bienvenida a esta nueva época es perderse por alguna de las pozas y piscinas naturales que esconde la generosa orografía de la península ibérica y que nacen de las caprichosas formas que dibujan los cauces de los ríos. Una piscina está hoy al alcance de cualquiera y la mayoría de las playas no son precisamente un escenario de recogimiento y paz. Por eso, la sensación de bañarse en agua cristalina, sin una pizca de cloro y rodeado de bosque y aire puro bien merece planificar un viaje para escaparse unos días. DESTINOS selecciona en este reportaje cuatro joyas naturales en las que el baño adquiere otra dimensión.
Rascafría (Madrid). Hacia la Cascada del Purgatorio
El primero de estos lugares está en la Comunidad de Madrid. Allí, cerca de Rascafría, a 90 kilómetros del bullicio de la capital, se encuentra Las Presillas. Este enclave fue denominado así por las presas situadas a distintos niveles en el curso del río Lozoya, a su paso por la citada localidad, que conforman varias piscinas naturales. El baño en este lugar no entraña ningún riesgo, ya que ha sido acondicionado convenientemente, y además cuenta con quioscos, aseos, zona ajardinada y merendero en un entorno donde la naturaleza y belleza de la sierra madrileña de Guadarrama se puede apreciar con todo detalle.
Quizás, el único pero es que incluso en verano la temperatura del agua no es muy elevada, pero este dato le da incluso más encanto, ya que la sensación de zambullirse en el medio natural tal y como es seduce. Además, el baño se puede completar con una visita cultural. A escasos 200 metros, se encuentra el Real Monasterio de Santa María del Paular, fundado en 1390 y considerado bien de interés cultural y patrimonio histórico de España. Y no es todo: pasando Las Presillas, sorteando un sendero de fresnos, robles y pinos, los más románticos tienen la oportunidad de embelesarse con una imagen que difícilmente olvidarán: la Cascada del Purgatorio.
Navafría. Relax junto al bosque
No muy lejos de Rascafría, a 110 kilómetros de Madrid y a 35 de Segovia, en la localidad de Navafría, se presenta en el camino el río Cega, que recorre el parque natural ‘El Chorro’ y las conocidas como piscinas naturales de Navafría. Las instalaciones pensadas para facilitar el baño de los visitantes tienen capacidad para albergar casi 300 turismos y una decena de autobuses; zonas acondicionadas para hacer barbacoas, merenderos, zona infantil y de aventuras en plena arboleda, restaurante-bar; y extensas praderas donde disfrutar del sol y del relax que procura poder olvidarse durante unas horas del ajetreo de la urbe. Además de las pozas para el baño, los amantes del senderismo tienen a su disposición un frondoso bosque de pino silvestre donde se oculta una bucólica cascada con forma de tobogán, La Cascada El Chorro, de 20 metros de caída, que también merece la pena alcanzar tras un paseo.
Ordesa (Huesca). La Gorga, la más cristalina del país
Y del centro de la Península, al norte, al Parque Nacional de Ordesa, en concreto a la localidad de Boltaña (Huesca). Allí, el paso del río Ara, el único cauce en estado virgen que casi queda en España, ha moldeado de forma naturalmente caprichosa la poza conocida como La Gorga. Sin duda, la poza con las aguas más cristalinas y puras de toda la geografía española. Perfectamente acondicionada para el baño de mayores y de pequeños, a escasos metros se encuentra un camping con posibilidad de alquilar bungalós donde los visitantes podrán pernoctar si desean pasar más de un día allí. El entorno promete una estancia muy agradable, ya que el paisaje y las vistas de aquella zona merecen más tiempo de estancia que unas horas.
Bolonia (Cádiz). Piscinas naturales entre dunas
Y del norte al sur. A Cádiz, donde su gente no solo saca pecho por las playas paradisiacas. Cerca de una de las más conocidas y, quizás más bella de Andalucía, Bolonia, se encuentran unas piscinas naturales que llevan el mismo nombre que la famosa playa. Para ser más exactos, se encuentran en Punta Paloma, en el municipio de Tarifa. Vírgenes por completo, el plan más idóneo es acudir a este lugar con un picnic preparado para disfrutarlo en cualquier momento sin abandonar el lugar, ya que cerca no hay ningún chiringuito ni bar para tomar un tentempié. Es el precio de lo natural, que bien merece pagar. Además, debido al intenso viento del Levante, tan característico de esta zona, cerca de las piscinas se ha formado un ecosistema de dunas que aportan un punto exótico a este destino.
Plasencia. Garganta de los Infiernos
La última de las recomendaciones de esta selección está ubicada a media hora de la localidad extremeña de Plasencia, en la reserva natural Garganta de los Infiernos, situada entre las localidades de Jerte y Cabezuela del Valle. Allí se encuentran Los Pilones. El visitante que las contempla por primera vez tiene la sensación de estar ante las marmitas de un gigante. No en vano, estas piscinas forman grandes oquedades redondas que han forjado la erosión fluvial y el paso de siglos y siglos.
El paisaje resultante es un lugar idílico, pero al tiempo cómodo para pasar un día de campo refrescante. Al igual que las demás propuestas reseñadas, este paraje cuenta con merenderos e instalaciones de juegos infantiles, infraestructuras muy útiles para que ningún miembro de la familia se quede sin diversión.
A lo largo y ancho de la Península Ibérica, hay otros enclaves de estas características que resultan perfectos para pasar un día distinto de diversión, ocio y relax. Es el caso de La Panera (Segovia), La Dehesa (Cercedilla), La Pavera (Aranjuez), Maitena (Granada), El Caletón (Garachico, Tenerife) o el Risquillo (Ávila).
El acceso no suele ser gratuito. Su precio suele rondar entre los 3 y 12 euros, ‘pecata minuta’ si se compara con el placer de disfrutar de un día de sol y de baño, sin necesidad de coger el coche para ir a la playa, rodeado de algunos de los paisajes silvestres más hermosos.