La gente no conseguía salir de su asombro. Los esquiadores y visitantes se asomaban curiosos al bullicio. En la estación de Panticosa se estaba celebrando la primera boda de su historia, en un lugar en el que no faltaba ni un solo detalle. Incluso, Laura Barreyra, la novia, llegó al altar montaba en un trineo que iba empujado por perros.
Un altar de hielo, una capilla decorada con flores en la que esperaban todos sus amigos, un escultor y una banda de música completaban un decorado en el que no faltaba ni un solo detalle. Los jóvenes, de origen mallorquín, pudieron cumplir su sueño de casarse rodeados de nieve gracias a un concurso organizado por Ron Brugal.
Brugal amigos reunidos
«¿Con qué experiencia te gustaría recordar el 2013? Queremos que se convierta en un año para recordar a pesar de la que está cayendo». Así comienza la descripción del concurso ‘Brugal amigos reunidos’, gracias al cual Laura y Ferrán Rosello han contraído matrimonio.
Una iniciativa puesta en marcha por Ron Brugal que ofrecía la posibilidad de vivir una experiencia memorable que convierta el 2013 en un año para recordar. A pesar de que los plazos impedían que la organización del enlace matrimonial se llevase a cabo antes de finalizar el año, decidieron elegir su historia para que se realizara a comienzos de 2014.
La joven, tras el enlace, se mostraba emocionada por el hecho de haber cumplido un sueño y reconocía que siempre había «querido vivir algo grande con mi pareja en una montaña nevada». «Y por esta experiencia es por la que me gustaría recordar este año» proseguía.
Tras vivir una boda inédita por todo lo alto, ser los primeros en hacerlo en la estación de Panticosa y cumplir una experiencia memorable junto a sus mejores amigos, Laura y Ferrán han logrado comenzar el año con una celebración que nunca olvidarán.
