Enero, febrero y marzo son meses especiales para Red Bull. La compañía austriaca se vuelca cada invierno con el mundo de la nieve. Eventos como el Home Run, en el que participantes disfrazados para la ocasión disputan carreras por media España, o los campeonatos de freeride que organizan, son sólo algunos de los ejemplos.
Pero sin duda, el campeonato estrella es el Crashed Ice, donde cuatro participantes montados en sus esquís o en un snow realizan un descenso sobre hielo en pistas de más de 400 metros a velocidades vertiginosas. Las rampas y obstáculos son constantes durante toda la carrera, realizada en un circuito urbano en una versión muy similar al esquí cross o al snowboard cross.
Velocidades extremas
Las World Series, como se denomina el campeonato, recorren medio mundo en sólo tres meses. Helsinki (Finlandia), Saint Paul (Estados Unidos), Moscú (Rusia) y Quebec (Canadá) han sido las cuatro paradas de este evento extremo que se realiza desde el año 2010. Ya antes, concretamente en 2001, se creó una competición que tenía lugar una vez a la temporada en diferentes sedes.
Su espectacularidad y las velocidades alcanzadas por los participantes hacen de la Red Bull Crashed Ice una de las carreras con más seguidores por todo el mundo. En 2010 la catedral de Saint Paul recibió a más de 100.000 personas llegadas desde diferentes puntos del país para admirar a los patinadores.
Equipos y mujeres
Una cifra similar a la que Canadá registró en la última prueba de esta temporada, que tuvo lugar entre el 20 y el 22 de marzo. Los más de 110.000 espectadores disfrutaron de una cita en la que Marco Dallago igualó el récord de tres victorias en un año y se alzó con el título de la Red Bull Crashed Ice.
Paralelamente a esta competición, también se realiza una por equipos y otra en la que exclusivamente participan mujeres. Ésta última tiene lugar una vez cada temporada en la pista canadiense de Quebec. Una disciplina en la que la finlandesa Salla Kyhälä es una de las claras dominadoras, que tras vencer en la primera edición, disputada en 2011, volvió a ganar este año.
Con la temporada de nieve cerca de su final, desde Red Bull ya piensan en la próxima campaña, donde volverán a ser uno de los patrocinadores más especiales del deporte blanco. Los increíbles descensos de la Crashed Ice y sus participantes ya están preparados. La carrera más veloz del mundo sobre patines ya está en marcha.
