La provincia de Huesca tiene entre uno de sus mayores motivos de orgullo la estación de esquí de Aramón Formigal, que se encuentra a escasos kilómetros de la frontera con Francia. Un centro invernal al que le han afectado directamente las adversas condiciones climatológicas durante los últimos meses.
Las fuertes rachas de viento, sin embargo, no han logrado impedir el buen funcionamiento de sus instalaciones. Entre ellas destaca el Portalet Park, uno de los mayores atractivos de Formigal en la que pequeños y mayores pueden disfrutar de siete actividades diseñadas tanto para los esquiadores como para los que no lo son.
Durante los últimos años, muchos centros invernales han puesto de moda el mushing, el famoso trineo tirado por perros. En las pistas oscenses, se ha convertido en una de las mejores experiencias, puesto que también ofrecen la posibilidad de las salidas nocturnas. Además, el usuario podrá ponerse al mando del trineo tras una breve explicación del manejo del mismo.
Motos de nieve, tubbing y los trineos unidos
Mucho más emocionante, a priori, resulta la sensación de pilotar una potente moto de nieve. Como en el caso de los trineos con perros siberianos, se podrá realizar en horario nocturno, pero en este caso complementado con una cena. Acompañado de un monitor experto, el usuario podrá disfrutar de un entorno privilegiado.
El Portalet Park también ofrece diversión en familia o junto a los amigos. El tubbing, realizado en una pista preparada para el descenso sobre un flotador especial para la nieve, es apto para todas las edades; así como el Snake Gliss, donde una serie de trineos que se encuentran unidos se deslizan por la nieve.
Disparos, construcción y carreras
Pero no todo son juegos. Formigal reta a todo aquel al que la creación de un muñeco de nieve se le queda pequeño y le da la opción de aprender a construir iglús, gracias a los trucos y las recomendaciones de los instructores. Con el objetivo de pasarlo bien, la estación suministra el material técnico necesario a quienes prefieran el paintball sobre la nieve.
Eliminar al contrario y disparar bolas de pintura al resto de participantes sin que ninguna bola te alcance es el objetivo de una actividad en la que descargar la adrenalina y el buen humor. Para disfrutar del paintball es aconsejable llevar ropa y calzado apropiado para la nieve, así como gafas de sol y protector solar.
Menos usual resulta la pista helada de karts. Con unos siete metros de ancho, se pueden disputar tandas de 10 minutos y carreras cuyos grupos sean de mínimo ocho personas. En ellas se incluye un breefing, entrenamientos libres, entrenamientos cronometrados para conformar la parrilla, 15 vueltas de carrera, pódium y trofeos para los tres primeros.
Una experiencia, la del Portalet Park, que tras poco más de un año de funcionamiento, es todo un éxito. Las actividades propuestas, muchas de ellas novedosas en una estación de esquí, son alternativas muy interesantes para todos aquellos que buscan algo más que una simple pista de esquí.