El sexto continente, como a menudo es conocida la Antártida, es cada vez menos un lugar a explorar por los esquiadores de todo el mundo. En una zona sobre la que se encuentra situado el Polo Sur y donde impera el clima polar, ya nada parece imposible. Sus casi 4.500 kilómetros de diámetro reciben durante unas fechas muy determinadas de cada año a un grupo exclusivo de amantes de la nieve.
Dirigido a aventureros que busquen algo diferente y que no se pueda vivir en ningún otro rincón del mundo y, sobre todo, a los grandes aficionados de los deportes de invierno en su modo más extremo, diversas compañías turísticas han comenzado a organizar cruceros al continente helado donde disfrutar de su turismo de nieves permanentes.
Alejados de las comodidades de los típicos y masificados destinos turísticos y del turismo invernal más tradicional, ofrecen un programa único en el que adentrarse en los Montes Ellsworth, la cordillera más alta de la Antártida, junto a los esquís o la tabla de snowboard. Una experiencia inolvidable, donde realizar esquí alpino y conocer los lugares más espectaculares.
Un alojamiento de lo más acogedor
Continuando con las excentricidades del viaje, las compañías turísticas ofrecen un ambiente relajado y acogedor en Union Glacer. Allí las posibilidades de realizar snowboard extremo, rutas de esquí o disfrutar de los majestuosos picos de Ellsworth, son inmensas. Tanto como la superficie que entre noviembre y enero aloja a los viajeros, con más de 3.010 kilómetros en un lugar al que sólo se puede acceder vía aire.
Más allá del esquí, también se puede disfrutar de otras actividades, como explorar bahías, hacer trekking cruzando montañas repletas de nieve y hielo o navegar entre icebergs, entre otras muchas.
Las gélidas temperaturas que se viven durante los 10 días que se pasa en el continente blanco requieren llevar el material adecuado para no sufrir en un viaje en el que es preciso un equipaje de frío extremo. La aventura única, como la definen desde algunas de las compañías que las ofrecen, tienen plazas muy limitadas y las fechas se encuentran prefijadas. Además de un precio desorbitado: entre 5.000 y 14.000 euros.
