Hotel, dulce hotel, cantaba Joaquín Sabina. Y dulce balneario. Y dulce casa rural. Y dulce parador. Porque en Navidad no hay nada como estar en casa, pero tampoco hay nada comparable a desconectar durante unos días. Comilonas pantagruélicas, cuñados que no dejan de contar chistes malos... Todo eso queda atrás si decidimos poner tierra de por medio contra la rutina. Cinco alojamientos con encanto nos pueden ayudar a vivir unas navidades diferentes.
Hotel Westin Palace Madrid
‘La última tentación del año bajo la cúpula del Palace’. La propuesta del Westin Palace para Nochevieja deja poco sitio para la imaginación pero mucho para el disfrute: un menú de ensueño creado por Salvador Gallego: caviar de Río Frío (Granada), cigalas, erizos, foie-gras y patatas ‘soufflée’, todo ello regado por una selección de champagnes de la legendaria Casa Laurent Perrier y envuelto en la música de ‘La Gran Orquesta Santiago’, que amenizará la velada. Eso sí, no solo el paladar debe ser exquisito, también el bolsillo. La reserva en una habitación doble ‘deluxe’ se sitúa en los 1.129 euros.
Parador de Cangas de Onís
Cuando era una abuela como otra cualquiera, doña Menchu Álvarez del Valle ofreció, en 2000 y en 2001, un recital poético musical en el Parador de Cangas de Onís. Junto a varias decenas de asturianos, la abuela de Doña Letizia ha contribuido a elevar el nivel de los eventos culturales que este alojamiento ofrece a sus visitantes desde diciembre. Este año, el Parador de Cangas acogerá las actuaciones de la Coral Clima de Parres (17 de diciembre), del Coro Peña Santa de Cangas de Onís (26 de diciembre) y del Coro Minero de Turón (4 de enero), entre otras. Y esto ocurrirá en un parador que se erige sobre el antiguo monasterio benedictino de San Pedro de Villanueva, construido en los siglos XII y XIII, completado en el XVII y XVIII y declarado Monumento Nacional en 1907.
Balneario de Archena (Murcia)
Si el 2010 nos ha dejado agotados, nada como un balneario para comenzar el 2011 con un poquito de relax. El de Archena, en Murcia, ofrece en la última noche del año una cena especial con cotillón, barra libre, orquesta en directo y uvas de la suerte. Y para sobrellevar la resaca de Año Nuevo, el balneario propone masajes, un recorrido por las termas romanas, baños de lodo, saunas, piscinas de flotación, iglús...
Casa rural La Facultad. Castroviejo (La Rioja)
Poca gente podría creer que existe una universidad en un pequeño pueblo de La Rioja, pero sí, la hay. En Castroviejo, uno puede cursar Biología, Ciencias, Derecho, Empresariales, Medicina o Veterinaria con solo entrar en sus habitaciones, cada una bautizada con el nombre de una carrera, y desahogarse en un campus repleto de hayas. La Facultad es una casa rural que ofrece, en Navidad y en Nochevieja, dos noches de gala, con unos menús especiales: tablas de marisco, sopa bullabesa, capón con reinetas y langostinos, tarta de turrón, compota riojana y dulces navideños, acompañado, como no podía ser de otra forma, por caldos de la tierra: vino tinto crianza de Rioja, vino blanco y cava.
Hotel Irenaz Resort de San Sebastián
No hace falta que llegue la Navidad para disfrutar de San Sebastián, pero la ciudad vasca se vuelve aún más encantadora cuando llega el final de año. Por ejemplo, el belén de la plaza Gipuzkoa, desde 1957, maravilla a los viandantes. Y el paseo por la Concha, como en cualquier otra época del año, no tiene precio. El hotel Irenaz Resort es un perfecto campamento base para disfrutar de la ciudad.