De los test rápidos para clientes al «no abriré hasta julio»: los planes de los hoteleros

Un grupo de directivos de diferentes hoteles, desde los de playa a los urbanos, opinan sobre cómo será la desescalada en el sector

VP Plaza España Design, en Madrid
J. F. Alonso

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¿Qué planes tienen los hoteleros? ¿Cómo y cuándo piensan abrir? Hace unos días, en una conversación entre establecimientos de lujo de la Costa del Sol , el tono común parecía ser la esperanza dentro de enormes dificultades. Hablaban de entre un 25 y un 50% de ocupación en julio y agosto, y de su predisposición a no bajar los precios y a alargar la temporada de vacaciones hasta al menos octubre. Sin embargo, en otra mesa redonda celebrada ayer, organizada por el Grupo Vía, el tono parecía mucho más pesimista.

«Estamos ante un alto grado de incertidumbre -explicó Eduard de Gispert, director de expansión para Europa de Barceló Hotels & Resorts-. Para ver cuándo puede despegar el negocio, primero necesitamos movilidad , luego dar la sensación de destino seguro, de ser capaces de ofrecer una experiencia feliz. Además, tenemos que estar tranquilos de que los clientes que vengan no van a traer nuevos contagios. Y, por último, debemos asegurarnos de que el negocio sea rentable. Abriremos cuando el hotel sea rentable. Y ahora mismo, no vemos la posibilidad de hacerlo ni en la fase 1 ni en la 2 ni en la 3. A lo mejor en julio. Lo que nosotros pedimos es que seamos muy exigentes en los protocolos de acceso, tanto para trabajadores como para clientes, pero que no nos toquen el aforo para poder ser rentables».

De Gispert, como otros hoteleros, creen que el aforo y la movilidad son dos factores esenciales en la ecuación. En el primer caso, los empresarios aún no tienen la certeza de cuál será el protocolo final en ocupación de zonas comunes, restaurantes y del hotel en su conjunto. Por ahora confían en que salga adelante un documento elaborado por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) en el que se habla de menús de bufés ya emplatados , señalización que recuerde las distancia de seguridad, empleados con mascarillas y guantes, medidas de higiene... pero en el que no se menciona un aforo concreto. Respecto a la movilidad, temen que las aerolíneas lleguen primero a otros países con una imagen menos dañada, como Grecia o Portugal.

También es pesimista Ramón Hernández, director general de Bluebay Hotels & Resorts. En su opinión, «este es un problema sanitario, y solo con una solución sanitaria lo vamos a resolver. Podemos poner parches, y algunas de esas medidas llegarán para quedarse, pero me cuesta ver que sin un tratamiento o vacuna el sector turístico pueda parecerse a lo que era. Hemos adoptado medidas sanitarias, pero es inviable plantearnos una apertura en los términos que conocíamos». Hernández se pregunta quién va a organizar un congreso ahora , en referencia a las dificultades del sector MICE. Y sí habla de la tecnología como un recurso imprescindible: el contacless (por ejemplo, la llave en el móvil) limitará los contactos personales con los empleados del hotel.

Hay otros hoteleros que tienen una opinión más positiva a partir de una palabra mágica: test. «Vamos a hacer test a la plantilla, a la familia y a los clientes» , dice Javier Pérez, director general del Grupo VP Hoteles, cadena compuesta por cinco hoteles. Asegura que los test rápidos homologados serán la seña de identidad del hotel de lujo VP Plaza España Design 5* y del Ginkgo Restaurante & Sky Bar. Pérez señala que el sobrecoste de limpieza y medidas de higiene en sus establecimientos oscilará entre 15 y 50 euros, lo que reducirá los márgenes de negocio, y aún puede prever más problemas si no se celebran los eventos previstos en Madrid para final de año, como la Copa Davis. «Voy a seguir luchando porque los clientes pasen test, para que se puedan celebrar eventos en octubre y noviembre», concluyó.

Otro debate entre los empresarios del sector se centra en qué tipo de hoteles lo tendrán más fácil o difícil en el inminente escenario. Ramón Hernández, de Bluebay Hotels & Resorts, cree que los destinos vacacionales con alta dependencia de los touroperadores aún necesitarán tiempo para que puedan abrir. Por su parte, Marc Rahola, fundador y CEO de OD Group, considera que los hoteles de tres o cuatro estrellas van a alargar el cierre y los ERTE para proteger el negocio y la empresa. En cambio, otros hoteles, los de lujo o los boutique, con espacios importantes en las zonas comunes y un trato más personal con los clientes pueden arrancar antes. «Tenemos que aprender a vivir en pandemias», dijo.

Y en el mismo sentido se pronunció Diego Calvo, CEO y fundador de Concept Hotel Group: Nuestros hoteles son pequeños, solo para adultos y poca dependencia de los touroperadores. Creo que los primeros que van a viajar serán las parejas y grupos reducidos de amigos. Por eso, los hoteles pequeños tendrán más oportunidades al principio». Calvo forma parte de un movimiento para desplazar las reservas y los eventos en Ibiza de la primavera hacia el final de la temporada. «Queremos confeccionar un calendario con eventos que se puedan hacer. Tenemos que intentar programar nuestro futuro».

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