Sierra Norte de Guadalajara, entre macizos y hayedos: la gran desconocida de España
Campisábalos junto con Muonio, en Finlandia, y Norman Wells, en Canadá, están considerados los municipios con mejor calidad del aire del mundo
A menos de cien kilómetros de Madrid y en la esquina entre Guadalajara, Segovia y la capital de España, rodeado de sierras y macizos entre hayedos, pinares o enebrales se encuentra el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara . Pequeños pueblos con encanto como Atienza, Robledo de Corpes o Puebla de Valles ofrecen paisajes únicos pero también una gastronomía de primer nivel, productos de calidad, como la sal de sus salinas o la harina de espelta -un cereal altamente energético-, y el aire más puro de Europa. La Sierra Norte de Guadalajara es la gran desconocida de España.
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El clima, el suelo y los habitantes del Parque Natural, que a lo largo de los tiempos han sabido adaptarse a su territorio, han dibujado un paisaje de grandes contrastes donde se encuentran desde abiertos sabinares hasta umbríos hayedos en apenas unos kilómetros, lo que se une a su riqueza arquitectónica y un patrimonio etnográfico de los pueblos negros, como Majaelrayo, Campillo de Ranas, Valverde de los Arroyos o Tamajón, el Umbral del Ocejón, que todo lo preside.
Parque Natural del río Dulce
Una de sus puertas de entrada es el Parque Natural del río Dulce . Allí, en la pedanía seguntina de Pelegrina, estaban los estudios de naturaleza del llorado Félix Rodríguez de la Fuente , fallecido hace ahora treinta años. Fue entre sus cárcavas rocosas donde se grabaron algunos de los episodios más recordados de su serie de El Hombre y la Tierra. El Amigo Félix tiene un monumento en lo más alto del lugar. Desde ese punto, todo lo que abarca la vista es naturaleza.
Saladares y salinas
A menos de diez kilómetros del Río Dulce, está el río Salado . Hace honor a su nombre, no por sus aguas, que no llegan a ser saladas salvo quizá ligeramente en pleno estiaje, sino por el carácter de su valle y sus salinas. Saladares y salinas que proporcionaron riqueza a un amplio territorio en aquellos momentos del pasado en los que la producción de sal a semejante distancia de la costa era una actividad, no ya de importancia económica, sino hasta estratégica, a la que concurrirían reyes, iglesia y nobleza. Hoy, la flor de esa sal, sus mejores cristales, son extraordinariamente apreciados por los cocineros, incluidas las dos Estrellas Michelin que hay en la comarca.
Sigüenza y Atienza, tesoros históricos
Si hablamos de patrimonio histórico, en una comarca de poco más de 800 km2 se ubican dos de los tesoros históricos de España, Sigüenza , ciudad Candidata a ser declarada Patrimonio de la Humanidad, y Atienza , la villa del Rey Pequeño, y su imponente y bella mole de su fortaleza coronando el cerro en el que se asienta, Jadraque , y su castillo en el cerro cónico más perfecto del mundo, o Cogolludo y su palacio mendocino. El recorrido termina en Campisábalos , que junto con Muonio, en Finlandia, y Norman Wells, en Canadá, son los lugares con el aire más puro del mundo.