Seis aventuras inolvidables en Ronda, la cuna del toreo moderno
Una escapada de turismo activo en busca de aventuras y experiencias originales alrededor de este pueblo que es Conjunto Histórico-Artístico y referencia mundial del toreo
Orson Welles y Ernest Hemingway se enamoraron de este pueblo del interior malagueño que desprende magia en sus barrios antiguos y sus prodigiosos miradores. Ronda es también la cuna del toreo moderno desde el siglo XVIII y sobre todo un encantador destino declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1966 entre los Parques Naturales de la Sierra de las Nieves, Grazalema y Los Alcornocales.
Mirador sobre la plaza de toros
Las vistas panorámicas de Ronda y de sus casas colgantes se extienden por toda la ciudad. Desde su afamado parador, situado junto al Puente Nuevo, pasando por el pasaje de Ernest Hemingway, el paseo de Blas Infante o la Alameda del Tajo, los balcones se asoman a la bella serranía. El último de ellos es sin embargo uno del interior, el mirador del Hotel Catalonia, inaugurado en 2017, desde donde se divisa la majestuosa plaza de toros, al tiempo que se puede tomar un café o un cóctel al aire libre o incluso disfrutar de su «infinitive pool» en la azotea. La plaza de toros, construida en 1785, es la más antigua de España y en ella los diestros toreaban a pie desafiando a la clásica lidia a caballo con unas reglas que dieron origen al «estilo rondeño». Junto a la Puerta del Picadero, en 1996 se colocaron dos estatuas de toreros, Antonio Ordóñez y el Niño de la Palma, y bajo los tendidos de la plaza se sitúan las salas de historia de la Real Maestranza, el Museo de la Tauromaquia y la Real Guarnicionería de la Casa de Orleans.
Vuelo en globo
Una de las maneras más originales de asombrarse con la belleza de Ronda es desde las alturas. La empresa Gloobo (www.gloobo.es) propone una una hora de vuelo aerostático sobrevolando el tajo y los alrededores de la ciudad. Al final de la experiencia el capitán contará la historia de los viajes en globo, presidirá la ceremonia de bautizo y entrega de diploma de vuelo aerostático y brindará con una copa de cava.
Vistas desde los puentes
La privilegiada situación de esta ciudad en una escarpada meseta de casi 740 metros de altura en la Serranía de Ronda explica la existencia de sus puentes históricos que se tienden sobre el barranco del río Guadalevín. El Puente Viejo fue construido en 1616 sobre los viejos cimientos árabes y tiene un solo arco de 10 metros de diámetro a 31 metros de altura sobre el río, con cuatro balcones para apreciar las bellezas naturales del Tajo de Ronda y del paisaje del fondo. El Puente Árabe o de las Curtidurías, levantado en el barrio de San Miguel muy cerca de los Baños Árabes, constituyó la entrada principal a Ronda por el este y está formado por un muro de arcos ciegos que forma el acueducto y su sistema hidráulico ha llegado casi intacto hasta nuestros días. Por último, el más espectacular es el Puente Nuevo, de piedra a lo largo de sus 70 metros de altura, que atraviesa el estrecho Tajo de Ronda y divide al municipio en dos partes: el barrio moderno o del Mercadillo y el casco antiguo de la ciudad amurallada. Fue construido a finales del siglo XVIII y es el auténtico símbolo rondeño junto a la plaza de toros.
Descubriendo la tauromaquia
El viaje a Ronda brinda la posibilidad de acercarse al mundo del toro bravo y del caballo español. Rafael Tejada, un torero rondeño con casi diez años de alternativa sobre sus hombros, organiza en Reservatauro (www.reservatauro.com), su ganadería de toros bravos y caballos andaluces pura sangre a 5 km de Ronda, una experiencia para demostrar que «la tauromaquia no es una lucha del hombre con un animal de 500 kilos, sino una comunicación que fluye entre el hombre y el animal a través del capote y de la muleta». Tejada muestra su museo taurino con sus trajes más icónicos y comparte con los visitantes la vida de sus 200 cabezas en todas las fases de su cría y el apasionante proceso de selección de estos animales. La visita individual a este espacio declarado por la Unesco «Reserva de la Biosfera» cuesta 28 euros.
Vía ferrata en el Tajo de Ronda
A unos metros del Puente Nuevo, frente al Tajo de Ronda, los amantes de las vías ferratas pueden disfrutar de una de ellas abierta en 2010, aprovechando los peldaños de hierro que dejó un antiguo equipamiento de la primera mitad del siglo XX. Los peldaños por los que podrás trepar están anclados en gran parte en los muros que se construyeron para asegurar el terreno en el entorno de las ruinas de unos molinos de harina, que fueron abandonados tras un terremoto de 1917. La dificultad de la vía es media-baja y la duración de la experiencia no rebasa las dos horas. Inf: https://sierraventuraronda.com/
Los vinos de la Serranía
Milamores (www.milamoresronda.com) organiza catas y visitas a alguna de las 24 bodegas que operan en la Serranía de Ronda. Esta empresa ha creado un sistema de catas a domicilio y para ello se desplazan a hoteles, casas rurales, casas particulares, restaurantes o al Centro Interpretación del Vino, donde podrás conocer más detalles sobre la Ruta del Vino de Ronda. Si prefieres descubrir una bodega original, una buena opción es Descalzos Viejos, que dirige el argentino Flavio Salesi. Está en un convento trinitario cuyo origen se remonta a 1505 y mantiene unos hermosos frescos de esa época junto a las tinajas donde reposan hoy algunos de los vinos más afamados de la zona.
Más: www.turismoderonda.es
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