
La moda del «glamping»: diez «campings» de lujo en España
De la unión de «camping» y «glamour» surge el «glamping», idea que reconcilia a los sibaritas con la acampada al aire libre
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12345678910Lanzarote Retreats, en Arrieta (Lanzarote)
Los enemigos de los sacos de dormir y las tiendas de campaña escuchan la palabra camping y se echan a temblar. Dormir en plena naturaleza puede ser una experiencia maravillosa para muchos, pero otros son incapaces de pegar ojo tumbados en el suelo y no les atrae nada la idea de lidiar con los insectos o utilizar unos aseos demasiado compartidos. A estos espíritus delicados, cuya versión de la aventura es reservar noche en un hotel de menos de cuatro estrellas, se dirige el fenómeno del glamping.
Esta moda turística está causando furor en todo el mundo. Básicamente, los partidarios del «glamping» respetan el concepto de acampada al aire libre, pero tanto el alojamiento en sí como los servicios son de auténtico lujo. Las tiendas de campaña dejan paso a tipis, yurtas o lodges decorados con buen gusto y equipados con cómodas camas king size y un baño privado con amenities, agua caliente y toallas suaves. Ya no hay excusa para disfrutar de la naturaleza de cerca.
Lanzarote Retreats es un refugio idílico de corte ecológico sembrado de yurtas mongolas, casas de campo y villas de lujo para pasar unas vacaciones sostenibles. La finca insular, ubicada al lado de la playa, está compuesta por diferentes alojamientos singulares de concepción verde. Una opción para el descanso que tiene como reclamos las vistas al mar y a la montaña, jardines y terrazas espaciosas e, incluso, un coche híbrido en alquiler.
El ecoturismo es el protagonista de unas instalaciones donde la estancia puede ser completada con un paseo por parajes increíbles, como los paisajes lunares del parque nacional de Timanfaya, el tubo volcánico de la cueva de los Verdes o la isla de la Graciosa, con solo dos pueblos habitados. Los hospedajes ecológicos varían de precio en función de la capacidad y de los servicios adicionales. El más barato parte de un precio por semana de 490 euros, mientras que el más caro cuesta desde 1.855 euros semanales.
Glamping Airstream, en Alozaina, Málaga
Si buscas un alojamiento exclusivo y diferente sin perder el contacto con los parajes naturales, no dudes en reservar esta caravana plateada de aire retro, con un exterior inspirado en los años 30, pero con un interior contemporáneo al que no le falta de nada: cocina equipada con electrodomésticos, baño completo, dormitorio con cama de matrimonio, sala de estar con sofá y un equipo audiovisual que incluye pantalla plana de TV, equipo de música y DVD.
El exterior merece especial atención, ya que además del mobiliario de jardín y la barbacoa, hay una estupenda bañera de hidromasaje de uso privado. ¿No te atrae la idea de pasar una cálida noche de verano tomando un relajante baño de burbujas a la luz de la luna bajo un cielo estrellado? Dependiendo de la temporada, el precio se mueve entre los 105 y los 120 euros por noche y los 695 y los 800 euros por semana. La estancia mínima es de dos días y todos los huéspedes reciben una cesta de picnic de bienvenida.
Otro Mundo, en Fuente del Taif, Albacete
Reconciliarse con la naturaleza será muy fácil si optas por alquilar una de las dos casas blancas disponibles en este eco-camping. Su forma de cúpula es realmente original y su interiorismo, muy exclusivo, es de estilo vintage, con muebles de segunda mano comprados en mercadillos. Es la oportunidad perfecta para rodearse de naturaleza sin sufrir incomodidades, puesto que tienen baño en suite con ducha solar e inodoro de compostaje.
Los alrededores de la Sierra del Segura son un paraíso para los ciclistas, los senderistas o los observadores de aves. Existen zonas turísticas interesantes como los municipios de Elche de la Sierra, Yeste, Riópar, Ayna o Molinicos. Los días de cambio son los miércoles y los sábados, así que las reservas deben ser de 3, 4 ó 7 días (o de 10, 11 o 14). La casa-bóveda pequeña vale 70 euros por noche, y la grande 95. Hay una oferta cuando se reserva con suficiente antelación, valiendo la primera 60 y la segunda 80 euros.
Casa Nube, en Genalguacil, Málaga
Rodeado de alcornoques, olivos y castaños, este lugar ofrece al visitante una tranquilidad inmensa. Darse un baño en las frescas pozas de los ríos Almarchal o Genal o tomarse por la mañana un zumo recién exprimido con las naranjas de los propios árboles que rodean la yurta donde se descansa son algunas de las posibilidades que ofrece un complejo donde la energía depende de la leña y de los paneles solares.
Las yurtas, casas de los nómadas mongoles, cuentan con una cocina rústica al aire libre, baño privado con ducha, lavabo e inodoro ecológico y mobiliario interior artesanal. Si no puedes vivir sin Internet, no sufras: hay conexión inalámbrica gratuita. En mayo, junio, septiembre y octubre, la noche para dos personas cuesta 65 euros, mientras que en julio y agosto, el coste es de 75. En temporada baja la estancia mínima es de cuatro noches, y para la alta se exigen siete. Del precio de la reserva diaria, los dueños donan dos euros a Aldeas Infantiles SOS.
Casa del Mundo, en Tibi, Alicante
Las caravanas talladas en madera son el gran atractivo de un alojamiento situado en el interior de la Costa Blanca, a solo 25 km de Alicante. Estas estructuras rodantes estás equipadas con cocina y baño privado, además de tener una decoración sencilla pero muy cuidada. También existe la posibilidad de elegir un logde de estilo africano o una casa balinesa con todo lujo de detalles. Todos los huéspedes tienen a su disposición una piscina y un restaurante.
Las actividades que propone este entorno rural van del senderismo a la equitación o a la escalada, aunque también es posible pasar un día en la playa dada su cercanía. El precio por día en temporada baja es de 55 euros para las caravanas más pequeñas y 82 las grandes, mientras que los lodges valen 85 euros. En temporada alta, las casas rodantes cuestan 85 o 140 euros por día según el tamaño y las tiendas de safari, 150. También hay tarifas para temporada media y ofertas por semana completa.
Casa de Laila, en Alhaurín el Grande, Málaga
Para escapar del bullicio de la gran ciudad, nada mejor que un oasis escondido. Con el valle del Guadalhorce como marco, esta localización permite ser testigo de una extraordinaria belleza natural desde una cómoda carpa de lona. Masajes, sesiones de yoga o catering son algunos de complementos de la experiencia. Igualmente, es posible hacer excursiones de un día a Málaga, Ronda, Tarifa, Marbella o el Torcal de Antequera, entre otros puntos de interés turístico.
Las tiendas están llenas de detalles que no dejaran indiferente: pieles de oveja como alfombras, una hamaca exterior, ornamentos marroquíes, etc. Alojarse en una de estas tiendas de campaña tiene un precio de 65 euros por noche para dos personas en los meses de mayo, junio, julio y septiembre. En agosto, el coste sube a 70. Un desayuno continental diario está incluido en el precio. La estancia mínima es de dos noches, y si se reserva una semana, se regala una noche extra.
Cabanes als Arbres, en Sant Hilari Sacalm, Gerona
¿Soñabas de pequeño con vivir en una casa en el árbol? Por unos días, serás el habitante de una aldea de cuento, viviendo en las alturas un entorno rural excepcional. Desde la terraza de la cabaña gozarás de unas vistas estupendas de la montaña. Estas construcciones, a las que se accede a través de un puente colgante o una escalera, no tienen luz ni agua corriente, pero a escasos metros hay una masía con todos los servicios, entre ellos, comedor, duchas y piscina.
La situación privilegiada de estos pequeños hoteles de madera permite al huésped despertar con el canto de los pájaros, mientras que se el desayuno “sube” a la casa del árbol por medio de un cesta. Hay seis cabañas para dos personas y cuatro más con capacidad para cuatro. Los precios para dos son de 110 euros por noche en temporada baja, 120 en media y 130 en alta. Existen suplementos en días especiales, como Navidades y fin de año, así como para estancias de un solo día.
La Jaima, en Benisa, Alicante
Una tienda de campaña beduina en medio del campo es capaz de satisfacer los deseos de los más exquisitos. La jaima ha sido traída directamente de Marruecos y posee los colores típicos: verde, rojo y amarillo. Se trata de un sitio acogedor con capacidad para hasta cuatro huéspedes con cocina y baño privados. Los interiores han sido especialmente diseñados por un experto en interiorismo marroquí.
En el refugio donde está instalada la jaima, situado a unos 500 m sobre el nivel del mar, es posible acceder a una piscina de uso común perfectamente integrada con el entorno. Esta área rural está plagada de especies mediterráneas como el algarrobo, el almendro y el olivo. El precio del alquiler varía en función de las fechas elegidas, moviéndose en un intervalo de entre los 403 y los 663 euros por semana. La limpieza se cobra aparte, al igual que la ropa de cama y las toallas. Hay disponibles bombonas de gas y leña por un coste extra.
Narnia Lodgings, en Zafarraya, Granada
Los pueblos de Andalucía constituyen una de las riquezas más emblemáticas del turismo español. En Granada abundan este tipo de joyas ocultas, rodeadas de paisajes incomparables. Para admirar su esplendor y, al mismo tiempo, respirar el aire puro del campo, es posible alojarse en una tienda de lujo con capacidad perfecta para pasar las vacaciones en familia con los niños.
Se trata de un lugar mágico que nada tiene que envidiar a las comodidades de un hotel de cinco estrellas. El entorno, un bosque de robles, resultará de lo más relajante, puesto que se completa con una piscina-spa con tobogán, un campo de petanca, una mesa de ajedrez, columpios, hamacas… El precio en invierno es de 125 euros por semana y 300 euros por mes, mientras que en primavera y otoño, el coste es de 200 euros semanales y 500 mensuales. En verano, la semana sube hasta los 250 euros y no hay posibilidad de alquilarlo un mes.
Finca Las Cañadas, en Villasbuenas de Gata, Cáceres
Hace unos tres años, los dueños de estos 20 acres de terreno al norte de Extremadura, cerca de la frontera con Portugal, comenzaron a preparar una finca que, a día de hoy, es un remanso de paz entre encinas y alcornoques. La comunión con el medio ambiente en una de estas tiendas de safari es total, dado que las fuentes de energía son el sol y el viento, y hay un manantial de agua natural cerca, huerta y animales de granja.
Tras la lona anti-mosquitos, el cliente encontrará un ambiente íntimo decorado con tonos combinados con gusto. Además de una cómoda cama y muebles a tono, hay una cocina completa y un baño con un plato de ducha con cantos de río. El alquiler semanal, de domingo a domingo, de una carpa para cuatro personas tiene un coste de 575 euros, y la de seis, 675 euros. Se proporciona a los huéspedes una cesta de bienvenida, y se ofrece la posibilidad de desayunar por 5 euros y de comer por 15 euros.