La segunda etapa de transición antes de la llegada de los Pirineos promete un nuevo final agrupado en el Tour, a menos que el viento, muy habitual en esta zona de Francia, influya en el desarrollo de la sexta etapa del Tour, entre Aix-en-Province y Montpellier.
El otro factor agravante puede ser el calor que se anuncia, sobre todo tras la larga etapa del miércoles.
Los 176,5 kilómetros del recorrido son totalmente llanos, con una única dificultad montañosa, el alto de Vayède, de cuarta categoría y situado a más de 100 kilómetros del final.