Peter Sagan celebra su primera victoria en el Tour./Pascal Pavani (AFP)
El ciclismo tiene cosas como las que hemos visto en la primera etapa del Tour, en la que al líder, Fabian Cancellara, el ganador, Peter Sagan, no le dio ni un relevo en el último kilómetro y medio. Cancellara rompió un grupo que ya iba muy estirado en los 2,4 kilómetros finales, con un final de carrera muy retorcido. Se llevó a Sagan y Boason Hagen con él. El eslovaco, demasiado frío, muy formado, con mucha veteranía para tener solo 22 años, dejó hacer al suizo, que se mostró intratable en un tipo de llegada que no parecía irle muy bien.
Ni se inmutó Sagan cuando el maillot amarillo le hizo indicaciones para que le diese algún relevo. Lo normal es que Cancellara se hubiese parado. Con Sagan al lado lo tenía complicado para poder ganar y si se paraba mantendría igual el maillot amarillo. Pero no lo hizo. Se la jugó hasta el final y disputó el triunfo, lo que dice mucho a su favor.
Con un muro de 1,86 de altura y 76 kilos delante, Sagan viajó en una carroza real hasta la meta, totalmente protegido. Solo tuvo que 'sprintar' para vencer. Primer Tour, primera etapa, primera victoria. En el podio saludó a Eddy Merckx, del que dicen que puede ser su sucesor. Su director, Stefano Zanatta, le compara con Lance Armstrong. De momento lleva catorce triunfos esta temporada y no ha terminado el año.
Estamos en Wallonia, la zona de habla francesa de Bélgica, en la que se observa un nivel de vida alto, con pueblos en los que se superponen zonas industriales con campos llenos de cultivos. Si en la salida de Lieja no se notaba una gran afluencia de público, el recorrido de la etapa estaba a rebosar de aficionados. Han comenzado las etapas en línea y han llegado las caídas.
El Tour no tiene mucha montaña en esta edición, pero sigue conservando sus señas de identidad en las primera semana de carrera: nervios, caídas, aficionados que invaden la calzada sin respetar las normas mínimas de seguridad, como el señor que estaba haciendo fotos con los ciclistas metidos dentro de su cámara.
Todo para el final
Basta con recordar lo que sucedió hace un año, con un buen número de corredores que tuvieron que irse a casa debido a los percances que sufrieron antes de que llegasen los momentos que parecían decisivos en la prueba. Y en esas caídas hubo un buen número de corredores españoles. En la primera de ella estuvieron Luis León Sánchez, Rubén Plaza y José Joaquín Rojas, además de Michael Rogers.
En la que montonera que se produjo a veintidós kilómetros de meta los que no pudieron mantener el equilibrio fueron Alejandro Valverde y su compañero Kyrienka. La tensión ha llegado al Tour y ya no se irá hasta que lleguemos a París. Ese es otro a los apartados que convierte el Tour en algo distinto.
De los 198 kilómetros que tenía la etapa, no hubo movimientos compromeedores hasta los veinticinco kilómetros finales. En ese corto espacio de tiempo y de kilómetros, los equipos se reagruparon en torno a sus líderes, para protegerles, con una pelotón en el que se iban desperdigando los esfuerzos a la hora de ejercer un cierto control.
Trabajaron BMC, Lotto y Orica, entre otros. El Liquigas se limitó a dejar bien situado a Sagan. Con eso le bastó. Es un ciclista muy fuerte físicamente. Hace un año, en la Vuelta a España, decía que no conocía las pruebas de tres semanas.
Nació en Zilia (Eslovaquia). Apasionado del moto-cross, su ídolo es Tony Carioli. En el ciclismo le gustaba Jan Ullrich. Son cuatro hermanos: Milan (31 años), Daniela (29) y Juraj (21). Con este último se trasladó a Italia, concretamente a Treviso, para intentar ser ciclista. La primera carrera en la que participó cuando comenzó a andar en bicicleta, la ganó.
Tiene una gran habilidad sobre la bici. El haber practicado mountain-bike, pista y ciclos-cross, además de carretera, le permite tener un gran dominio sobre la bicicleta. En su equipo dicen que es un auténtico malabarista.
Sus inicios fueron en el mountain-bike y ciclo-cross. Era donde podía ganar medallas. Si ahora acumula victorias a pares, ganó cinco etapas en la Vuelta a California y cuatro en la Vuelta a Suiza, se observa que la constante del triunfo ha estado siempre presente en su carrera ciclista.
Corre como un veterano
Ha sido campeón de Europa de ciclo-cross y medalla de plata en un campeonato del mundo, en categoría junior. Sus padres montaron un supermercado y posteriormente pusieron una pizzería.
El año pasado rehabilitaron la casa en la que vivían y ahora alquilan habitaciones en ella. Sagan se ha convertido en muy poco tiempo en la nueva sensación del ciclismo mundial. Lo más sorprendente es que el equipo Quick Step lo tuvo a prueba y lo dejó escapar. No les convenció su rendimiento.
Desde que llegó a Liquigas no ha hecho más que crecer como ciclista. Es cierto que el ataque de Cancellara le facilitó las cosas y le permitió desprenderse de un buen número de rivales.
Sagan, que todavía no está definido como ciclista, ni tampoco se ha centrado en disputar una clasificación general, se dedica a ganar y lo hace bastante bien. Nueve años le separan de Cancellara. Sus movimientos son los de un veterano, los de un superdotado.
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