Picota, Kayla y Boomer echan una pata contra la TCA
El madrileño Hospital Niño Jesús en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos y Purina han presentado los resultados de la segunda serie del estudio sobre el impacto que tienen las intervenciones asistidas con animales para adolescentes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA)
De esta misión también forman parte: Picota y Kayla, dos Golden Retriver y Boomer un encantador mestizo
Después de la pandemia, los TCA o lo que es lo mismo los Trastornos de la Conducta alimentaria están afectando a 400.000 jóvenes en España, incrementándose en un 15 por ciento el número de casos en menores de 12 años. El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús , en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos y Purina , han presentado recientemente los resultados de la segunda serie del estudio sobre el efecto que producen las intervenciones asistidas con animales en adolescentes que sufren trastornos en la conducta alimentaria. El estudio se puso como meta el investigar los beneficios en la sintomatología relacionada con los TCA; así como en variables de salud mental como pueden ser la ansiedad, la calidad de vida y todo aquello que los perros de terapia pueden ofrecer a estos jóvenes.
Cómo se realizó el estudio
Este estudio, puso en marcha su primera serie en pacientes en 2018. En esta segunda se ha llevado a cabo con 32 adolescentes menores de 18 años . Todos ellos diagnosticados con Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA). Se repartieron en dos grupos y que todos ellos siguen el tratamiento en el Hospital de Día psiquiátrico del Hospital Niño Jesús. Estas sesiones -24- se han llevado a cabo entre abril y diciembre de 2021 y se han desarrollado con periodicidad semanal. Cada una de ellas contó con la colaboración y el apoyo de un psicólogo experto en IAA ( Intervención Asistida con Animales ), dos técnicos en IAA y dos perros.
La mecánica y conclusiones
Las sesiones tienen una duración de 50 minutos e incluyen una bienvenida destinada a entrar en contacto con el perro (5 min), una parte principal donde los participantes aprenden nociones básicas sobre el adiestramiento canino. A esta le sigue otra de desarrollo en la que intentan adiestrar a los perros (40 min) y, finalmente, una parte de cierre para despedirse de los perros (5 min).
En la parte principal, los pacientes realizan diferentes actividades y ejercicios con el perro para trabajar progresivamente distintos objetivos que perdiguen mejorar la salud tanto mental como física de los pacientes a través de la vinculación con el animal. Tras la intervención los profesionales analizaron las sesiones y la evolución de los pacientes, y llegaron a una serie de conclusiones entre las que destacan la mejoría más clara se presentó en asuntos relacionados con la desconfianza hacia los demás, los miedos con respecto a las sensaciones sobre su propio cuerpo y el miedo a los cambios corporales. También se identificó una mejoría en la composición tanto corporal como de peso del grupo de intervención respecto al de control.
Beatriz Martínez , doctora y coordinadora del Hospital de Día de Adolescentes del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Niño Jesús confirma su optimismo ante este tipo de iniciativas, «Estas aportan valor añadido al trabajo multidisciplinar que se lleva a cabo en dicha unidad» -y añade- que tanto las familias como los pacientes que han participado «se muestran entusiasmados con la inclusión de los perros en el ritmo habitual del Hospital de Día. Esta experiencia facilita la adquisición de autonomía y responsabilidad en la etapa de la adolescencia».
Esta iniciativa es fruto de un convenio firmado por PURINA con la Universidad Rey Juan Carlos. En palabras de Mark El-Khoury, director general de la marca en España, «estamos convencidos de todos los beneficios que aporta la convivencia con mascotas a la sociedad. Los animales tienen mucho para aportarnos y nuestra intención es seguir poniéndolo de manifiesto en cada acción que podamos». Es ese el motivo por el que desde 2015 la marca de alimentación de mascotas tiene en marcha una serie de investigaciones como esta que permiten seguir recogiendo evidencias relacionadas con el vínculo humano-animal . Como decíamos al principio los llamados TCA afectan en nuestro país a más de 400.000 personas y es por eso y muy importante que toda la sociedad se implicarse en su tratamiento: familia, escuela, empresa y los medios de comunicación.
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