Claves para entender la brecha en el PSOE por la 'ley trans' impulsada por Irene Montero

Estas son las dos posturas beligerantes y que llegaron a plasmar su división al caminar separadas el 8-M de 2022:

Creen que no se ha explicado lo suficiente lo que significaría la 'ley trans' para las mujeres y sus efectos en la infancia, una vez comience su transición de género. Se ha privado, dicen, a la ciudadanía de la discusión sobre las consecuencias prácticas de que una persona cambie su nombre y sexo en el DNI con su sola voluntad expresada en el Registro Civil.

Presentaron a los grupos parlamentarios con representación en el Congreso 24 enmiendas feministas para que esto no se lleve a término.

Agravaría situaciones de conflicto como el impacto en leyes que protegen a la mujer, como la de violencia de género, abuso sexual en baños y vestuarios; y el agravio en la competición deportiva.

Defienden que la aprobación de la 'ley trans' «provocaría la pérdida de confianza en el sistema de la ciudadanía feminista y un distanciamiento de la agenda de las mujeres en un tan asunto crucial».

Hay que contener, defienden, los delitos de odio en aumento que sufre el colectivo transexual con una ley que los proteja. Unidas Podemos impulsó la norma para corregir «la deuda histórica» que la sociedad tiene con las personas transgénero. Esos ataques sitúan a las personas trans es el punto de mira, esgrimen, especialmente durante la infancia. Los discursos de la ultraderecha, consideran, están amenazando la integridad de las minorías y alientan la violencia contra los transexuales.

En la tramitación en el Congreso, insistió la ministra Irene Montero la semana pasada en la tribuna parlamentaria, se valorará «introducir modificaciones siempre que se amplíen derechos para las personas trans y la comunidad LGTBI, como por ejemplo incluir a las personas no binarias y las personas sexuales, pero nunca en el sentido de limitar derechos o retroceder respecto a lo pactado con el PSOE».

Los impulsores y partidarios de la ley creen que servirá para 'despatologizar' la transexualidad. Las personas transgénero son aquellas cuya identidad de género no se corresponde con el sexo asignado al nacer, así que dota a la infancia y juventud de los procedimientos médicos y derechos legales suficientes para cambiar de género por su propia decisión.

Creen que no es incompatible la llamada cuarta ola del feminismo con los pronunciamientos 'queer', que deconstruyen la creencia en el sexo biológico como condicionante de la naturaleza humana para creer más bien en la construcción cultural del género. Así que defienden no «boicotear» esta ley con pronunciamientos en contra de la autodeterminación de género.

Las consecuencias para el PSOE serían «muy graves», opinan, puesto que «podría provocar actitudes de rebeldía similares en cuestiones de especial transcendencia y debate público como pueden ser la República, la gestación subrogada y la prostitución».