El Vaticano publica sus propiedades: posee más de 5.000 bienes en todo el mundo

Publica por primera vez las cuentas del APSA, que gestiona todas sus propiedades

La ciudad del Vaticano Ep

Javier Martínez-Brocal

Aunque Francisco está de vacaciones y continúa su rehabilitación tras la operación de colon, el Vaticano está en plena actividad. Los médicos han desaconsejado al Papa que presida la larga ceremonia en San Pedro por la Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos, pero Francisco sí que tendrá un breve discurso a mediodía en el ángelus.

El Papa está descansando en Casa Santa Marta , pero se mantiene informado al detalle de la actividad de la Curia y ha autorizado la publicación de un largo informe sobre el patrimonio del Vaticano.

Este sábado se dio a conocer que la Santa Sede tiene un patrimonio inmobiliario de 883 millones de euros , en gran parte compuesto por unas 5.000 propiedades. La mayoría de ellas están en Italia, pero también en Francia, Reino Unido y Suiza.

Gran parte de ese patrimonio procede de la reparación entregada por Italia al Vaticano en el Tratado de Letrán en 1929 , como reparación por las expropiaciones durante la caída de los Estados Pontificios.

El ente que se ocupa de gestionar estas propiedades y fondos se llama APSA , siglas de «Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica», que hasta ahora jamás había dado a conocer sus cuentas. En términos generales, el APSA también se ocupa del pago de salarios, oficina de compras y departamento de recursos humanos del Vaticano.

Este sábado, en un inaudito gesto de transparencia, ha publicado un documento de 32 páginas que contiene abundante información. Por ejemplo, explica que cuenta con 4.051 propiedades en Italia, de las que el 92% en Roma, y otras 1.120 en Londres, París, Ginebra y Lausana. El informe no menciona ninguna propiedad en España y tampoco incluye las nunciaturas del Vaticano.

También explica que está alquilando a precios de mercado sólo un 14% de sus propiedades en Italia. El resto lo ha ofrecido con diferentes acuerdos sociales a empleados del Vaticano o a instituciones católicas. Además, aproximadamente el 40% de sus edificios son escuelas, conventos y hospitales.

A lo largo de 2020, estos alquileres en Italia han rendido 2,8 millones de euros, y las del resto del mundo, 13,8 millones. Explica que ha ingresado 8 millones de euros menos que en 2019, también a causa de la reducción o condonación de alquileres a actividades comerciales en apuros durante la pandemia.

En el año de la pandemia el APSA también ha gestionado inversiones financieras en títulos de estado y a plazo fijo por valor de 1.778 millones de euros, que le han reportado unos beneficios de en torno a 15 millones de euros. Apuesta generalmente por inversiones de poco riesgo, que le han asegurado una rentabilidad del 1,53%.

En total, como resultado de los alquileres y de las inversiones financieras, en 2020 el APSA ha obtenido casi 51 millones de euros. También ha pagado 5,95 millones en concepto de impuesto por la propiedad de terrenos o edificios, y otros casi 3 millones por el impuesto de sociedad.

No se trata por tanto de una entidad con finalidad de lucro. Su presidente, el arzobispo Nunzio Galantino , subraya que su principal obligación es «conservar, mejorar y hacer rentable el patrimonio que se le ha confiado». El Vaticano apuesta por inversiones seguras, y que tengan posiblemente impacto social.

Por ejemplo, a finales de 2017 adquirió un inmueble en París por 13,47 millones de euros , pero el vendedor destinó parte de los ingresos a la construcción de una iglesia y de un centro de formación de jóvenes en una «banlieue» de la capital francesa. También gracias a los alquileres en París y Londres ha concedido el uso gratuito de un edificio en el centro de Roma, que la Comunidad de San Egidio y la Limosnería Apostólica han convertido en centro de acogida.

También este sábado, el Vaticano dio a conocer que el balance de la Santa Sede del año 2020 se ha cerrado con un déficit de 66,3 millones de euros .

El encargado de las arcas de la curia vaticana, el jesuita español Juan Antonio Guerrero Alves, reconoce que «no puede decirse que haya sido un año bueno», pero que «gracias a los esfuerzos por recortar gastos, el resultado es mejor del que esperábamos». «Cuando apareció el Covid las previsiones de déficit que hicimos en el mejor escenario eran de 68 millones de euros y, en el peor, de 146 millones de euros», recuerda.

Además, asegura que la reducción de 25 millones en gastos de los departamentos de la Curia vaticana ha permitido dar más ayudas a «las Iglesias de los países más afectados por la pandemia». Como curiosidad, Guerrero Alves explica que el cierre de los Museos Vaticanos y de las catacumbas «ha supuesto pérdidas de 6,7 millones de euros».

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