El Vaticano lanza el llamamiento «Ética en la Inteligencia Artificial»

La cuarta revolución impactará sobre los seres humanos más profundamente que las anteriores

La robot Sophia, en el Mastercard Innovation Forum Isabel Permuy
Juan Vicente Boo

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Mucho más que el vapor, la electricidad o la electrónica, la cuarta revolución tecnológica basada en la Inteligencia Artificial (IA) impactará profundamente en la vida y la autoconciencia de los seres humanos, por lo que el Vaticano ha lanzado este viernes el llamamiento «Ética en la Inteligencia Artificial» , orientado a que el progreso sea humano y no deshumanizante.

Al término de una sesión plenaria de la Pontificia Academia de la Vida en la que han participado también el presidente de Microsoft, Brad Smith, el «número dos» de IBM, John Kelly III, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y otras personalidades, los expertos y protagonistas del cambio tecnológico ofrecen el «Llamamiento de Roma» a la firma de las entidades públicas, educativas, tecnológicas y económicas que quieran sumarse al proyecto de diseñar un futuro plenamente humano .

El llamamiento urge a que la carrera por el desarrollo de la IA no sea como la carrera de armamentos, la carrera de enriquecimiento de empresas o de mal uso de la tecnología por las dictaduras, sino un progreso «centrado en el bien de la humanidad y del medio ambiente» .

Se trata de asegurar que «los seres humanos y la naturaleza sean ayudados por la innovación digital en lugar de sustituidos por tecnologías que se comportan como actores racionales pero no de modo humano».

El documento subraya la importancia de la educación con un enfoque inclusivo, en que «el lema 'no dejar a nadie atrás' sea una realidad». En caso contrario, a la creciente desigualdad económica de muchas sociedades se añadiría una desigualdad en la dignidad human a -con creciente desprecio a las personas menos útiles o menos dotadas-, e incluso una desigualdad biológica a medida que es posible mejorar tecnológicamente las capacidades físicas del cuerpo y del cerebro.

El «Llamamiento de Roma» incide, en segundo lugar, en el terreno de los derechos, subrayando la importancia de la «seguridad digital» y el «derecho a la explicación» sobre el modo en que se programan las máquinas que actúan con inteligencia artificial.

La Pontificia Academia de la Vida y los primeros firmantes destacan la importancia de «promover la 'algorética', es decir, el uso ético de los algoritmos y la IA según seis principios »: transparencia, inclusión, responsabilidad, imparcialidad, fiabilidad y seguridad-privacidad.

Propuestas compartidas

El arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia de la Vida, ha manifestado que «el 'Llamamiento de Roma a la Ética en la Inteligencia Artificial' no es un texto de la Academia sino un documento de propuestas compartidas ; no crea alianzas industriales, ni se casa con nadie ni promociona a nadie».

Intenta, sencillamente, facilitar un debate y orientar un proceso virtuoso en el que la persona humana y el medio ambiente sigan siendo el centro del desarrollo y no potenciales víctimas.

En definitiva, que el creciente poder de la IA no añada otro factor de riesgo globa l que se sume a la amenaza de las armas nucleares y el destrozo de la atmósfera por la combustión desproporcionada e irresponsable de carbón, petróleo y gasolina.

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