El Tribunal de Justicia de la UE se pronuncia contra los 902 y otras líneas de alto coste para atención al cliente

Las empresas europeas no pueden usar números de teléfono de líneas especiales para sus relaciones con los usuarios. Una sentencia del Tribunal Europeo de Luxemburgo publicada este jueves afirma que el coste de una llamada a un servicio de atención al cliente no puede superar al de una llamada normal .

La decisión de los jueces se produce a raíz de una demanda presentada por una organización alemana de defensa de los consumidores contra una empresa que comercializa aparatos electrónicos llamada Comtech , pero es válida para todos los países europeos y significa el fin de los números de teléfono especiales para desalentar a los consumidores .

Esta asociación alemana que lucha contra las prácticas comerciales desleales en la ciudad de Frankfurt (Zentrale zur Bekämpfung unlauteren Wettbewerbs Frankfurt am Main) había denunciado al tribunal regional a la empresa pidiendo que se le ordenase cesar con esa práctica de cobrar un sobrecoste por las llamadas de los usuarios al teléfono de atención al consumidor que figura en su página web.

En efecto, el coste de una llamada a ese número especial es mayor que el de una llamada estándar a un número fijo o a un número móvil. La asociación invocaba la Directiva sobre los derechos de los consumidores que especifica que los consumidores no estarán obligados a pagar más que la tarifa básica por las llamadas a la línea de atención al cliente. La empresa se escudaba en el hecho de que la Directiva no define exactamente la «tarifa básica».

De este modo, la sentencia establece que la «tarifa básica» debe interpretarse de modo que esta no puede exceder del coste de una llamada a una línea telefónica fija del área geográfica correspondiente o móvil estándar, es decir, «una llamada normal».

Los jueces no dicen que sea ilegal que las empresas intenten obtener ingresos extras a través de esas líneas telefónicas, que es lo que hacen al imponer números con tarifas especiales, pero tendrán que hacerlo de otro modo, sin obstaculizar las posibilidades de comunicación de los consumidores.