Las temperaturas récord registradas en junio, en Europa, se asemejan a las del «Valle de la Muerte»
La Organización Meteorológica Mundial no se atreve a atribuirlo al cambio climático, pero habla de que Francia ha sido California estos últimos días
La temperatura récord, de 45,9°C , registrada en la ciudad francesa de Gallargues-le-Montueux, en la región de Provenza, el pasado 28 de junio, es comparable con las que se alcanzan en el desértico «Valle de la Muerte» californiano en pleno mes de agosto, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Sin embargo, aunque esta inusual ola de calor ha sido muy temprana e intensa no puede atribuirse aún al cambio climático, preció la OMM. El organismo señaló que este regímen de altas temperaturas, en el continente europeo, coincide con los escenarios que han sido ya planteados por los científicos.
La temperatura registrada en Francia, de casi 46°C, en Provenza , junto a otros dos récords a 45°C en ese mismo país , pulverizaron todas las mediciones anteriores durante un mes de junio. En España no se superó el récord absoluto de calor que tuvo lugar en el aeropuerto de Sevilla, con 45,2°C, en junio de 1965.
Más altas que en otras épocas del año
De acuerdo con la OMM, a pesar de que la ola de calor está en su recta final, se espera que las temperaturas permanezcan elevadas para esta época del año en numerosas regiones del continente europeo y, en los próximos días, el organismo prevé que en Europa se registrarán temperaturas, entre 1 y 6 grados, superiores a las normales.
En algunas zonas del continente europeo la sequía acompañará a las olas de calor, principalmente en la zona oriental, mientras que las tormentas más violentas se concentrarán en la región occidental. El riesgo de estrés térmico, entre las capas de población más vulnerables, y los incendios forestales será muy elevado, advirtió la OMM.
Los centros meteorológicos nacionales están, en Europa, trabajando en estrecha colaboración con las autoridades locales para poner en marcha un plan de acción que permita proteger el mayor número posible de vidas humanas ya que estos eventos de calor sofocante suelen matar a miles de personas anualmente.
Entre 2000 y 2016, 126 millones de personas estuvieron expuestas episodios de olas de calor en todo el mundo. Cifra que no cesa de incrementarse porque cada vez hay más gente que abandona el campo por la ciudad y allí las temperaturas tienen un promedio más alto. En las zonas urbanas se registra la mayor cantidad de ataques de corazón, deshidratación o problemas respiratorios.
Además de los récords alcanzados en España, Alemania, Francia o Suiza -en las montañas de Davos a 1594 metros se registraron 29,8°-
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