ENTREVISTA
Simone, embarazada con zika: «No estaré tranquila hasta que vea la cara de mi pequeño»
Esta brasileña afincada en Cataluña fue a su país a pasar las Navidades con su marido y regresó con la infección y embarazada
El mismo día que cumplirá 34 años, el próximo 14 de septiembre, Simone Cruz, embarazada de 23 semanas y coinfectada de zika y dengue, sale de cuentas. Ella y su marido, David González, catalán de 27 años, decidieron celebrar las pasadas navidades con la familia de Simone en el estado brasileño de Rondonia. No imaginaron que regresarían a España con dos cargas ocultas en su equipaje. Ambos se contagiaron de zika durante su viaje y ella, que contrajo también dengue, volvió, además, con un bebé en sus entrañas. Sufrieron los síntomas agudos en el país del Amazonas, aunque pensaron que era dengue y no le dieron importancia. Al llegar a Gavà (Barcelona), donde residen, se encontraron con la alarma desatada por la enfermedad y ella, que había sufrido algunos retrasos, decidió hacerse la prueba de embarazo. Al dar positiva, se sometió a las analíticas que confirmaron su coinfección. Ahora su cuerpo está libre del virus y el feto sigue desarrollándose con normalidad, aunque, según explica, hay un mínimo riesgo de que el virus siga aún en la placenta. «No estaremos tranquilos hasta que le veamos la cara», afirma en declaraciones a ABC.
—¿Cuándo supo que estaba embaraza y tenía zika?
—En Brasil me hice una prueba de embarazo porque tenía retrasos pero salió negativa, quizás porque ya estaba mal y se alteró el resultado. Al llegar a Gavà mi marido y yo vimos la alarma desatada por el zika y empecé a preocuparme. Los síntomas del dengue y el zika son parecidos, fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza... Allí todos los que padecen este cuadro deciden que es dengue y no le dan más vueltas. Nosotros pensamos que era eso y tomamos los remedios que toma habitualmente mi familia. Frenamos el cuadro agudo, aunque a mí me salieron unas erupciones por todo el cuerpo que no me cuadraban. Al llegar aquí, el 6 de enero, seguía con desarreglos en la menstruación y dos semanas después me decidí a repetir la prueba de embarazo, que salió positiva. Fue una sensación agridulce lloré de alegría pero también de angustia porque mis manchas no habían desaparecido y podía tener zika. Me lo confirmaron en febrero.
—¿Qué sintió en ese momento?
—Sentí angustia y preocupación. Fue un momento duro porque no sabía que podía pasar a mi bebé. Me habían hecho una ecografía que estaba bien pero quedaba mucho embarazo y los médicos del Clínic no nos escondieron que había riesgo de que nuestro bebé naciera con malformaciones.
—¿Cómo ha vivido el embarazo desde entonces?
—Pues, con preocupación, aunque me siento muy acompañada y controlada por los médicos que me atienden en el Hospital Clínic , que me realizan ecografías cada dos semana. Desde un primer momento, les dejamos claro que queríamos saber la verdad por dura que fuera, sin matices. Por ahora, pasado el quinto mes de embarazo , todo han sido noticias positivas, esperamos que siga así. El virus ya no está en mi organismo, aunque, según me explicaron, hay un mìnimo riesgo de que siga en la placenta.
—¿Cómo asumió la noticia de que otra de las cinco embarazadas con zika que hay en Cataluña, justamente la que está coinfectada de dengue como usted, geste el primer bebé en España con microcefalia?
—Me enteré de la noticia a las once de la noche cuando David y yo mirábamos las noticias por internet. Leímos: «Primer caso de microcefalia en España de una mujer coinfectada de dengue y zika». Me cayó el mundo encima porque, al no dar más datos, pensé que era yo. Empezamos a angustiarnos, aunque no cuadraba con la evolución de nuestro embarazo porque justo aquella mañana me habían realizado una ecografía específica para revisar la cabeza de mi bebé y no habían encontrado nada raro. Pese a todo, envié un watsapp a mi doctora, que, dadas las horas, no nos contestó hasta el día siguiente. No pegamos ojo en toda la noche. A las ocho de la mañana la doctora me tranquilizó y me confirmó que yo no era.
—¿Se han planteado qué harían si su bebé estuviera afectado?
—Prefiero no pensarlo. De momento, lo previsible es que todo vaya bien porque todas las ecografías han salido perfectas. Si se diera el caso, mi marido y yo nos lo pensaríamos mucho porque es una decisión muy dura y complicada. Ahora, ya estamos más tranquilos y hemos empezado a ilusionarnos con las compras para nuestro pequeño. De momento, ya tenemos la cuna.
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