«Da la sensación de que nadie quiere venir al hospital»

Hay vida en los hospitales más allá del servicio de Urgencias. Eso sí, se desarrolla a un ritmo mucho menor que habitualmente. Las prisas y la notable carga de trabajo provocadas por el coronavirus en Emergencias contrastan con la situación en el resto de especialidades médicas, donde se han cancelado las operaciones y las consultas que no son urgentes. Este hecho da lugar a escenas que, en cualquier otro momento, serían incomprensibles, como que los pacientes se alegren de que les cancelen una cita programada con anterioridad.

Un médico especialista del Hospital Clínico de Madrid, que prefiere mantener el anonimato, reconoce que hay orden de cancelar todas aquellas consultas que no sean prioritarias. Explica que, de media en un miércoles cualquiera, puede pasar más de veinte consultas pero que ahora, como mucho, son cinco. «Y algunos han venido porque no pudimos contactar con ellos anteriormente para avisarles de que no vinieran», añade el facultativo, que también reconoce que algunos de estos pacientes reciben de buen grado la llamada con la que les cancelan la cita.

«Una señora me comentó ayer que se quedaba mucho más tranquila porque no le hacía mucha gracia venir con toda la crisis del coronavirus», subraya este doctor, quien también reconoce que aquellos que acuden a su consulta porque no les queda más remedio, tampoco se recrean en su estancia en el hospital: «La gente quiere marcharse enseguida, da la sensación de que nadie quiere venir al hospital».

Otro doctor especialista, pero en este caso de traumatología, refrenda que las jornadas son más tranquilas que antes de que estallara la crisis del coronavirus. «Aquí hay menos gente que nunca», comenta el médico. También especifica que su actividad rutinaria se ha visto notablemente reducida puesto que «mas de la mitad» de su actividad corresponde a intervenciones en quirófano y hay orden de únicamente llevar a cabo las más urgentes, igual que con las consultas.

«Principalmente operamos fracturas y a pacientes oncológicos, es decir, todo lo que no se puede posponer», remarca el especialista, que también indica que a aquellos casos de enfermos de otras provincias que tendrían que habaer sido intervenidos en estas jornadas, el seguimiento se hace de manera telefónica a falta de reasignar una fecha para pasar a quirófano.

Sin embargo, y como consecuencia del miedo al coronavirus, el médico también confiesa que se han topado, aunque en contadas ocasiones, con algún paciente al que no han podido operar porque no se presentó pese a que su cita seguía en pie.