Sánchez relega al encuentro con las regiones las nuevas medidas
La oposición critica el nulo contenido de su declaración institucional
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Que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , utilizara ayer casi 20 minutos de la mañana para decir en una declaración institucional que la fecha de la Conferencia de Presidentes de urgencia será el miércoles 22 por la tarde, causó estupor en la oposición y hasta en sus propios socios de investidura. Además, dicha reunión extraordinaria ya había sido anunciada antes de ayer por el Ejecutivo (únicamente había que confirmar la fecha) y no hizo ninguna declaración nueva. Las navidades de Ómicron, con una gigantesca explosión de casos, no merecen aún la toma de restricciones.
El Gobierno escuchará dos noches antes de Nochebuena las medidas que plantean los presidentes autonómicos . De hecho, el Ejecutivo no cuenta esta vez con ningún plan conjunto con las 17 comunidades. Ayer, dos barones del PP, el presidente murciano Fernando López Miras y el dirigente gallego, Alberto Núñez Feijóo, confiaban en que al menos el encuentro tenga contenido . El presidente de la Xunta exigió al Gobierno que no sea otra reunión que derive en una «foto más, porque será una ocasión perdida».
Por su parte, el líder del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla, dijo ayer que «hacía mucha falta» esta convocatoria de llamada a la cogobernanza, que ya había pedido en reiteradas ocasiones el lendakari Íñigo Urkullu estos últimos meses. También confirmó su asistencia a la reunión telemática el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
En riesgo muy alto
Pero la fórmula escogida por Sánchez desconcertó a la oposición. PP, Vox y Cs cargaron contra el jefe del Ejecutivo al no entender la necesidad de una declaración institucional que no sirvió para presentar medidas ante el crecimiento desbocado de contagios y el avance a pasos agigantados de la variante Ómicron, que en zonas como Madrid ya representa más de la mitad de los nuevos casos. Lo que hizo Sánchez fue más bien enfatizar que se necesita «intensificar» la toma de decisiones, expuso la gravedad y la preocupación que requieren los últimos datos y al mismo tiempo llamó a la tranquilida de la ciudadanía. Para hacer lo que hizo, denunció Pablo Casado desde Aragón, «bastaba un tuit» . Mientras, las cifras del Covid en España, que también repitió el líder socialista, son de una incidencia de 511 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días –datos del viernes– y en riesgo de transmisión muy alto. Todo a pocos días de sentarnos a la mesa con todos los familiares.
Durante su intervención, Sánchez volvió a incidir en el uso de la mascarilla, sin llegar aún a restituirla en los exteriores como sí hacen ya algunos presidentes regionales tales como el andaluz, Juanma Moreno. También recordó la necesidad de seguir utilizando el gel hidroalcohólico pese a que, según los últimos estudios publicados, ya se sabe que la transmisión del coronavirus no se produce por contacto. Solo en uno de cada 100.000 casos podría ocurrir, pero Sánchez omitió cualquier medida de ventilación y control de aforos o comensales restrictiva para las segundas navidades en pandemia, las navidades de Ómicron. «La vacunación es la mejor arma contra el virus y debemos perseverar en ella», repitió el presidente.
Sánchez subrayó que el viernes, por ejemplificar, se administraron medio millón de vacunas y que en la carrera infantil, en solo tres días, un 5% de los niños de 5 a 11 años en España ya tienen la primera dosis.
De la cumbre de presidentes del miércoles sí podrían salir nuevas normas, se intuyó de las palabras de Sánchdez. «El objetivo es el análisis de la evolución de la pandemia y el estudio de medidas compartidas para hacerle frente», dijo. La reunión telemática se centralizará en el Senado.
Comparecencia inútil
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, insistió en que sus palabras volvieron a suponer «mucho ruido y pocas nueces», y opinó que su comparecencia solo sirvió para «justificar» que vuelve a usar el Falcon para acudir a un acto de partido. Sánchez compareció ayer desde la Delegación del Gobierno en Cataluña después de asistir al congreso extraordinario del PSC.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, tuiteó antes de las palabras de Sánchez que «nunca habla para nada bueno» y «nunca anuncia nada cierto». Pero después de escucharlo fue más mordaz: «Aunque a veces Sánchez habla y habla para no decir nada».
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas , dijo compartir con el Gobierno «el mensaje de prudencia y tranquilidad», pero lamentó que la declaración se quede ahí. «Desde hace semanas debería haber apostado por la prevención sin restricciones: test masivos, rastreos, refuerzo de la Atención Primaria y criterios únicos para toda España», apuntó Arrimadas. Ciudadanos recuerda que desde hace meses exigen al Ejecutivo un plan nacional que «evite 17 criterios distintos y cambiantes» y critican que se deje la gestión a las comunidades autónomas y de «improvisar» una reunión a las puertas de la Navidad.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya admitía el pasado sábado por la tarde que en las últimas 48 horas se dio «un punto de inflexión» en el aumento de contagios. Y eso que el Gobierno llevaba semanas trasladando relajación y diciendo que no se iban a necesitar medidas adicionales pese a la incertidumbre que acechaba la Navidad.
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Lo cierto es que la situación actual dista por las vacunas de la que atravesaba España las pasadas Navidades. La incidencia rondaba los 200 casos por 100.000 habitantes en las mismas fechas de 2020. Por entonces, solo Baleares superaba los 300 casos. En cambio, esta semana once comunidades junto a Ceuta y Melilla se encuentran en riesgo muy alto de transmisión del virus, es decir, más de 500 casos. Navarra, a la cabeza, alcanza 1.359 y País Vasco, 1.038.
En cuanto a la presión asistencial, las UCI se encuentran ocupadas al 14,03% de media , frente al 20,44% que registraban el año pasado, preludio de la tercera oleada que estaba a punto de sacudir al país. En cuanto a hospitalización, los pacientes con Covid suponen un 5,35% del total, frente al 9,21% de la Navidad anterior. El número de fallecidos también ha disminuido drásticamente con el avance de la vacunación: la pasada semana fallecieron 195 personas; en 2020 por estas fechas, 789.
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