La primera granja de pulpos pone en un dilema a la acuicultura
La puesta en marcha de este criadero en las Canarias enfrenta a Nueva Pescanova con grupos animalistas
El Puerto de La Luz y de Las Palmas contará con la primera granja de pulpos del mundo, en un proyecto pionero que lidera Nueva Pescanova . Tras lograr el hito histórico de cerrar el ciclo de reproducción del pulpo en cautividad, este proyecto será punta de lanza para la acuicultura internacional, y convertirá a la ciudad en exportadora mundial de este alimento.
Esta granja dará empleo a 100 personas de forma directa y otras 350 de forma indirecta, además de los trabajos derivados de la construcción, y será capaz de producir unas 3.000 toneladas anuales de pulpo. Estará ubicada dentro del recinto de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, con 52.691 metros cuadrados en la dársena África y contará con dos edificios, una zona de almacén y oficina. En el inmueble principal habrá dos plantas prefabricadas de hormigón armado pretensado, donde se criarán los pulpos alevines en su proceso de crecimiento hasta alcanzar la talla final. A las larvas se las alimenta con algas, y los pulpos luego se alimentan con pienso y cangrejo, en un proceso de desarrollo de entre 6 a 15 meses. Tras este periodo pasarán a los tanques donde completarán su desarrollo antes de llegar al punto final de procesado, limpieza, clasificación, envasado y congelación.
Será una granja en tierra, con zona de piscina para cría. Los tanques obtendrán el agua directamente del mar, en una captación que se realizará a 16 metros de profundidad y a unos 260 metros del dique de La Esfinge. Con un consumo medio de 150,000 metros cúbicos de agua, la empresa se ha decantado por Las Palmas de Gran Canaria por tener la capacidad y espacio para alojar toda la producción y la calidad y temperatura del agua idónea para esta actividad. Este oficio viene de antaño, ya que tiempo atrás el puerto de la capital grancanaria fue el principal exportador de pulpos del mundo.
Desde el puerto de La Luz y de Las Palmas serán e xportados congelados en contenedores a todos los rincones del mundo, principalmente Unión Europea, Estados Unidos y el continente asiático, mientras desde el aeropuerto de Gran Canaria los ejemplares frescos serán distribuidos a mercados gourmet.
El proyecto que llevará a los pulpos 'made in Gran Canaria' a todo el planeta podría empezar a tomar forma en 2023, fecha en la que Nueva Pescanova prevé tener operativa esta planta. La empresa gallega buscará obtener financiación de los fondos Next Generation, y prevé una inversión de 45 millones de euros.
Este proyecto se encuentra a la espera de informe de impacto ambiental del Gobierno canario, tras superar el trámite de competencia. La consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca señala a ABC que « si cumple con la normativa se le dará permiso para su implantación». Es «un hito desde el punto de vista científico» y será «el primer lugar del mundo donde se cultiven pulpos que tienen el ciclo ya cerrado», comentan fuentes de la Consejería. Para ello, Pescanova compró «los derechos a una investigación que realizó el Oceanográfico». Nueva Pescanova considera el proyecto «necesario» para «proteger una especie de gran valor ambiental y humano», muy rico en proteínas y muy bajo en grasas.
Para la empresa, la acuicultura es «la solución posible y necesaria», avalada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), porque la población humana crece y, si solo consumiésemos productos del mar capturados, «pondríamos en peligro su conservación». Pescanova ya investiga «la optimización del bienestar del pulpo común bajo condiciones de cultivo» y el desafío ambiental que supone la alimentación del pulpo de cultivo con criterios de máxima sostenibilidad, de acuerdo con las directrices europeas.
El proyecto de Nueva Pescanova no empezó de un día para otro. Han sido 20 años de trabajo e investigación para lograr un hito en la ciencia. De la mano del Instituto Español de Oceanografía (IEO), se logró en 2019 algo que durante años había sido imposible, cerrar el ciclo de reproducción en cautividad del pulpo. Eduardo Almansa, científico titular del IEO, explica a ABC que su grupo participó en un proceso «crucial» al lograr un protocolo que consiguió que «las larvas se desarrollen adecuadamente con buena supervivencia».
De acuerdo a los estudios del equipo que lidera Almansa, hay que «buscar alternativas ante el incremento de la demanda» porque de lo contrario «las pesquerías podrían arrasar y sobreexplotar la especie». Hay que «intentar por todos los medios una gestión de acuicultura sostenible y estudiar modelos para que se haga con el bienestar animal».
«No hay datos suficientes para evaluar si el pulpo sufre o no » en cautividad aunque se trabaja en ello, y en los próximos años se podrían tener resultados con base científica. A su juicio « hace falta trabajo para ver las medidas de cautividad en las que no sufra el animal». El papel de la ciencia es «aportar datos al debate para que la sociedad sea la que decida» y asegura positivo este dilema para «poner el bienestar animal en la agenda política».
Una macrogranja cruel
El proyecto, desde que comenzaron a desvelarse algunos de sus datos, contó con la oposición frontal de grupos animalistas, más de 60 y de todo el mundo. Esta granja de pulpos «no es más o menos cruel que cualquier otra, pero es la primera del mundo», afirman.
PACMA asegura a ABC que los pulpos son animales que «no están protegidos por ley, totalmente desamparados» y con los que las empresas «pueden hacer lo que quieran sin tener en cuenta sus necesidades o su capacidad de sentir».
Basándose en expertos, como la doctora Elena Lara, PACMA defiende «la enorme inteligencia de estos animales y su potente capacidad de sentir», que se desprende de «su carácter solitario que les aleja constantemente de otros individuos, por lo que es fácil imaginar qué ocurriría si hacinaran a cientos, o miles de ellos, en tanques». Son animales «muy curiosos e interactivos que necesitan estímulos constantes para alcanzar un desarrollo cognitivo adecuado» algo de lo que «se les privará en estas explotaciones».
Quieren que Nueva Pescanova « se lo piense dos veces , del mismo modo que la Autoridad Portuaria, el Gobierno de Canarias y la consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca», que son quienes, al final, tienen la última palabra sobre esto. «Es importante que se extienda la conciencia sobre el sufrimiento que padecen también las especies marinas a causa del ser humano». Desde el partido, temen que «sea un escalón, un impulso para una oleada de aperturas de explotaciones similares».
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