El Papa lava los pies a tres mujeres y nueve hombres en una cárcel de Roma
«Este Jueves Santo, Jesús nos enseña que debemos ocuparnos de los otros de un modo desinteresado», les ha dicho
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Cada vez que el Papa visita un lugar especial, salen a recibirle cientos o miles de personas para darle la bienvenida . Pero este Jueves Santo, en la puerta de la cárcel Civitaveccia Nuovo Complesso nadie estaba autorizado a esperarle en la puerta .
Cuando ha llegado, en torno a las cuatro de la tarde, le han recibido solo la ministra de Justicia italiana, Maria Carla Cartabia , y la directora de la cárcel, Patrizia Andreozzi . Ellas le han acompañado inmediatamente a la capilla, donde ha querido comenzar este año el Triduo de Semana Santa.
En una capilla sin vidrieras y con pequeños ventanucos con rejas, sentados en recios bancos de madera, le han recibido casi 200 reclusos, pero también agentes y funcionarios de este centro penitenciario a 80 kilómetros de Roma .
Durante la misa, el Papa ha lavado los pies a doce personas que están cumpliendo condena, tres mujeres y nueve hombres , que se dejaron hacer conmovidos y perplejos. El Vaticano no ha comunicado sus datos, pero en las imágenes distribuidas pudo verse que son de edades y nacionalidades muy variadas . Para eludir su problema de rodilla, que le impide agacharse, ellos estaban sentados en un palco elevado.
El Papa ha tomado entre sus manos el pie de cada una de estas personas, ha versado un poco de agua, y lo ha acariciado, besado y secado. Un gesto de ánimo y humanidad que evocaba « el derecho a la esperanza y el derecho a recomenzar », como ha explicado el capellán de la prisión.
«Jesús nos enseña sencillamente esto: que hay que lavarse los pies unos a otros», les ha explicado el pontífice en la homilía. « Nos enseña que entre vosotros debéis ocuparos unos de otros, sin buscar un interés : qué bonito sería si fuera posible hacerlo todos los días y a todas las personas», ha añadido invitándolos a cultivar ese «deseo de ponerse al servicio de los otros y perdonarse».
«Dios perdona todo y perdona siempre, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón»
El Papa ha explicado que el gesto de lavar los pies que hizo Jesús se tradujo más adelante en otro aún más poderoso : « Cuando llama 'amigo' a Judas, el traidor, y lo espera hasta el final, le perdona todo . Dios perdona todo y Dios perdona siempre, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón».
La mayoría de los que escuchaban al Papa son personas que están esperando juicio y sentencia definitiva , o que han sido condenadas a menos de cinco años de prisión. Consciente de esto, el Papa ha explicado que él, como sacerdote no juzga a ninguno. «Intento servir a todos. Ya hay otro que nos juzga, Dios». « Es un juicio extraño, el Señor juzga y perdona », ha aclarado.
Antes de marcharse, en la zona dedicada a los encuentros entre los prisioneros y sus familiares, Francisco se ha detenido para saludar a más de 50 personas , que representaban a los reclusos, funcionarios y personal de la prisión.
Esta cárcel fue inaugurada hace 30 años en la vía Aurelia . Tras sus vallas de alambre y sus muros de hormigón, viven 465 detenidos, aunque tiene capacidad para 350 . Es uno de los centros penitenciarios italianos que más hacen por la reinserción. Hace dos años, algunos de sus prisioneros protagonizaron la película italiana Fortezza, que se rodó dentro de sus muros y que fue seleccionada para los festivales de cine de Roma y Rotterdam.
Entre los oficios que aprenden en este centro penitenciario está el de artesano de belenes navideños. Por eso, orgullosos, han entregado uno al Papa para que se acuerde de ellos en el Vaticano . También Francisco ha salido de la cárcel con algunos productos de la huerta cultivados en la cárcel por los internos . Desde el principio de su pontificado, Francisco ha dado especial relieve al rito del lavado de los pies en la ceremonia del Jueves Santo, que evoca el gesto que Jesús realizó con los apóstoles en la Última Cena . De hecho, en 2016 sustituyó las normas litúrgicas para permitir que participaran también mujeres.
El Papa Francisco ya ha celebrado otras veces el rito del lavado de pies en cárceles de Roma y alrededores. Pocas semanas después de ser elegido Papa, en 2013, celebró esta misa en la cárcel de menores de Casal del Marmo. En 2015 fue a la de Rebibbia, y en 2018 a la cárcel de Regina Coeli, muy cerca del Vaticano . Más adelante, en 2017, estuvo en la prisión de máxima seguridad de Paliano y en 2019 en la de Velletri.
Debido a las restricciones impuestas por el Covid, suspendió estas visitas del Jueves Santo en 2020 y 2021, aunque el año pasado , s in dar explicaciones, celebró en privado esta ceremonia en casa del cardenal Angelo Becciu , que aún sigue en espera de ser procesado.
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