El Papa Francisco: «La guerra en Ucrania quizá fue provocada o no evitada»

Denuncia el interés por probar y vender armas y dice que estamos ante una Tercera Guerra Mundial. «No se puede interpretar la guerra en Ucrania en términos de buenos y malos, sin razonar sobrelas raíces e intereses que hay detrás»

REUTERS
Javier Martínez-Brocal

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El Papa Francisco dice que la guerra de Ucrania no puede leerse con el esquema de Caperucita Roja, en el que «ella era la buena y el lobo era el malo. Aquí no hay buenos y malos metafísicos, de forma abstracta». « Lo que estamos viendo es la brutalidad y la ferocidad con la que esta guerra está siendo librada por las tropas, generalmente mercenarias, utilizadas por los rusos. Pero el peligro es que veamos sólo esto, que es monstruoso, y no veamos todo el drama que se está desarrollando detrás de esta guerra, que quizás fue de alguna manera provocada o no evitada», asegura el Pontífice.

En concreto, invita a notar «el interés en el testeo y venta de armas». «Es muy triste, pero al final es lo que está en juego», asegura.

EFE

Lo hace en una entrevista realizada por directores de las diez grandes revistas culturales de los jesuitas, entre ellos el sacerdote Jaime Tatay de la publicación española 'Razón y Fe'. El diálogo tuvo lugar hace varias semanas, el 19 de mayo, pero se ha dado a conocer este martes. «Alguien podría decirme en este punto, ‘¡pero usted está a favor de Putin!’ No, no lo estoy. Sería simplista y erróneo decir tal cosa. Estoy en contra de reducir la complejidad a la distinción entre buenos y malos, sin razonar sobre las raíces e intereses (de esta guerra), que son muy complejos. Mientras vemos la ferocidad, la crueldad de las tropas rusas, no debemos olvidar los problemas para tratar de resolverlos», propone.

«Alguien podría decirme en este punto, ‘¡pero usted está a favor de Putin!’ No, no lo estoy. Sería simplista y erróneo decir tal cosa. Estoy en contra de reducir la complejidad a la distinción entre buenos y malos»

En opinión del Papa, «está surgiendo (un conflicto) global, con elementos muy entrelazados», de modo que «hoy se ha declarado la Tercera Guerra Mundial». Por eso, propone interrogarse sobre «qué le pasa a la humanidad que ha tenido tres guerras mundiales en un siglo». Este martes ha completado su análisis con un texto publicado para preparar la Jornada Mundial de los Pobres del próximo 13 de noviembre. « La guerra en Ucrania vino a agregarse a las guerras regionales que en estos años están trayendo muerte y destrucción. Pero aquí el cuadro se presenta más complejo por la directa intervención de una 'superpotencia', que pretende imponer su voluntad contra el principio de autodeterminación de los pueblos», escribe.

El Pontífice usa palabras aún más duras sobre Rusia, pues apunta que «se repiten escenas de trágica memoria y una vez más el chantaje recíproco de algunos poderosos acalla la voz de la humanidad que invoca la paz».

A lo largo del diálogo con los directores de publicaciones jesuitas el Papa elogia repetidamente a Ucrania, «un pueblo valiente, que lucha por sobrevivir y tiene una historia de lucha». «Me gustaría destacar el heroísmo del pueblo ucraniano. Lo que tenemos ante nuestros ojos es una situación de guerra de intereses globales, venta de armas y apropiación geopolítica, que está martirizando a un pueblo heroico», sintetizó.

En la conversación les aconseja «transmitir el drama humano de la guerra» para que la sociedad conozca lo que está ocurriendo. Se trata del «drama humano de esos cementerios, el drama humano de una mujer a cuya puerta llama el cartero y que recibe una carta de agradecimiento por haber dado un hijo a la patria, que es un héroe de la patria».

Por otro lado, al Papa le preocupa el futuro a medio plazo de los refugiados ucranianos. «Me pregunto, ¿qué pasará cuando se pase el entusiasmo por ayudar? Tenemos que mirar más allá de la acción concreta del momento, y ver cómo apoyamos a estas mujeres para que no caigan en el tráfico, para que no sean utilizadas, porque los buitres ya están dando vueltas», solicita.

La nueva silla gestatoria

En la entrevista confirma que espera reunirse en septiembre en Kazajistán con Kirill, el Patriarca ortodoxo de Moscú , («espero poder saludarlo y hablar un poco con él como pastor»); asegura que un jefe de Estado, («un hombre sabio, que habla muy poco, muy sabio») le dijo meses antes de la invasión rusa que estaba preocupado «por la forma en que se movía la OTAN, pues ‘están ladrando a las puertas de Rusia. Y no entienden que los rusos son imperiales y no permiten que ninguna potencia extranjera se acerque a ellos’. Ese jefe de Estado supo leer las señales de lo que estaba ocurriendo», declaración que él repitió y provocó cierta polémica; y bromea con su silla de ruedas a la que llama «la nueva silla gestatoria».

El Papa también afronta cuestiones internas de la Iglesia e ironiza sobre el camino sinodal alemán, que en los documentos de trabajo avanza propuestas como la ordenación sacerdotal de mujeres o el celibato voluntario para sacerdotes. « Al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Bätzing , le dije: ‘Hay ya una muy buena Iglesia evangélica en Alemania. No necesitamos dos’», explica el Papa. Además, le preocupa que esa discusión sinodal se limite a «élites intelectuales y teológicas», y quede «influenciada por las presiones externas». En el caso de la Iglesia en Occidente le preocupa «el restauracionismo» de obispos y líderes religiosos que «el Concilio que más recuerdan es el de Trento», y olvidan el Concilio Vaticano II.

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