El Papa asegura que le gustaría «acompañar» a los ateos a belén «como hizo la estrella con los Reyes Magos»
Ha reflexionado sobre el significado de todos los personajes del belén
Durante su encuentro semanal con los peregrinos, mientras saludaba a algunos de sus colaboradores de la Secretaría de Estado, el Papa ha respondido a una llamada telefónica. Un asistente se le ha acercado directamente con el teléfono en la mano y el Papa ha aceptado responder.
Aparentemente estaba esperándola. El diálogo ha durado poco más de treinta segundos y el Vaticano ha evitado explicar con quién estaba hablando. Una vez terminada la llamada, el Papa ha retomado los saludos como si nada.
En agosto el Papa también interrumpió los saludos para atender una llamada, que procedía del número tres del Vaticano, Edgar Peña Parra , aunque no trascendió el contenido.
Este miércoles han participado unos 4 mil peregrinos , y el encuentro ha tenido sabor familiar y navideño gracias a los villancicos de algunos participantes. Francisco les ha recordado en su catequesis que la Navidad permite evocar «el evento del que no puede prescindir la historia , el nacimiento de Jesús».
El Papa ha reflexionado sobre algunos personajes «secundarios» que aparecen en el relato de los Evangelios y que están en los belenes de millones de familias de todo el mundo: el ángel, los pastores, la estrella y los reyes magos.
«El ángel es un mensajero de Dios; la estrella nos recuerda que Dios creó la luz y que el Niño será 'la luz del mundo', que ilumina a todo hombre, que 'brilla en las tinieblas y las tinieblas no la han vencido'», explicó. «Los pastores personifican a los pobres de Israel, personas humildes que viven interiormente con la conciencia de lo que les falta, y que precisamente por eso confían más que los demás en Dios. Fueron los primeros en ver al Hijo de Dios hecho hombre, y este encuentro les cambió profundamente», recordó el Papa.
Sobre los tres magos , añade que «los Evangelios no nos dicen que fueran reyes, ni el número ni sus nombres. Lo único que sabemos con certeza es que desde un país lejano de Oriente -se puede pensar en Persia, Babilonia o el sur de Arabia- partieron en busca del Rey de los judíos, al que identificaban en sus corazones con Dios, porque decían que querían adorarlo».
Por eso, esos tres personajes del belén, «representan a los pueblos paganos , en particular a todos aquellos que a lo largo de los siglos han buscado a Dios y se han puesto en marcha para encontrarlo. También representan a los ricos y poderosos, pero sólo a aquellos que no son esclavos de la posesión, que no están 'poseídos' por las cosas que creen poseer».
«Y luego, me gustaría acompañar a Belén , como hizo la estrella con los Reyes Magos, quienes no tienen inquietud religiosa, quienes no se plantean la cuestión de Dios, y a quienes atacan a la religión, a los que se llaman impropiamente ateos», ha añadido.
Para ellos ha escogido unas palabras del Concilio Vaticano II: «El reconocimiento de Dios no se opone a la dignidad humana, ya que esta dignidad tiene en el mismo Dios su fundamento y perfección. La Iglesia sabe perfectamente que su mensaje está de acuerdo con los deseos más profundos del corazón humano».
En definitiva, ha sintetizado el Papa, «el mensaje es que el nacimiento de Jesús es un evento universal que concierne a todos los hombres y mujeres».
«Hoy quiero invitar a todos los hombres y mujeres de la gruta de Belén a adorar al Hijo de Dios hecho hombre. Que cada uno de nosotros se acerque al pesebre que tiene en su casa o en una iglesia, y que intente hacer un acto de adoración: 'Creo que eres Dios, que este niño es Dios'. Pidamos la gracia de la humildad para poder entenderlo», ha sugerido. «Si no somos humildes no encontraremos a Dios, sólo podremos encontrarnos a nosotros mismos», ha explicado.
«¡Feliz Navidad!» , ha concluido el Papa. «Tendremos felicitaciones, estaremos con la familia, todo esto siempre es bonito. Pero que también nos demos cuenta de que Dios viene 'para mí'. Que cada uno repita: Dios viene para mí», ha invitado.
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