El Papa advierte que la pandemia erosiona el estado de derecho «incluso en países de antigua tradición democrática»
Denuncia que «algunas legislaciones se distancian del deber esencial de proteger la vida»
En su discurso a los 185 embajadores acreditados ante la Santa Sede , el papa Francisco ha advertido este lunes que, además de graves daños sanitarios y económicos, la pandemia ha traído consigo una «crisis de la política» , caracterizada por la crispación, la incapacidad de decidir y la erosión del estado de derecho.
Según el Santo Padre, estas amenazas se dan «incluso en países de antigua tradición democrática» , por lo que «mantener vivas las realidades democráticas es un desafío de este momento histórico».
En un largo análisis equivalente a un «discurso del estado de la Humanidad», el Papa ha subrayado la importancia de «que se superen los personalismos y prevalezca el respeto del estado de derecho».
Significativamente, ha insistido en que «el derecho es el presupuesto indispensable para el ejercicio de todo poder y debe estar garantizado por los órganos competentes, independientemente de los intereses políticos dominantes».
En su análisis de las cuatro crisis que atraviesa el mundo –sanitaria, ambiental, económico-social y política– Francisco ha comenzado señalando que la crisis sanitaria « nos recuerda el valor de la vida , de cada vida humana y de su dignidad, en todo momento de su itinerario terrenal, desde la concepción en el seno materno hasta su conclusión natural».
Con toda claridad ha advertido que «algunas legislaciones se distancian del deber esencial de proteger la vida».
En ese terreno ha exhortado a los gobiernos a «contribuir activamente a las iniciativas internacionales destinadas a asegurar la distribución equitativa de las vacunas, teniendo en cuenta las necesidades de todos, en particular las de las poblaciones menos favorecidas».
La crisis medioambiental , a su vez, obliga a reconocer que «no es solo el ser humano el que estáenfermo, sino que lo esta además nuestro planeta tierra».
Por ese motivo ha urgido a que «la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP26), programada en Glasgow el próximo mes de noviembre, permita llegar a un acuerdo efectivo para afrontar las consecuencias del cambio climático », pues «estamos ya advirtiendo los efectos de una prolongada inacción».
Respecto a la crisis económica, Francisco ha aplaudido el acuerdo «de la Unión Europea y de sus Estados miembros, que, a pesar de las dificultades» han logrado «alcanzar compromisos satisfactorios en beneficio de todos los ciudadanos».
En cuanto a la crisis social, ha advertido que «haber pasado más tiempo en casa también ha dado lugar a períodos más largos de alienación frente a las computadoras y otros medios de comunicación, con graves consecuencias para los más vulnerables».
Si bien «los largos periodos de confinamiento han permitido pasar más tiempo en familia», no todos «han podido vivir con serenidad en la propia casa y algunas convivencias han degenerado en violencia doméstica». Por eso ha exhortado «a las autoridades públicas y la sociedad civil, a ofrecer ayuda a las víctimas de la violencia en la familia. Sabemos que lamentablemente son las mujeres, a menudo junto con sus hijos, quienes pagan el precio más alto».
Como todos los años, el discurso a los embajadores de los 183 Estados que mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, de la Unión Europa y de la Orden de Malta, ha incluido referencias a los países y zonas en conflicto , así como al terrorismo, que se registra sobre todo «en África subsahariana, pero también en Asia y en Europa».
Al término del discurso, el Papa ha saludado personalmente a cada uno de los embajadores, pero sin estrechar la mano y manteniendo la distancia de seguridad.
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