El Papa invita a los Focolares a una «fidelidad dinámica» pues «un carisma es creativo, no una estatua de museo»
Recibe a la nueva presidenta Margaret Karram y la Asamblea General electiva
En un encuentro marcadamente familiar, el papa Francisco ha invitado este sábado a la nueva presidenta Margaret Karram, palestina de nacionalidad israelí, y al nuevo consejo de los Focolares a vivir «una fidelidad dinámica , capaz de interpretar las necesidades de nuestro tiempo y de responder a los nuevos desafíos de la humanidad».
En su encuentro con el nuevo equipo responsable del movimiento, -en el que continúa el sacerdote español Jesús Morán, reelegido copresidente- y los participantes presenciales en la Asamblea General, el Papa ha recordado a Chiara Lubich, fundadora del movimiento en 1943.
En ese cuadro ha hecho notar que «un carisma es creativo, no es una estatua de museo. Se trata de permanecer fieles a las fuentes originales esforzándose en repensarlas y expresarlas en diálogo con las nuevas situaciones sociales y culturales».
En un tono amigable de acompañamiento espiritual, el Santo Padre les ha dicho que « esta actitud de apertura y diálogo os ayudará a evitar toda autorreferencialidad, que es siempre un pecado, una tentación».
Francisco propone esa misma actitud a todos los movimientos pues «es lo que deseamos para toda la Iglesia: evitar el repliegue sobre sí mismos que lleva a defender siempre la institución a costa de las personas, y que puede llevar incluso a encubrir formas de abuso. Lo hemos vivido con tanto dolor cuando han salido a la luz en los últimos años».
El Papa ha advertido que «la autorreferencialidad impide ver los errores y carencias, frena el camino, obstaculiza la verificación de los mecanismos institucionales y los estilos de gobierno». El mejor modo de servir a una institución es «abordar con valentía y veracidad los problemas, siguiendo las indicaciones de la Iglesia» pues «la autocelebración no presta un buen servicio al carisma».
Como ha hecho en encuentros similares con responsables de movimientos laicales o religiosos, Francisco ha subrayado que «las crisis espirituales de las personas que se refieren a la intimidad y la conciencia deben ser tratadas con prudencia» pues «la confusión entre el ámbito de gobierno y el ámbito de la conciencia da lugar a abusos de poder. Y a otros abusos de los que hemos sido testigos cuando se ha destapado la olla».
El Papa ha recordado a la presidenta, el copresidente, las 11 consejeras y los 11 consejeros -procedentes de 16 países de todo el mundo- su responsabilidad «de favorecer consultas transparentes no solo dentro de los órganos directivos sino a todos los niveles, siguiendo la lógica de la comunión en la que todos pueden poner al servicio de los demás los propios dones y las propias opiniones, expresadas en la verdad y con libertad».
En su saluda al Santo Padre, Margaret Karram -de 58 años y natural de Haifa en Galilea- ha subrayado que en la Asamblea General se ha visto que « somos muy distintos por edad y por vocación : cristianos de diferentes Iglesias, una rabina judía, dos musulmanes, un budista y algunas personas sin convicción religiosa» pero que comparten el carisma de la unidad de la fundadora.
El movimiento -que por estatuto debe presidir una mujer, como han hecho Chiara Lubich y Maria Voce-, cuenta en la actualidad, con 140.000 animadores y unos dos millones de seguidores y simpatizantes en 180 países. La presidenta ejerce un mandato de seis años y puede ser reelegida solo una vez.
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