Una mujer descubre que tiene cáncer terminal durante una cesárea: «Ahora no quiero encariñarme de mi hijo»

La paciente sufría dolor abdominal desde hacía un año y los médicos, a los que ahora demandará, no le hicieron las pruebas pertinentes dando por supuesto que era «fatiga»

El niño al que persigue el cáncer: «¿Por qué a mí si soy bueno?»

Lois Walker, junto a su marido y el pequeño Ray Facebook

P. A.

Una mujer de 37 años ha sido diagnosticada con un cáncer terminal durante una cesárea . La británica Lois Walker estaba a punto de dar a luz a su tercer hijo cuando el médico que la atendía descubrió tumores en sus ovarios, en el interior del abdomen y en los ganglios linfáticos : «Fue como abrir un saco de arena y que se desparrame todo», explicó ella. Ahora tiene miedo de crear vínculos con el pequeño Ray, a sabiendas de que no estará en su vida durante mucho tiempo: «Es muy duro. No quería encariñarme de él , pero es como un rayo de luz. Mis niños son mi propósito. Quiero concentrarme en generar recuerdos. Si el amor pudiera salvarme, nunca moriría», cuenta.

Walker, cuya historia recoge BBC, sentía dolor abdominal desde un año antes de dar a luz. Los diferentes médicos a los que consultó optaron por no someterla a ninguna prueba y asumir que era «fatiga y ansiedad» asociadas al embarazo , y aunque ella explicaba que «el dolor era insoportable», nunca le hicieron caso. Ahora, tras seis sesiones de quimioterapia, dos intervenciones quirúrgicas y, finalmente, un diagnóstico terminal , piensa denunciarles .

«Esto una negligencia, podría haberse detectado antes. Ahora dejaré tres hijos huérfanos», lamenta

Walker ya había superado un cáncer de piel y llegó a sugerirles a los sanitarios que podría ser esta enfermedad, pero ellos solo valoraron la opción de que fuese un dolor consecuencia del embarazo o, en todo caso, colon irritable. No se supo que era un cáncer hasta que le abrieron la zona baja del vientre poco antes de dar a luz y, al encontrar los tumores, su médico rompió a llorar .

Amenazó con suicidarse si no la atendían

Los dolores seguían creciendo según avanzaba el embarazo, hasta un punto en el que le afectaban en cada tarea del día a día . Esto provocó que Walker, frustrada porque no le escuchaban, amenazase con suicidarse si no le hacían caso . Lo único que hicieron entonces los médicos fue proporcionarle morfina para combatir el dolor. «Les decía que me sentía como si fuera a morir. Quería que se me tomara en serio; había algo realmente mal, podía sentirlo», recuerda.

Walker recomienda insistir cuando se sienta alguna molestia: «No quiero que nadie pase por lo que estoy pasando yo»

«La gota que colmó el vaso fue cuando involucraron al equipo de salud mental porque dije que había llegado el momento de terminar con la vida de ambos [ella y el bebé], y ahora me avergüenzo », reconoce Walker.

Lamenta que «ha sido diabólico»: «Se hacen llamar profesionales de la salud y se supone que deben darnos atención médica , pero esto una negligencia . Siento que podría haberse detectado antes para no tener un diagnóstico tardío. Ahora dejaré tres hijos huérfanos».

Ella, que ahora está concentrada en «tener una vida cómoda» durante los meses de vida que le quedan, anima a todo el mundo a insistir en el que le hagan las pruebas pertinentes siempre que sientan alguna molestia, y hace un llamamiento a los médicos para no cometer los errores de aquellos que la atendieron: «No quiero que nadie pase por lo que estoy pasando yo» .

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