Muere un niño en Francia víctima de la enfermedad de Kawasaki
Fiebre y diarrea forman parte de la sintomatología de esta patología emparentada con el coraonvirus
El jefe del servicio pediátrico del hospital de La Timone, en Marsella, informó el viernes, día 15, de la primera muerte de un niño víctima de la enfermedad de Kawasaki , emparentada con la pandemia de coronavirus, entre los 135 afectados entre los 12.300 niños franceses de menos de 15 años.
Según los especialistas, los síntomas de la enfermedad de Kawasaki son «la lengua aframbuesada, fiebre y diarrea».
Según la Dirección General de Sanidad (DGS), un primer indicio permite asociar los niños víctimas de la enfermedad de Kawasaki con la pandemia de coronavirus, en Francia: la gran mayoría han sido internados en los servicios de reanimación, con inflamaciones severas, en los hospitales donde el Covid-19 ha causado mayores estragos: región de Isla de Francia (periferia de París), el Gran Este y PACA (Provenza, Alpes, Costa Azul). Según la DGS, entre los niños víctimas de la enfermedad de Kawasaki, en Francia, la mayoría acusan un «visible exceso de peso», y son nacidos en familias de origen afro caribeño.
Si caben pocas dudas sobre el «parentesco» o «relación» entre la propagación de la pandemia del coronavirus y la enfermedad de Kawasaki, los especialistas coinciden en subrayar diferencias, llegando a calificar tres enfermedades o variantes de la misma enfermedad, con matices distintos: «Kawasaki atípico», «Kawasaki like» y «Kawasaki incompleto».
Elizabeth Whittaker, especialista en enfermedades infecciosas ha comentado a «Le Figaro» la crisis paralela del Kawasaki, en estos términos: «La aparición de diversos Kawasakis está ocurriendo, en Francia, tres o cuatro semanas después de alcanzar el pico de la curva de propagación del coronavirus, lo que pudiera permitirnos suponer que se trata de un fenómeno posinfeccioso».
Los especialistas comentan la primera muerte de un niño víctima de la enfermedad de Kawasaki con cierta prudencia. La doctora Isabelle Koné-Paut , responsable de la red de alerta y vigilancia de la enfermedad en Francia, ha declarado a varios medios franceses: «Se trata de una enfermedad de temporada, en otras ocasiones. Antes de la pandemia del coronavirus aparecía con relativa frecuencia en invierno y primavera. Nos encontramos pues, ante un periodo propicio, agravado con la propagación del coronavirus. Al día de hoy, se trata de algo excepcional. Quizá sea imprudente lanzar gritos de alarma y pánico. Si es muy aconsejable vigilar y modificar, mejorando, las medidas de control en escuelas y guarderías».
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