Merkel defiende fijar precios de emisiones de CO2 a nivel internacional
La canciller ha pedido a los países del mundo que actúen con rapidez y solidaridad contra el cambio climático
La canciller Merkel ha hecho un llamamiento a los inversores privados durante el Diálogo Climático de Petersberg, que se celebra este jueves a las afueras de Berlín, para lograr objetivos más ambiciosos en la protección del clima. «Actuamos bajo una gran presión», ha reconocido, después de que el Tribunal Constitucional alemán haya considerado «insuficientemente amplia» la política alemana en este aspecto y haya dado como plazo hasta finales del próximo año para establecer nuevos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero después de 2030 . Dado que la Ley de Protección del Clima del 12 de diciembre de 2019 solo prevé medidas para reducir las emisiones hasta 2030, los peligros del cambio climático se pospondrían para períodos posteriores y, por lo tanto, a expensas de la siguiente generación, han advertido los jueces de Karsruhe.
Merkel ha pedido a los países del mundo que actúen con rapidez y solidaridad contra el cambio climático, promoviendo el instrumento de tarificación del CO2. «En interés de las generaciones futuras en todo el mundo, es importante que actuemos con rapidez y decisión para limitar las dramáticas consecuencias del calentamiento global », ha dicho, defendiendo así la idea alemana de fijación de precios de CO2 a nivel internacional y señalándolo como un instrumento de dirección especialmente adecuado. El anterior comercio de emisiones europeo en el ámbito de la energía podría expandirse a otros sectores como la calefacción y el transporte, como ya se ha hecho en Alemania, ha instado la canciller, que considera «muy deseable» introducir paso a paso en todo el mundo un precio de CO2 eficiente y orientado al mercado. Merkel admite que los requisitos previos nacionales para una protección climática eficaz son muy diferentes, pero asegura que «necesitamos la solidaridad internacional», para reducir las emisiones y también en cuestiones de adaptación climática.
Los países industrializados se han comprometido a movilizar 100.000 millones de dólares anualmente en fondos públicos y privados y han acordado que este objetivo se mantendrá hasta 2025 , ha recordado Merkel, pero no es suficiente para cumplir los objetivos. La contribución alemana de todas las fuentes públicas y privadas ascendió a casi 7.600 millones de euros en 2019 y fue de una magnitud similar en 2020. «Esa es una contribución justa de Alemania», ha considerado, señalando que los esfuerzos internacionales deben continuar ahora en vista de la enorme demanda, especialmente en los países en desarrollo.
Nuevo objetivo de financiación
En la conferencia climática de la ONU en Glasgow en noviembre, se discutirá un nuevo objetivo de financiación para el período a partir de 2025 vinculado a señales claras de que se financiará energía renovable en lugar de nuevas centrales eléctricas de carbón en todo el mundo, según la canciller. Alemania está dispuesta a hacer una contribución justa para el período posterior a 2025, ha adelantado, y a responder a las nuevas exigencias del Constitucional alemán de puertas adentro.
La gran coalición de gobierno que forma Merkel con los socialdemócratas del SPD se comprometió a garantizar que para 2030 las emisiones de dióxido de carbono sean al menos un 55% más bajas que en 1990 , y que casi no se emita dióxido de carbono para 2050 . La ley fue impugnada por cuatro demandantes con el respaldo de grupos ambientalistas como Greenpeace y el movimiento Fridays for Future que se inspiró en la huelguista escolar sueca Greta Thunberg, además de otras organizaciones, como la Asociación de Financiamiento de Energía Solar de Alemania, la Federación para el Medio Ambiente y la Conservación de la Naturaleza de Alemania (BUND), Deutsche Umwelthilfe, Germanwatch y Protect the Planet.
Exito parcial para los activistas
La decisión del tribunal supone un éxito parcial para estos activistas y organizaciones ambientales que habían demandado al Gobierno alemán para implementar medidas más precisas para combatir el cambio climático . Los jueces han establecido que las deficiencias de la ley climática violan los derechos de los demandantes, ya que muchos de ellos son muy jóvenes y serán los que carguen con el déficit de responsabilidad de la generación actual. Una de los demandantes, Sophie Becksen, la hija de una familia de agricultores en la isla de Pellworm, en el Mar del Norte, teme por ejemplo que el aumento del nivel del mar termine engullendo su isla y dejándola sin una herencia que reclamar.
El Gobierno alemán ha anunciado su intención de aumentar sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 65% en 2030 respecto a 1990, frente al 55% anterior, y luego en un 88% en 2040, con el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono en 2045, cinco años antes de lo previsto, según ha anunciado el ministro de Finanzas, Olaf Scholz.
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