Greta Thunberg
Lisboa espera con gran expectación la llegada de Greta en su camino a la Cumbre del Clima
La joven activista sueca tiene previsto desplazarse después a Madrid en el tren nocturno, que tarda más de 10 horas
Justo cuando una masa de aire frío entra por Lisboa, Greta Thunberg llega a la capital portuguesa en medio de un despliegue mediático y social inusitado para cualquier persona de solo 16 años. Atrás quedan los más de 20 días de travesía desde Estados Unidos, culminada con su recibimiento en el muelle de Santo Amaro, pues a última hora se cambió de ubicación, según confirmó a ABC el asesor de la joven sueca.
Sí, porque inicialmente iba a desembarcar en el muelle de Alcántara, pero el nuevo emplazamiento es más recogido y presenta un mejor acabado.
Solo unos 100 metros más allá (en dirección al Puente 25 de Abril), se presta más a una ceremonia de bienvenida en la que no estará el presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, pero sí el alcalde de Lisboa, el socialista Fernando Medina, y una delegación de la comisión parlamentaria de Medio Ambiente y Energía.
Y eso porque un portavoz del Parlamento confirmó a este diario que, finalmente, Greta no acudirá a visitar el hemiciclo de Sao Bento para la sesión especial sobre el entorno sostenible.
Se supone que, hacia las 10.00 horas de este martes 3 de diciembre, la activista sueca ya estará dispuesta a sumergirse en el show de cables y micrófonos que se prevé en el lugar, a juzgar por la expectación despertada.
Todo está preparado para que Thunberg pase menos de 24 horas en la ciudad del ‘efecto Madonna’, como se conoce a la explosión turística que vive la cuna del fado desde que la cantante norteamericana decidió instalarse por estos lares.
Ahora es el ‘huracán Greta’ el que se deja sentir, que por algo el simple anuncio de su presencia ya ha revolucionado incluso la vida política de Portugal . Así lo demostró un diputado regional de las Azores culpando al gobierno del archipiélago de que la adolescente no se detuviera en ninguna de las nueve islas en su itinerario hacia la península.
Además, el ministro de Medio Ambiente y Energía, Joao Pedro Matos Fernandes, le ha escrito una ‘carta abierta’, en la que le recuerda que el país vecino sufre los estragos del cambio climático.
El siguiente paso en el periplo de Thunberg será cómo viajar a Madrid, sobre todo si tenemos en cuenta que la única conexión ferroviaria existente consiste en un tren nocturno que tarda 10 horas y 15 minutos desde la estación de Santa Apolonia hasta la de Chamartín.
Muy probablemente, ese será el medio de transporte al que se suba, toda vez que no parece haber cuajado la propuesta de la Junta de Extremadura para montarse en un vehículo eléctrico.
A buen seguro, ella debe haberse quedado sorprendida de que los 625 kilómetros de distancia entre las capitales de Portugal y España exijan un desplazamiento tan largo, impensable en cualquier otro punto de la Unión Europea. Y todo porque Portugal considera «tabú» una hipotética línea de alta velocidad, según ha reconocido el primer ministro socialista, Antonio Costa, en diversas ocasiones.
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