Lo que leer en la playa le puede hacer a tu espalda

El especialista y fisioterapeuta Antonio de Miguel explica, para ABC, las consecuencias que pueden causar las diferentes posturas utilizadas para leer en los meses estivales

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Rocío F. de Buján

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Seis de cada diez personas aprovecha las vacaciones de verano para dedicar más tiempo a la lectura. Las ventas de libros aumentan un 35% . La lectura suele realizarse en posturas diferentes a la tradicional de leer sentado en una silla con mesa. En ocasiones, las posturas adoptadas pueden ocasionar molestias e incluso provocar pequeñas lesiones en la musculatura en general y, sobre todo, en el cuello, sobre todo si se mantiene durante mucho tiempo una misma posición incómoda.

A parte de la postura, la iluminación es indudablemente un factor muy importante a la hora de leer, no solo desde el punto de vista oftalmológico sino también muscular y óseo, puesto que si no disponemos de una buena iluminación forzaremos las posturas en columna y cuello para tratar de encontrarla.

El especialista y fisioterapeuta Antonio de Miguel explica, para ABC, las consecuencias que pueden causar las diferentes posturas utilizadas para leer en los meses estivales. Así, señala que una mala postura al leer puede ocasionar lesiones leves de forma instantánea, «pero si repetimos esos gestos cada día, pueden llegar a producir importantes lesiones tanto musculares como óseas». Si se adoptan ciertas posiciones inadecuadas al leer, la zona más afectada son las cervicales puesto que «al mirar hacia abajo se realiza una hiperflexión cervical».

Antonio de Miguel recomienda cambiar de postura inmediatamente en el momento en el que se comiencen a sentir molestias u hormigueos. «Los hormigueos aparecerán por sobrepresiones en trayectos nerviosos, en estos casos el cuerpo es listo y nos manda abandonar aquella postura incómoda o perjudicial para él». El especialista recomienda leer siempre en una silla con la cadera y las rodillas formando un ángulo de 90º y los pies apoyados en el suelo. «Esta sería la postura más adecuada. Lo ideal sería colocar además el libro a la altura de los ojos y la espalda completamente apoyada en un respaldo», señala. Además recomienda que «cada 10-15 minutos deberíamos cambiar levemente de posición para no someter al cuerpo a esas presiones mencionadas anteriormente».

La bloguera norteamericana, y lectora apasionada, Natalie Meyer , realizó un estudio en el que probaba las diferentes posturas de lectura, para determinar aquella en la que el cuerpo humano se sentía más cómodo. El resultado desveló que sentada en un asiento con respaldo aguantó cerca de una hora puesto que podía leer sin sentirse incómoda en ningún momento. Sin embargo, sentada con las piernas entrelazadas fue la postura que menos tiempo soportó, ya que tan solo aguantó diez minutos de lectura continuada.

De Miguel expone para ABC los riesgos que puede sufrir el cuerpo al utilizar las posiciones habituales en lugares como la playa o la piscina.

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