Más niños sin Religión
La Conferencia Episcopal ha publicado los datos de los alumnos que cursan esta asignatura en España y la cifra ha descendido
![Contenidos de la asignatura de Religión, en un aula](https://s3.abcstatics.com/media/sociedad/2022/04/10/religion-k3KI--1248x698@abc.jpg)
La Conferencia Episcopal Española acaba de publicar los datos de la enseñanza de la Religión en 18.043 centro públicos, concertados y privados, del curso 2020-2021. Desde Educación Infantil hasta Bachillerato, de 5.265.045 alumnos matriculados, 3.151.194 son los que cursan Religión católica en todo tipo de centros, el 59,85% del alumnado. La comparativa con el curso anterior revela un descenso inferior a un punto.
Un dato relevante es el número de alumnos matriculados en centros públicos, en los que se cursa la Religión en condiciones menos favorables a los concertados y privados. De los 3.739.458 niños matriculados en centros del Estado, según la ley vigente el curso pasado, están inscritos en Religión 1.797.323, el 48,06%. Cursan la asignatura religiosa en estos centros el 45,75%, en Infantil; el 51,95% en Primaria; el 46,57% en la ESO; y el 37,67% en Bachillerato.
Es una pena que no hayan facilitado los datos desglosados por comunidades autónomas. Suponemos que los tendrán los obispos. La clave está en la comparación dentro de una serie histórica. Pongamos diez años. En el curso 2010-11, los alumnos en centros estatales que cursaban Religión eran 2.044.251 (de 3.246.425). Lo hacían el 71,7% en Infantil; el 74,6% en Primaria; el 48,4% en Secundaria; y el 29,8%, en Bachillerato. Esta cifra correspondía al momento en el que la nota del Bachillerato de Religión no computada.
La clase de Religión en la escuela pública es, cada año, un plebiscito al que se somete no solo a la Iglesia –que es la pone a los profesores y marca los contenidos-, sino el proyecto formativo que los padres quieren para sus hijos. Los resultados apuntan a una disminución significativa de alumnos en las escuelas públicas, excepto cuando la nota de Religión computa para las medias de promoción. Es evidente que el Gobierno puede hacer que haya más alumnos en Religión con sus decisiones legislativas. Pero no quiere. La disminución de la matrícula es efecto del proceso secularizador de la sociedad: padres más secularizados, más hijos sin Religión. Una tendencia que dudo se frene con campañas oficiales propias del universo educativo Disney, en el que parecen estar algunos.
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