IrsiCaixa cumple 25 años investigando: de la pandemia del sida a la del coronavirus

El instituto recuerda que el VIH persiste y que 2019 concluyó con 1,7 millones de nuevas infecciones en todo el mundo

Dr. Clotet en el laboratorio de IrsiCaixa

S.S.

El Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa , impulsado por la Fundación La Caixa y la Generalitat de Catalunya, se inauguró en 1995 para hacer frente a la pandemia del sida y celebra ahora su 25 anniversario , coincidiendo con el uno de diciembre, Día Mundial de la lucha contra el Sida. Desde entonces se ha convertido en un centro de referencia internacional sobre enfermedades infecciosas, afecciones del sistema inmunitario, virus emergentes y desarrollo de vacunas.

En 1995 , la pandemia del sida causaba estragos en todo el mundo, cuando morían más de 2 millones de personas al año debido a la enfermedad y sus consecuencias. 25 años después de su inauguración, y habiendo logrado que el día a día de las personas con VIH sea igual al del resto de la población, han surgido nuevos retos: «Ha aparecido un nuevo virus, el SARS-CoV-2, que ha puesto de relieve, más que nunca, que la apuesta por la investigación es crucial para afrontar los grandes retos de la salud de hoy y del futuro, y constituye un elemento clave para el bienestar y la salud de las personas», explica Àngel Font, director corporativo de Investigación y Salud de la Fundación La Caixa.

En la actualidad, IrsiCaixa trabaja a contrarreloj en 26 proyectos de investigación en Covid-19. Estos proyectos tienen como objetivo desarrollar una vacuna, buscar tratamientos eficaces y diseñar test rápidos para detectar la enfermedad. «Hemos vuelto a vivir la horrible sensación de impotencia, de no tener tratamientos para poder curar o prevenir una enfermedad», explica Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa. «Necesitábamos la investigación para hacer frente al SARS-CoV-2 y, por suerte, ahora tenemos las herramientas necesarias, solo tenemos que adaptarlas», añade.

A día de hoy, el VIH persiste, y 2019 concluyó con 1,7 millones de nuevas infecciones causadas por este virus en todo el mundo. «El VIH sigue siendo una realidad para muchas personas. Una realidad, sin embargo, que nada tiene que ver con la de 1995», señala Clotet. Los grandes avances alcanzados hasta ahora permiten que una posible cura esté cada día más cerca.

IrsiCaixa ha visto esta evolución y ha formado parte de la misma, con hitos como el descubrimiento de la forma de propagación del VIH a través del organismo, el diseño de una vacuna terapéutica que ha promovido la creación de la spin-off AELIX Therapeutics, el desarrollo de una segunda spin-off (AlbaJuna Therapeutics) centrada en el desarrollo de anticuerpos sintéticos contra el VIH, y la coordinación del consorcio internacional IciStem, que ha conseguido dos casos de curación del VIH a través del trasplante de médula ósea . Ahora, el instituto estudia las resistencias del virus a los tratamientos antirretrovirales, la eficacia de la vacuna terapéutica diseñada en el laboratorio, y cómo eliminar el reservorio, el nicho donde se esconden los virus y principal obstáculo para poder acabar con esta enfermedad.

Para acelerar el engranaje de la investigación, el mecenazgo científico ha sido clave para IrsiCaixa, que ha pasado de un capital inicial de 14 millones de pesetas (84.000 euros) a 7,5 millones de euros, gracias a la dotación sostenida en el tiempo de la Fundación La Caixa y de la Generalitat de Cataluña, y a dinero procedente de fondos europeos.

La investigación contra el VIH en la actualidad

Desde el inicio de la pandemia del VIH, la investigación ha cambiado mucho. Se ha pasado de buscar tratamientos con urgencia para poder salvar la vida de las personas con la infección a aspirar a la curación o la completa erradicación de la enfermedad . IrsiCaixa ha sido partícipe de este progreso y ha contribuido al mismo con 1.011 artículos científicos. Durante este tiempo, el equipo ha analizado más de 110.000 muestras de casi 25.000 pacientes participantes en ensayos clínicos, lo que ha permitido entender al detalle la infección por VIH y buscar alternativas terapéuticas para quienes conviven con la infección.

«Diseñar una vacuna terapéutica contra el VIH es un gran reto, ya que, a diferencia del SARS-CoV-2, muta mucho y evade la respuesta de nuestro sistema inmunitario, que se va agotando paulatinamente», explica Beatriz Mothe, investigadora y coordinadora de ensayos clínicos de vacunas e inmunoterapias. «Actualmente, estamos llevando a cabo dos ensayos clínicos promovidos por AELIX Therapeutics para poder evaluar la seguridad y la eficacia de vacunas terapéuticas, diseñadas en IrsiCaixa. La pandemia de la COVID-19 ha supuesto un enorme reto para mantener los ensayos en activo, pero, con mucho esfuerzo y motivación, hemos conseguido sacar adelante los proyectos», añade.

Dr. Clotet con dos investigadoras en El Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa

Si bien IrsiCaixa empezó con el impulso de 7 trabajadores para luchar contra el sida, a día de hoy cuenta con 107 investigadores entusiastas , así como con el apoyo de 60 colaboradores externos en todo el mundo. Esta expansión ha permitido formar a profesionales de la salud y a representantes de la comunidad afectada por VIH, así como a estudiantes de secundaria, bachillerato y ciclos formativos.

La investigación contra el Covid-19

IrsiCaixa, junto con el Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) y el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), y gracias al apoyo de Grifols, ha formado un consorcio para desarrollar una vacuna que genere defensas contra el SARS-CoV-2 y sus variantes. «Hemos podido utilizar plataformas innovadoras que previamente habíamos diseñado para la vacuna preventiva contra el VIH », explica Julià Blanco, investigador principal encargado del proyecto en IrsiCaixa. «Tenemos dos prototipos de vacunas que generan anticuerpos neutralizantes en el modelo animal. Ahora, hay que ver si estos protegen de la infección y estudiar cómo pasar a la producción industrial», añade.

Hace más de un año, antes de que llegara la pandemia de la Covid-19, IrsiCaixa creó un nuevo grupo de investigación dedicado al estudio de nuevas enfermedades emergentes , como el ébola. Ahora, el mundo se ha visto involucrado en una nueva pandemia, y se ha puesto de manifiesto la importancia de invertir en investigación en el campo de los virus emergentes.

«La globalización, y, por lo tanto, la interconexión entre el mundo animal, el humano y el ambiental, nos hace cada vez más vulnerables a posibles patógenos emergentes , como los virus», explica Nuria Izquierdo-Useros, la líder de este nuevo grupo. «Estos patógenos conquistan nuevas regiones geográficas, comprometiendo la salud global y generando consecuencias graves, como las pandemias», añade. Por este motivo, IrsiCaixa ha ampliado su campo de investigación y ha apostado por el concepto One Health, es decir, entender la salud como una suma interactiva de la salud animal, la ambiental y la humana.

Paralelamente, IrsiCaixa sigue trabajando para lograr la curación de la infección por VIH y mejorar la calidad de vida de las personas que viven con este virus, así como combatir el estigma asociado.

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