La 'influencer' trans Eva Vildosola: «Lo triste de la agresión homófoba inventada es que pensásemos que pudo suceder de verdad»
Una legión de 200.000 fieles siguen cada día los desvelos de esta joven transexual de 19 años adicta a la moda. Ha plasmado el día a día de su reasignación de género en el libro 'Me llamo Eva. Mi lucha por ser mujer'

No es la mejor semana para ‘sacar’ un libro sobre agresiones homófobas o de odio al prójimo. O, tal vez, sea precisamente la mejor. Eva Vildosola Leo (19 años) es conocida por los habituales de las redes sociales por contar su proceso de reasignación de género, que le ha llevado los últimos seis años a pasar por una montaña rusa de sensaciones encontradas. Creció rodeada de prejuicios, dice, por ser una chica transexual. Y saltó a la esfera internacional tras verbalizar el ataque tránsfobo del que fue objeto en Barcelona, a la salida de su casa, por parte de dos hombres. El hecho de contarlo, pero sobre todo la manera de contarlo, fue lo que hizo de ella un referente para la visibilidad del colectivo LGTBI. Y fue también lo que provocó que la Editorial Alienta le invitase a plasmarlo en 150 páginas de ágil lectura y un trasfondo en clave social muy relevante.
Recibe en sus redes miles de mensajes diarios. Más de 200.000 personas le siguen cada día en @evacastt, pero también recibe mucho impacto negativo. ¿Qué queda detrás de tanto insulto?
Yo lo repito siempre: lo peor, más que la propia agresión física, es lo que se queda en tu mente. Yo he sufrido agresiones homófobas toda mi vida.
¿Qué sucedió ese día en Barcelona?
Dos chicos me esperaban a la salida de mi casa para gritarme ‘engendro, travelo y monstruo’ mientras me daban puñetazos en la cara. Contarlo fue afortunado para mí. Soy activa en redes pero intento guardarme mi privacidad para mí. Yo las usaba porque me encanta la moda, y resultaron ser un gran altavoz para alertar de esta situación.
«El proceso es muy largo y complicado. Recomiendo a las familias paciencia y mucha empatía. Tu cuerpo cambia y tienes que adaptar tu mente a esos cambios»
También lo son para difundir los inventos, como el reciente en Malasaña (Madrid). ¿Ha hecho un flaco favor al colectivo LGTBI el joven de su edad que mintió sobre la agresión?
No sirve de nada banalizar . No retrocedamos, porque las agresiones se producen, pero este es un caso concreto. Que haya alguien que quiere llamar la atención no es motivo para que se menosprecie que esos casos existen. Lo triste de este invento homófobo es que se haya pensado que pudo haber sucedido de verdad.Ha sido mentira, esta vez, pero que una manada haya sido inventada no significa que el resto de las víctimas de manadas no lo sean. No se puede restar importancia al resto, las agresiones que sí suceden.
¿Pero usted cree como las ministras Montero y Belarra que se han disparado las agresiones homófobas al nivel que dicen: el Gobierno asegura que en el primer semestre de 2021 ha habido un 43% más...?
No, no lo creo. No creo que haya más que antes, siempre las ha habido, pero sí hay más medios para denunciarlos.
Usted nació varón, ¿qué nombre le pusieron?
Soy Eva. No me gusta recordar eso.
Recuerda cómo se sentía cuando, tal y como describe en la página 17, escribió «Mamá, lo siento. No quiero seguir viviendo. Soy una chica. Para seguir viviendo así, prefiero no vivir»...
Recuerdo cómo luchaba conmigo misma. Siempre fallaba algo en mí, más allá de querer jugar con muñecas o vestirme con ropa de mujer. Me indignaba que en el colegio se quejasen las niñas de que les dolía el pecho porque les crecía y yo no podía sentir eso. El proceso es muy largo, por eso recomiendo a las familias mucha paciencia y empatía. En mi mente la confusión era constante , no me veía bien, no me sentía una mujer completa... Lo peor no es que tú no te sientas mujer, sino que la gente que me veía no lo hacía. Yo me miraba al espejo y estaba discorforme con mis genitales, hasta el punto de que me bañaba con bañador, u orinaba mirando hacia arriba. Les cogí asco. Era una parte totalmente prescindible de mi vida.
«Lo peor para mí es que digan ‘es un tío’»
En el libro relata que nació en Pamplona y que salió de casa de su padre porque era una pesadilla...
Lo fue. Al final resumo estar con mi padre, porque no lo aceptaba, como una pesadilla, y libertad, un mundo ideal, con mi madre. Aun así, algunas hemos tenido la suerte de tener a una familia que nos acompaña en todo el proceso, pero imagina lo duro que es que a alguien le nieguen lo que es.
Usted apoya la ‘ley Trans’, pero esa norma aún por tramitarse tiene puntos como dar potestad a los menores para reasignar su sexo antes de los 16 sin permiso paterno que son peligrosos si no se está seguro
Se está trabajando en ella, para cambiar algunos puntos . Nadie se operará antes de los 18. Pero creo que van a conseguir algo importante para los transexuales, sobre todo para la infancia trans, que hará más fácil las cosas a los que vengan detrás . Comencé a los 14 y hasta mayo pasado no he completado mi reasignación de género, con operación de los genitales y tratamiento hormonal . Pero el tratamiento médico necesario debería empezarse a los 14 o antes, para que una niña no tenga que pasar la pubertad de un niño. Cuando eres transexual lo tienes muy claro. Pero es verdad que todo este proceso es muy complicado si uno no está seguro.
¿Qué es lo que más le ha dolido en todo este tiempo?
Pues con los insultos lo he pasado mal, pero lo que realmente sí me afectaba es que me dijeran ‘es un tío’, cuando yo estaba intentando justamente lo contrario. Me ha marcado bastante.
¿Y una vez siendo una mujer plena, como dice, qué sueña Eva?
Con ser madre, de tres hijos. Tengo pareja y antes de la operación de mayo, no quería ni tener relaciones normales. Ahora sueño con dedicarme a la moda, estar tranquila, y abrir una marca de prendas que no distinta entre géneros.
¿Una sociedad unisex?
Hay un cambio brutal en la sociedad de cuando yo comencé, en Navarra, a ahora. Yo soy fan del psicólogo, pero en lo sanitario he sufrido mucho, no les interesas que seas transexual , sino estudiarte. Las mujeres trans por ejemplo no tenemos un tratamiento específico para hormonarnos. Muchas veces estamos tres meses sin hormonarnos porque están desabastecidos. Tu cuerpo está cambiando todo el tiempo y es difícil porque tu mente tiene que cambiar con él.
Noticias relacionadas
- El Orgullo menos gay y más trans: distancia social y caras largas
- Montero anuncia que eliminará los tres días de reflexión obligatoria antes de abortar
- Atletas transgénero, el nuevo debate entre deportistas
- En qué consiste la 'ley Trans'
- El Gobierno desbloquea la ley trans que permitirá cambiar de sexo en el DNI
- Una ley que no satisface a nadie: de 51 páginas, solo 3 se dedican a las personas trans