De Granada a Zamora, la misma devoción pero una Semana Santa distinta

Bailes o austeridad, dos maneras de vivir las celebraciones de la Semana de Pasión que, a pesar de estar separadas por cientos de kilómetros, guardan cierta similitud en una procesión

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Cristo de la Buena Muerte F. Felmar

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Bailes y austeridad, la Semana Santa se vive en cada rincón de España de un modo diferente pero con el mismo sentimiento de devoción.

Mientras que en la zona sur destacan por el bullicio, el jolgorio y el despliegue de bandas de música, en el norte se opta por celebraciones más solemnes y sobrecogedoras. Por eso, hacemos un recorrido entre las tradiciones y procesiones más representativas de Granada y Zamora, que a pesar de los kilómetros, guardan cierta similitud en la procesión del Silencio.

En el caso de la Semana Santa zamorana se remonta al siglo XIII, y se ha conservado durante siglos manteniendo la austeridad, el silencio y la oración. Sus calles se convierten desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección en un escenario vivo de pasión y es la única ciudad de España que tiene un Museo de la Semana Santa en la que se guardan la mayoría de pasos.

Por su parte, Granada comienza su Semana Santa entre palmas y Olivos para recibir el Domingo de Ramos y dar así la bienvenida a estos días de Pasión. Hogueras, zambras, silencio, oración,... Treinta dos hermandades con sus particulares características crean este ambiente tan singular en la ciudad nazarí que junto al resto de municipios conservan tradiciones centenarias que iniciaron tras la conquista de los Reyes Católicos.

Los Gitanos, en Granada

El Cristo del Consuelo o popularmente conocido como Cristo de los Gitanos, es una obra del escultor José Risueño, datada del 1695 y fue encargada por el representante legal de la ciudad. Se trata de una de las imágenes más queridas por los granadinos, en especial, por los habitantes del barrio del Sacromonte y del Albaicín.

La procesión es de las más espectaculares de la ciudad nazarí, tiene una duración de casi 12 horas y un recorrido bastante complejo entre cuestas y calles estrechas. Su trayecto está lleno de alabanzas , aplausos y saetas. Y por supuesto, los gitanos de su barrio, crean un ambiente digno de ver, llenando de velas y hogueras su itinerario. Le cantan desde su balcón y le bailan zambras, rumbas y bulerías hasta las 4 o 5 de la mañana .

De hecho, uno de los momentos más bellos del Miércoles Santo es durante el paso de este Cristo por el Paseo de los Tristes con la Alhambra iluminada de fondo.

La imagen del Cristo de los Gitanos de Granada ante la Alhambra IDEAL

La Chía, en Granada

La Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Descendimiento del Señor, es conocida popularmente como La Chía . Un personaje desaparecido, a excepción de cada Viernes Santo que recorre las calles de Granada, mientras los niños le gritan durante el cortejo: «Chía, ¡toca!». Sin dilación, la chía realiza unos toques con su instrumento a un ritmo solemne que llama la atención de los asistentes.

La chía formaba parte de los cortejos fúnebres. Pedían un donativo al pueblo para que la familia pudiera sufragar los gastos del entierro de su difunto. Otros historiadores les asignan un papel siniestro dentro de la Santa Inquisición durante los ajusticiamientos de reos, según explica 'Ideal'.

Tradicionalmente han sido dos las Chías que han figurado en el desfile, una con un manto negro y otra con un manto morado, únicos colores propios del luto. Sin embargo, en los años 80 se incorporaron dos nuevas Chías una roja y otra blanca.

Procesión de La Chía Ideal

El rezo de las tres de la tarde, en Granada

Los fieles cristianos tienen todos los Viernes Santo una cita en el Campo del Príncipe, el histórico barrio granadino del Realejo. A las 15 h, el momento en el mismo instante que Cristo expiró en la Cruz, el silencio reina en esta plaza en la que se congregan miles de devotos para rezar tres padrenuestros y pedir tres deseos a la imagen perenne del Cristo de los Favores. Un silencio conmovedor que solo es roto por el replique de las campanas de la Catedral.

Este acto tradicional y centenario en el que el rezo del vía crucis, la alocución del arzobispo y la adoración de las cinco llagas, son el fundamento de esta celebración

La escultura preside desde el siglo XVII esta histórica plaza, que cada Semana Santa se llena de plegarias en un acto para recordar la muerte de Jesús.

Oración al Cristo de los Favores. IDEAL

Santa María de la Alhambra, en Granada

Es una de las procesiones más representativas de Granada por su talla y su recorrido a través de los bosques de la Alhambra. La Virgen, del siglo XVIII es obra de Ruiz del Peral y la primera vez que pasó la Puerta de la Justicia fue en 1929.

La imagen representa la Piedad, con la Virgen María y en su regazo su hijo fallecido. El paso está inspirado en el Patio de los Leones de la Alhambra con cuatro faroles en las esquinas, está realizado en plata, cuenta con motivos nazaríes en su ornamentación y presenta unas capillas con relieves también en plata. Fue realizado en el año 1931 por Indalecio Ventura.

Como curiosidad, Federico García Lorca fue hermano de la cofradía y en la primera estación de penitencia, llevó descalzo la cruz de guía, según cuenta Fernando Argüelles en su libro 'La Pasión según mi Granada' en Ideal.

Procesión de Santa María de la Alhambra IDEAL

La procesión del Silencio, en Granada

Las luces de las calles granadinas se apagan al paso del Cristo de la Misericordia. Solamente lo s cirios y la luz del paso iluminan el el itinerario que recorre esta procesión en la madrugada del Jueves Santo.

La oscuridad y el silencio son los protagonistas de este paso en el que sol o se escucha un tambor ronco y las cadenas que llevan atados algunos penitentes en sus tobillos, lo que crea una escenografía bella y sobrecogedora al mismo tiempo. El hábito de los hermanos es de color negro, austero, sandalias peregrinas, guantes y calcetines blancos.

De hecho, existe un estricto protocolo en la Hermandad en la que se impone que aquellos que participan en el paso, al salir de sus domicilios, lo tienen que hacer con el capillo puesto, cubierta la cara y en riguroso silencio, sin detenerse, ni pueden ir en grupos conversando entre ellos. Al terminar volverán a su domicilio en la misma forma o sin hábito. Durante el recorrido procesional, no pueden salur a nadie ya sea de palabra o de gestos, movimiento de cabeza, de manos, etc.

El trono del Cristo es decorado con claveles rojos y lirios morado a los pies de la cruz,. La imagen del Crucificado fue tallada en el siglo XVII por José de Mora, un encargo de los Clérigos Menores de San Francisco Caracciolo. Es uno de los grandes hitos artísticos de la Escuela granadina y, más aún, del arte Barroco español.

Procesión del Silencio en Granada Ideal

Cofradía del Silencio, en Zamora

El Santísimo Cristo de las Injurias, popularmente conocida como Cofradía del Silencio, es una de las imágenes más veneradas y admiradas en la Semana Santa de Zamora . De hecho, esta procesión es uno de los momentos cumbres de esta celebración.

La obra del siglo XVI, tallada en madera, de tamaño algo mayor que el natural, representa a Cristo crucificado ya muerto, es una de las mejores obras escultóricas de la Semana Santa zamorana. Se desconoce documentalmente su autoría, aunque los investigadores la han atribuido a Gaspar Becerra, Jacobo Florentino, Diego de Silóe o Arnao Palla.

A pesar de la devoción hacia este Cristo, a comienzos del siglo XX pasaba totalmente desapercibido para la gran mayoría de zamoranos porque se conservaba semioculta desde 1835 en la S.I. Catedral, en la capilla donde está sepultado el Obispo D. Tomás Belesta.

La procesión la abren tres hermanos a caballo y tres palafreneros. La Hermandad porta dos pebeteros portados a hombros y hacia la mitad del paso suenan clarines que anuncian el silencio, que se constituye en símbolo de austeridad y recogimiento religioso

En el atrio de la catedral se realiza el Juramento del Silencio en el que el Alcalde, en representación de la ciudad, realiza la ofrenda del silencio al Cristo de las Injurias: guardarán absoluto silencio durante todo el desfile. El juramento es tomado por el Obispo, con los hermanos de rodillas.

Como novedad, este año incluirá por primera vez a 90 mujeres que serán nuevas hermanas con derecho a desfilar en la procesión del Miércoles Santo.

La Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias

Procesión de las Capas Pardas, en Zamora

La procesión es conocida como de las Capas Pardas , por la vestimenta que llevan los cofrades, una capa de estameña de color pardo que era utilizada en el pasado por los pastores alistanos más pudientes para guarecerse del frío.

Este paso es único y especial en toda España. A las doce de la noche del Miércoles Santo, 150 cofrades de la «Hermandad de la Penitencia» con esta característica capa parda y un viejo farol de hierro forjado con una vela de hacha, para alumbrarse en la fría y oscura noche, convierten esta noche en un acto único e irrepetible . Al comienzo del cortejo solo va acompañado por el sonido de la campana, pero más tarde se une un cuarteto de viento con toques fúnebres. Uno de los momentos más destacados es la Bajada por el Arco del Obispo.

El Santísimo Cristo del Amparo, crucificado de tamaño natural que data de 1787, es atribuido a José Cifuentes Esteban y va colocado sobre una sencilla mesa que representa el Gólgota, y con el único adorno de una calavera y unos cardo. Una representación que al ir acompañada por este solemne y austero cortejo lo alejan de los días más afamados y bulliciosos.

Procesión de las Capas Pardas F. Felmar

El Cristo Yacente, en Zamora

Esta procesión impacta al espectador por su escenografía. El paso da comienzo a las 23.00 horas, pero su punto álgido tiene lugar a la una de la madrugada del Viernes Santo, momento en el que se realiza el canto del Miserere en la Plaza de Viriato. Los cofrades alumbraban con antorchas el paso de Jesús Yacente ante el que se entona el cántico de piedad en medio de un impresionante silencio.

Tiene una duración de siete minutos y cuarenta segundos. El coro de la Hermandad, compuesto por 200 hermanos formado por bajos, barítonos y tenores, se sitúa en el centro de la Plaza de Viriato.

La procesión se inspira en el entierro de un hombre pobre de un pueblo zamorano: el cuerpo de Jesús está cubierto simplemente con un sudario, escoltado por cuatro velones rojos y es conducido al sepulcro en unas simples parihuelas por ocho hermanos. Los dos mayordomos portan pesadas cruces de madera, de tamaño natural, que al rozar con el suelo de las calles empedradas crea un sobrecogedor sonido, roto por el leve golpeteo de los hachones que portan los hermanos.

La imagen de Jesús Yacente, magnífica obra de la primera mitad del siglo XVII, fue durante mucho tiempo atribuida a Gregorio Fernández, aunque actualmente se piensa que procede del círculo vallisoletano.

Ensayo del Miserere en Zamora Miriam Álvarez

Cofradía de Jesús Nazareno, en Zamora

El Viernes Santo comienza a las cinco de la mañana desde la iglesia parroquial de San Juan hasta llegar a las Tres Cruces (Calvario). Horas antes, varias parejas de hermanos tocan una corneta y tambor enlutado, conocidos con el nombre de «merlú», convocan a a la procesión

El recorrido comienza en el interior de la iglesia, cuando el paso titular Jesús Camino del Calvario es bailado al son de la marcha fúnebre de S. Thalberg, para algunos el himno de Zamora. La procesión se dirige desde la plaza Mayor hasta Las Tres Cruces. Ahí se realiza la reverencia a la Virgen de la Soledad y los cofrades comparten un desayuno a base de sopas de ajo y chocolate. Después regresan de nuevo a San Juan, concluyendo pasado el mediodía.

La Cofradía de Jesús Nazareno, conocida como Congregación, se fundó en 1.651 a iniciativa de Claudio Gómez, Andrés de Rueda, Antonio Ruiz, José Flórez, Antonio Moreno y Francisco Guerrero.

Proocesión de la Cofradía de Jesús Nazareno «Vulgo Congregación» EFE

Cristo de la Buena Muerte, en Zamora

La hermandad penitencial del Stmo. Cristo de la Buena Muerte de la ciudad de Zamora se caracteriza por Los cantos gregorianos del coro de la hermandad, los hábitos monacales de los cofrades y su iluminación en medio de la noche con las teas de cera y parafina de los penitentes.

La procesión, de estética medieval , es una de las de mayor belleza plástica de la Semana Santa zamorana, que está declarada de interés turístico internacional y Bien de Interés Cultural.

Cristo de la Buena Muerte F. Felmar

Fundada en el año 1974, realizó su primera salida el 25 de marzo de 1975, por lo que es una de las de más recientemente fundación. El recorrido comienza a las doce de la noche del Lunes Santo, callejeando por el casco antiguo hasta llegar a la plaza de Santa Lucía, donde el coro entona el tradicional «Jerusalem, Jesuralem». El coro interpreta otras composiciones a lo largo del recorrido hasta que se recoge hacia las dos de la madrugada. Una sobrecogedora escena que no deja indiferente.

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