Francisco, sobre la eutanasia: «La muerte no es un derecho, no podemos programarla ni tampoco evitarla»
Pide no «asesinar» a los enfermos ni contribuir al suicidio asistido

«Me gustaría decir una verdad: todos estamos en camino hacia esa puerta, todos...», ha explicado el Papa con una sonrisa irónica este miércoles durante una catequesis sobre la muerte, en la que ha mencionado los cuidados paliativos y ha pedido no «asesinar» a los enfermos.
«El Evangelio dice que la muerte es como un ladrón , y que por mucho que intentemos controlar su llegada, por ejemplo, planificándola, sigue siendo un acontecimiento que debemos afrontar y ante el que también debemos tomar decisiones», ha asegurado.
El Papa ha afrontado cuestiones espinosas de Bioética . Siguiendo la propuesta de Juan Pablo II en su encíclica Evangelium Vitae, ha pedido tener en cuenta «que no podemos evitar la muerte, y por eso, después de haber hecho todo lo humanamente posible para curar al enfermo, es inmoral el llamado ensañamiento terapéutico». Obviamente, también ha pedido evitar el extremo opuesto. «Hay que agradecer toda la ayuda que la medicina se esfuerza por prestar, para que, a través de cuidados paliativos, quien está a punto de vivir el último tramo de su vida, pueda hacerlo de la forma más humana posible. Sin embargo, debemos tener cuidado de no confundir esta ayuda con lo que también son derivas inaceptables hacia el asesinato», ha avisado.
«Debemos acompañar a las personas hasta la muerte, pero no provocar la muerte ni ayudar a ninguna forma de suicidio asistido. Recuerdo que el derecho a la atención y el tratamiento médico para todos debe ser siempre prioritario, de modo que los más débiles, en particular los ancianos y los enfermos, nunca sean descartados», ha subrayado.
El Papa lo ha resumido diciendo que «la muerte no es un derecho, no podemos ni programarla ni evitarla; la muerte debe ser acogida, no administrada». Francisco se ha apartado del texto que tenía preparado y ha denunciado una suerte de «planificación para acelerar la muerte de los ancianos». El Papa ha aclarado que se refería a cuando a «ancianos con pocos medios, se les da menos medicamentos de los que necesitan. Eso es inhumano, eso es empujarles a morir antes».
«Hay que cuidar a los ancianos como un tesoro de la humanidad»
«Hay que cuidar a los ancianos como un tesoro de la humanidad. Aunque no puedan hablar o estén inconscientes, son el símbolo de la sabiduría humana. Son los que han pasado antes que nosotros, y nos han dejado tantas cosas bonitas, tantos recuerdos, tanta sabiduría... Acariciar a un anciano es el mismo gesto de esperanza que acariciar a un niño. Porque el principio de la vida y el final es siempre un misterio que debe ser siempre respetado, acompañado, cuidado, amado», ha añadido.
Francisco ha confesado que en una reciente conversación con Benedicto XVI, el Papa emérito, de 94 años, le ha dicho que «está ante la oscura puerta de la muerte». «Es hermoso. Vamos a agradecer al Papa que tenga lucidez para decirnos esto», ha reconocido. Antes de marcharse, Francisco ha pedido de nuevo oraciones por la paz en Ucrania. «Sigamos rezando al Dios de la paz para que las tensiones y las amenazas de guerra se superen mediante un diálogo serio, y para que las conversaciones del formato de Normandía contribuyan también a este fin». «Y no olvidemos que la guerra es una locura», ha subrayado.
Entre los peregrinos que han participado a la audiencia estaban las dos falleras mayores de Valencia. El Papa reconoció en las primeras filas a Nerea López Maestre y Carmen Martín Carbonell, pues llevaban el vestido tradicional, y las saludó unos instantes al terminar el encuentro. De hecho, les pidió que se pusieran de pie para admirar sus trajes.
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